He descubierto que tego un...

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Nos dirigimos al césped verde, a la montaña en la que se esconde el sol, luego nos tiramos allí mismo, nuestros cuerpos estaban en lados opuestos, solo nuestras cabezas hacían conexión, como tenía manga larga y pantalón, el césped no hacia que sintiera picazón, mas bien comodidad, en cambio Jacobo estaba algo inquieto. Nos quedamos mirando el cielo, que poco a poco se iba tornando azul, y nos quedamos así por unos minutos, hasta que el inicio la platica.

-Háblame de ti- dijo con su voz varonil, sonreí.

-¿De mi?- dije y me acomode en el césped.

-Si, de ti- dijo algo serio.

-Pues, no hay mucho que decir, nací el 11 de agosto el año 1997, en eso mis padres eran jóvenes y asistían a muchas fiestas, a los cinco años me enamore de un chico del jardín infantil, pero era una niña, no sabia lo que era amor, pero aún así lo quería, a los 10 años seguía colgada de ese chico, pero para el yo era invisible, así que poco a poco trate de olvidarme de el, bueno eso fue de mi infancia, ahora de mi pre-adolecencia; a los 12 años conocí a Thomas y a Michelle, y nos hicimos muy amigos, recuerdo que un día los tres habíamos quedado para hacer el experimento de la feria de ciencias, pero no teníamos los recursos para hacerlo, así que decidimos ir al instituto y robar todos los materiales, pero nos descubrieron, el profesor con nombre de mujer, que era Isabel, y el nos mando a nuestras casa a las 12 de la noche, fue tan gracioso, el profesor andaba en piyama, nos regaño por estar allí, pero siempre me quede con la duda de que hacia el a esa hora en el instituto, y todavía en piyama. Después crecí, fui al instituto Santa Elisa, conocí a un chico llamado Jacobo y ahora estoy aquí tirado con el- dije en risitas, a lo que él también se rió.

-Muy bonita historia Olivia- dijo y empezó a aplaudir, hizo que me sintiera bien a su lado. Nos quedamos un par de segundos así, aun estando tirados en el suelo. Luego pensé en mis papás, le quería contar eso, me sentía capaz de contarle eso, sentía que podía confiar en el, pero no, no puedo, solo somos... amigos con derechos. Si. Eso somos. Debo estar pendiente de todo lo que pasa a mi alrededor... oh mierda, voy a llegar tarde a mi casa.

-¡Jacobo!- me senté y lo mire.

-¿Que sucede?- preguntó, haciéndome recordar de que el no sabia nada.

-¡Debo regresar a mi casa!- dije y me pare, sacudí mi trasero ya que ha de tener un poco de tierra y luego me estire, después corrí enfrente de Jacobo, quien ya se había parado.

-No te vayas, quédate un rato mas- dijo haciendo un puchero. Algo que  me pareció súper bonito, que alguien me diga eso, creo que jamás lo he escuchado pero ni siquiera de Michelle.

-No me hagas cambiar de opinión, enamorado- dije divertida, y él sonrió.

-Muy bien, tornillito- me agarro de la mano y me llevo a su moto.

Me subí y después el, y sin ninguna palabra nos fuimos en el camino, todo en silencio, lo malo es que ahora el cielo ya era un azul, eso quiere decir que era como las 7:00 y yo debía estar en casa para la cena.
Al llegar en frente de mi casa me bajo y después el.

-Mañana te veo- dijo. Y no pude evitar sacar una sonrisa, pero no le conteste, así que simplemente hable con la mirada y entre en mi casa.

Abro la puerta y veo que hay una caja de pizza en la mesa del comedor, todas las luces encendidas, igual que la televisión, estaban pasando Bob esponja, si me apresuro a buscar a alguien tendré tiempo para verlo, cierro la puerta detrás mío y me acerco a la cocina y veo a mi hermano buscando algo en el estante.

-¿Donde están mama y papa?- pregunte, y David solo me vio, pude notar que tenía los ojos llorosos, ha de estar llorando, luego oí un sorbo de nariz, si definitivamente el estaba llorando.

-¿Que tienes David?- le pregunto con una sonrisa para trate de ayudarlo, pero aun así me ignora, me acerco mas a el y le toco el hombro.

-¿David?

-¡SOLTAME!- gritó y quito mi mano de su hombro y luego se retiró a la sala.

-¿Que tienes David?- le pregunto siguiéndole -Si no me dices no podre ayudarte-

-¡No necesito que me ayudes!- gritó, y esta vez me enoje, no me gusta que me griten y el lo sabe, pero quiero ayudar a mi hermano menor y tratare de hacerlo.

-Contame, por favor, David- le digo, y el va y se sienta en el sillón, el estaba descalzo así que aprovecha y pone sus pies en el sillón, se pone como cucarachita escondiendo su cara entre sus piernas, y oigo como llora. Me acerco a el, y me siento a su lado, y sin ninguna palabra que yo haya dicho el habla.

-No se con quien me voy a quedar, tu te vas, mama se va, papa se va y yo con quien me quedo- me sorprendo por lo que dice y le toco el hombro, lo mire con tranquilidad.

-¿pero qué dices? Yo no me iré a ninguna parte, no te voy a dejar solo David, aunque tengas 14 años sigues siendo mi hermano menor- digo suavemente.

-¡No! ¡Tu tienes un tumor y te vas a ir en Agosto! ¡Solo tengo tres meses para estar contigo!-

¿Pero que esta diciendo?

-¿Pero que cosas dices? Yo no tengo ningún tumor-

-¡Claro que si! ¡Mamá ya dijo que se van a divorciar por que ninguno de los dos puede pagar el tratamiento de tu tumor maligno! ¡Y por que ninguno quiere pagar el tratamiento, se divorcian, tu te mueres, y yo me voy con la abuela Karina por que mi mamá y mi papa me quieren mantener! ¡Te odio a ti y a tu estupido tumor! ¡Por tu culpa mama y papa se van! ¡Te odio! ¡Te odio tanto! ¡Ándate con tu estupido novio! ¡Los dos váyanse a la mierda!-

No pude evitar llorar.

-¡David, no es mi culpa que yo haya tenido un tumor! ¡¿Y sabes?! ¡Cuando uno tiene un tumor maligno no hay cura, así que con o sin el tratamiento me voy a morir! ¡Y no me importa si no pagaban el estupido trataminto! ¡Fue decisión de ellos divirciarse!- gritó a todo pulmón, mi corazón está en algo que no se pude controlar; ira, enojo, tengo de todo menos cosas buenas. Después de gritar oigo que alguien entra a la casa, Jacobo, pero entre como si todo fuera en cámara lenta, el entro, le grito algo a mi hermano, mi hermano se fue a su cuarto, llorando y gritando que me odiaba, y luego yo... yo... solo sentí un fuerte golpe en la cabeza y humedad en la nariz, luego sentí que Jacobo evitaba una fuerte caída poniendo sus brazos en mi espalda, y lo miraba con cara de preocupado.

He descubierto que tengo un tumor.

luego todo se volvió negro.

***

Nunca pensé... amarte tanto (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora