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Capitulo 18

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Capitulo 18

Claudia Estaba leyendo un libro cuando él volvió del trabajo y la besó en la frente

—Te vez mejor

—Me siento mejor. Tienes ese acto benéfico hoy, ¿verdad?

—Me temo que sí. —Él la observó—. ¿Estás segura de que no puedes venir?

—si quieres que vaya y arruine todo vomitando todo el rato,  o tengo problemas.

Él se rio entre dientes.

—Vale descansa. Yo voy a charlar un poco y regreso lo más pronto posible.

Nada más irse a Claudia se me apretó el corazón, se había ido y ni un beso le había dado. Respiro profundo y se paró para verse en el espejo y mirar su aspecto.

En serio estaba horrible, pálida ojerosa, era una verdadera mentira eso de que a las mujeres el embarazo le va de maravilla a ella le estaba dando con los pies.

Con razón el no quería hacerle el amor y eso que ya llevaba unos días ahí y nada de nada.

Se sentía estúpidamente insegura pero eso pasó a un segundo llano cuando las arcadas volvieron y se tuvo que internar en el baño.

A eso de las diez de la noche cuando vio el teléfono y nada, ni una llamada perdida, ni un mensaje, nada.

Unos rayos de sol que se filtraban de la ventana fueron a parar a su cara haciendo que se despertara, ni sabía en qué momento se había dormido.

Se removió buscando el cuerpo cálido de Bruce y no lo sinto, se sentó en la cama y se dió cuenta que no había nadie a su lado

Salió de la habitación y vio que la de al lado tenia la puerta abierta y el estaba ahí, durmiendo.

Ella se puso a su lado, preocupada y confundida, y deslizó un brazo alrededor de su cintura.

Él se sobresaltó al despertarse de forma brusca y parpadeó un par de veces.

—Hola. —acostandose boca arriba  él atrajo la cabeza de ella sobre su pecho.

Ella sintió su calor  y se acurrucó más cerca. Ella puso una pierna sobre sus muslos y él se adaptó para que ella estuviera más cómoda, pero no intentó tocarla más que eso.

Y le dolía el corazón sentirse así, rechazada por él.

—¿Por qué has dormido aquí? —pero el. No la estaba escuchando, ya se había quedado dormido nuevamente.

A la mañana siguiente Claudia  estaba sentada a la mesa tomando el desayuno. Sola. Alguien del personal le  hablaba Pero ella no le estaba prestando atención realmente, estaba muy triste por la actitud de Bruce.

Y era realmente estúpido porque ella siempre fuenamsegura de si misma a pesar de su infancia y ahora, ahora se sentía tan insegura.  Y ella no era así.

Y lo que más le dolía era saber que Bruce ya no estaba interesado en ella y eso era evidente. 

¿Para que mierdas le había insistido en que se fuera a su casa?

Era obvio que se arrepentía de tenerla ahi, hasta había dejado de ser tierno con ella y de paso ya ni con ella quería dormir.

Para colmo había dormido en otra habitación.

Al parecer esa supuesta charla rápida no fue para nada rápida, ya que seguí durmiendo, eso quiere decir que llegó tarde.

Sintio una punzada de tristeza al pensar que el pudiera estarle ocultando algo.

Respirando hondo se acarició el vientre donde sus bebés se movían desenfrenadamente.

Quiso distraerse leyendo el periódico que le habían dejado en la mesa Pero, por mucho que lo intentara, no podía dejar de pensar en él. Quería que se despertara, y poder preguntarle que había pasado Pero ¿Podría?

No sabía que había pasado para que se distanciara tanto de ella.

Para ella era más que seguro que había Sido un grave error irse a vivir con él, ella estaba bien en su casa.

Y ahora... Ahora era como si él se hubiera dado cuenta de los cambios
que había hecho en su vida en cuanto ella se mudó. Como si se hubiera dado
cuenta de los sacrificios y de los compromisos y no estuviera preparado para hacer nada de eso.

Paso la página del periódico y casi se ahoga con su propia saliva al ver lo que estaba ahí.

Se puso rígida al escuchar unos pasos acercarse.

Fingió que estaba leyendo el periódico Pero era imposible que sus ojos no cateran en la foto enorme que abarcaba toda una página completa.

Suspiro con dolor al ver la foto de Bruce  
Rodeandome la cintura a una hermosa rubia, delgada con una sonrisa espectacular.

Se dió cuenta de que se veian realmente perfectos y eso fue como una patada en el higado.

Pero al leer el encabezado quiso llorar «El magnate Bruce Black  con la actriz y modelo...». No... No seguiría leyendo, el labio le tembló Pero no lloraría.

Todo era una completa perdida de tiempo.

Por eso había llegado tarde, Y por eso no se había ido con ella a la cama.

No, se negaba a creer que Bruce le haría una cosa como esa.

Es que no quería creerlo porque el siempre se había portado tan tierno, cariñoso, era amable, y ahora.. ahora no quería ni hacerle el amor.

Estaba tan ida en sus pensamientos que se sobresaltó cuando unos labios cálidos y conocidos le tocaron la mejilla de forma muy breve.

—muy buenos días, nena.

Claudia se miró la enorme barriga y le sonrió levemente, pero para su desgracia él ni siquiera la estaba mirando.

Nada más sentarse Bruce le colocaron su desayuno. Y Claudia no pudo evitar preguntar

—Y... ¿A qué hora volviste?

Realmente quería creer que él no la engañaría  Ni siquiera con tremendo mujerón con el que estaba en esa fotografía, pero ¿que podia esperar? si estaba gorda y probablemente para el ya había Sido suficiente de ella.

Estoy embarazada del Ceo #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora