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Capítulo 17

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Capítulo 17

Claudia sentía que se le estaba acabando la vida con la constante vomitadera, era horrible tener eaas nuseas y estar devolviendo todo a cada nada, como ahora que estaba en el baño  exigiendo a Bruce que se fuera de ahí, Pero él no, ¿Que gracia tenía verla vomitando?

—No voy a ninguna parte. —le dijo el de forma relajada mientras la veía.

En serio, no le veía el chiste a que el estuviera ahí, viéndola dejar la vida en el retrete, quiso seguir pidiéndole que saliera de ahí y la dejara sola pero otra arcada la detuvo, hasta que ya no salía más bilis, se levantó y fue a lavarse la cara y la boca.

Él estaba a su lado con cara de preocupación cuando le pasó una toalla.

—No me gusta que te quedes a mi lado mientras vomito. ¿Podrías quedarte fuera por lo menos?

—Quiero quedarme contigo.

Ella entornó los ojos.

—¿es un fetiche acaso? No es agradable ver a alguien vomitar. 

El solo alzó los hombros como si no importara—mientras no te sientas bien no me iré.

—¿Qué…?— no lo podía creer— ¿Piensas quedarte a mi lado si mañana tengo diarrea?

Él contuvo una sonrisa.

—Aja.

—¡Que asco! ¿No es suficiente con tener a una novia gorda, que de la nada se queja y de paso se le va la vida vomitando en vez de a la mujer tranquila y bonita que elegiste al principio?

—Bueno, técnicamente mi novia no eligió quedarse embarazada. Y como mi semen ácido fue quien creo a esa cosita — señalo su vientre — acepto todo lo que venga 

—Me siento horrible  —Ella se dejó caer en el sofa de forma dramática 

—¡Hey! —le reprendió él—. Ten cuidado.

Ella solo resoplo.

Él la miró mientras ella se tocaba cuidadosamente su vientre, que era cada vez más grande.

—¿es normal que vomites tanto todas las mañanas?

Ella lo miró y coloco una mano en su pecho dramáticamente.

—¿Crees que solo son náuseas mañaneras? No le faltes al respeto a este monstruo. Esto es un monstruo que me va quitando la vida en cada vomitada.

Él se puso de pie a su lado.

—te vez hermosa, con tu barriga creciendo 

—¿Hermosa? Hermosa una mierda — dijo ella tapando su cara —. Me estoy poniendo como una vaca

—Qué va. De todas formas, no comes mucho y lo que comes lo devuelves — dijo el muy preocupado quitando las manos de su cara.

—Los bebés estarán bien, exagerado— esto último lo susurró.

Él sonrió.

—Voy a buscar una muda de ropa a la casa ¿Vas a estar bien sola?

—Ajá. Me voy a quedar en casa sin hacer nada mientras tú te vas a ser
productivo.

—¿Por qué no les pides que te envíen trabajo para hacer en casa? Podrías
ser productiva.

—Es una idea fantástica. —Salió disparada del sofá y se detuvo para mirarlo, pero se cubrió la boca y fue corriendo al baño.

Bruce  estaba junto a la puerta del baño cuando ella se levantó del suelo junto al váter una vez más y se secó la boca.

—Claudia , es en serio, mudate conmigo.

Ella se dio la vuelta y se quedó inmóvil. Él no había sacado el tema desde que la había llevado a su casa hacía dos meses. Él parecía cansado y desesperado, y ella, simplemente, lo miraba boquiabierta.

—No es que no me gusta estar aquí, en tu casa. Pero no puedo estar aquí todo el tiempo y no puedo cuidarte a tiempo completo, entiéndeme, esto me esta volviendo loco, se que no quieres dejar la comodidad del lugar que estas acostumbrada pero no has estado bien por andar vomitando.

Ella  se enjuagó la boca y lo pensó.

—Tú y yo sabemos que aquí no tienes suficiente espacio en el armario — continuó él—. Tengo que ir a mi casa para vestirme y no quiero dormir en mi
casa mientras tú duermas aquí. Es absurdo. Tengo un mayordomo a tiempo
completo. No tendrás que cocinar ni que limpiar ni hacer nada de eso. Solo te
relajarás, vaguearás y mejorarás. Y yo no estaré increíblemente preocupado por ti mientras trabajo.

Claudia suspiró y asintió.

—Vale. Tú vete a trabajar, yo voy a hacer las maletas.

—¿Lo dices en serio?— dijo el sonriendo

Ella encogió los hombros.

—si, me convenciste con solo decir que no iba a cocinar o limpiar

Él la atrajo sobre su pecho y le dió un beso en los labios

—No te arrepentirás. Te lo prometo.

—Ajá. No seas cochino—Ella sonrió ante su evidente alegría por que estuviera de acuerdo. Pero le parecía asqueroso que el la quisiera besar después de haber vomitado, el solo movió los hombros como restandole importancia.

Claudia se mudó a la casa de Bruce, y este se tomo unos días libres porque bueno... estaba demasiado entusiasmado como para centrarse en el trabajo.

Parecía como un niño pequeño ayudándola a deshacer sus maletas y guardando la ropa en los lugares que el había dispuesto para ella.

Y cuando le atacaba las de vomitar el siempre, siempre estaba con ella, sentado a su lado, Por suerte, ella ya se había acostumbrado a él y había dejado de decirle que la dejara sola. Porque bueno... él no la escuchaba.

Y gracias al cielo ella había aceptado irse a vivir con el porque las náuseas y vomitadera fueron más constantes hasta el punto que se descompensó tanto que tuvo quien usar hidratación endovenosa.

Por poco y a Bruce le da un infarto al verla conectada a esa manguerita casi todo el día. Es que no entendía como una mujer podía vomitar tanto si casi no asimilaba lo que comía.

Estoy embarazada del Ceo #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora