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Capítulo 21

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Capítulo 21

 A  la mañana siguiente Claudia despertó, antes de que se levantara Bruce, y se dio una ducha larga y caliente. Cuando salió, Bruce ya se había duchado en el otro baño y se estaba vistiendo.

—¿Adónde vas? —Él la miraba mientras ella sacaba un traje e hizo una mueca. Era obvio que no le valdría con la barriga.

—ire  a trabajar.

—Mmjum, ya—Él contuvo lanrosa— pues esa ropa se te va a ver excelente 

Ella casi lo fulminó con la mirada he hizo un puchero 

—Estoy hecha un verdadero desastre. No me sirve nada

Él se acercó, apartándola del camino antes de echar un vistazo a lo que había en su armario.

—puedes ponerte esto— dijo dándole un conjunto de pantallas y camisa maternos— con esto te verás sexy.

—No puedo ir a trabajar sin traje.

¿Estaba loco o que mosca le había picado? Ella nunca había ido a trabajar de esa manera, bueno nunca antes había estado embarazada en realidad.

Él negó con la cabeza y se rio.

—¿que más da? Lo importante es que estés cómoda igual se van a dar cuenta de que estás embarazada y entenderán el motivo por el cual estas vestida sin traje. 

Poco después se colocó su ropa, que más daba la barriga no la podía ocultar. 

Nada más llegar sus compañeras de trabajo estaban más emocionadas que ella misma Pero se alegraba en haber ido a trabajar, de eso estaba segura, es que ella no era de las que se quedaban sentadas esperando que la comida le cayera en la boca

A eso del medio día su jefe la mando a llamar a su oficina.

Era un hombre regordete y con papada Pero bien elegante para su edad.

Nada más ella se sentó frente a él, le pregunto por su embarazo y como la estaba tratando, ella le contesto cordialmente hasta él comento el contrato con la compañía de Bruce Black.

—felicidades por obtener el contrato con las empresas Black—dijo rápidamente—haremos la publicidad del proyecto y tu departamento será el encargado de eso.

—muchas gracias.

—Hemos pensado en hacer la grabación del anuncio el 25 de mayo. Quiero que te pongas al día con tu equipo creativo para asegurarte de que todo se hace de acuerdo a tu idea.

—dijo ¿el 25 de mayo? ¿No sé puede adelantar por lo menos unas semana?

El hombre regordete frunció el ceño— No, no se puede para esa fecha es la que se puede antes tenemos muchos anuncios que publicitar.

—pero yo tomo reposo prenatal una semana antes del anuncio

—Bueno, pues No podemos adelantar la fecha antes del 25 de mayo. Te aconsejo que le dejes ese proyecto a alguna otra de tus compañeras.

—¿Qué? —gritó ella con más intensidad de la que pretendía.

—No tienes opción. Tenemos que hacer las cosas. Y esa es la única

opción.

Claudia salió de la oficina aturdida y con el corazón hundido.  Prefería acabar con el anuncio a dejar que su competencia se llevara el mérito. El concepto de BubFun era su bebé. Ella lo había creado. ¿Y tenía que regalarlo por estar embarazada? Era ridículo, y ella estaba segura de que debía de rozar lo ilegal, pero no podía pensar con claridad.

Mientras volvía a su oficina, reconsideró mentalmente de forma rápida sus aspiraciones y sus objetivos. Bajo ningún concepto ella sería como Daniel Mujica en el futuro.

En cuanto Bruce pasó a buscarla esa tarde, él sabía que ella  no había tenido un buen día. Pero se contuvo porque no quería presionarla y, en su lugar, intentó que alejara la mente de sus problemas. Él bromeó, vaciló y la llevó a cenar a uno de sus restaurantes indios favoritos.

Como nada funcionaba, Bruce  la llevó a casa e hizo que se sentara en

una de las hamacas de la piscina.

—Vale. Cuéntame qué ha pasado.

Claudia  se tragó el nudo de rechazo que tenía en la garganta.

—Parece que todo va mal.

Él negó con la cabeza.

—Crees que va mal, pero no es así.

—No, no lo entiendes.

—Lo entiendo. Creías que no quería acostarme contigo y que no me parecías atractiva, pero solo intentaba darte un descanso. Estás pensando demasiado últimamente. Tienes demasiado miedo de todo.

Claudia asimiló sus palabras. Tenía razón. Hasta cierto punto.

—Vale —susurró ella.

—Cuéntame qué ha pasado.

—No voy a dirigir el anuncio.

Él se burló.

—¿Quién lo dice?

—Lo dice mi jefe. El que está a cargo del proyecto.

—¿Qué te ha dicho exactamente?

Ella suspiró, sintiéndose pequeña e insignificante y protegida cuando él se

ofendía tanto por ella. Siempre había estado sola para defenderse, para luchar

contra sus miedos, sus preocupaciones y sus batallas. Era maravilloso y

extrañamente adictivo tener el apoyo de Bruce. 

—La grabación está programada para una semana después de que yo

salga de prenatal, así que es obvio que no seré capaz de hacerlo.

—Entonces cambiaremos la fecha de grabación.

Ella negó con la cabeza.

—Dice que no es posible. Tendré que cederle mi creación a una de mis compañeras, es decir, a mi competencia.

Bruce  cerró los ojos. Cuando los abrió de nuevo, parecía más tranquilo.

—¿Te puedo hacer una pregunta con sinceridad?

—Claro. —El corazón le estallaba de amor. Aunque el problema todavía existía, sentía que se había quitado el peso de encima y que se lo había pasado a él. No estaba preocupada por nada. Él estaba ahí para ella y le importaba. Se preocupaba de verdad y era un sentimiento bonito.

Él le agarró las manos.

—No malgastes, repito, no malgastes ni un segundo de tu tiempo preocupándote por eso. Lo arreglaré. Lo voy a arreglar todo, y ni te atrevas a estresar a nuestros bebés por eso.

Ella se rio.

—Entendido.

—esta bien  —Él le agarró la nuca y le dio un beso en la frente. Pero ella

deslizó las manos por su pecho, lo agarró del cuello y empujó su boca contra la de ella. Él la besó lentamente.

Desabrochándose el sujetador y quitándose los pantalones, se quedó desnuda frente a él y la sonrisa de Bruce se desvaneció.

Ella se tumbó en la hamaca de la piscina junto a la que él estaba sentado y miró hacia un lado para verlo.

—Ven.

Él se quitó la camiseta y se desabrochó los pantalones, tumbándose sobre el cuerpo desnudo de ella y atrapándole un pezón entre los labios.

Estoy embarazada del Ceo #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora