-Los Monstruos si existen y los más comunes son los que están disfrazados de personas.
Lai Meyer o como todos las conocen "La chica de Bufanda Roja". Es una chica Dulce, amable e inocente que a sufrido mucho en esta vida.
Un día su única y mejor ami...
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Adela Meyer
La primera vez que la vi, me enamoré de ella inmediatamente. Era tan dulce, inocente, tan frágil. Solo quería meterla en una caja de cristal, y mantenerla a salvo, prometí protegerla, me prometí a mi misma que ella no sufriría más de lo que ya había sufrido. Ella se convirtió en mi compañera, mi confidente.
Algo dentro de mí me advirtió que no la dejara ir a ese viaje, Italia era tierra maldita. Lugar donde los peores monstruos habitan. Y mi instinto tenía razón.
Cuando mi esposo me dio la noticia que mi pequeña Niña y Lexi estaba en manos de italianos sentí como mi mundo se derrumbaba.
Mi hija no podía pasar lo mismo por segunda vez, Ashton me había dejado en la sede y junto con mi hijo viajaron a Italia. Apenas ellos se fueron no dude en sacar un boleto a Roma e irme hacia a halla.
Sé que Mi esposo no quería que vaya para protegerme, pero era una Meyer. Voy hacer todo lo posible para recuperar a mi cachorra. Por eso estoy aquí. En una habitación de interrogatorio, fuera de mi jurisdicción interrogando a uno de los maldecidos que se llevó a mi hija.
-David Miller, 42 Años-Estaba sentada frente a él con su expediente policial, él estaba esposado a la mesa, con una sonrisa de Superioridad en su rostro, que disfrutaría borrar- Vaya, tienes un expediente interesante. Cargos de homicidio, venta de drogas, trata de persona, y la lista sigue.
-Que le puedo decir, -Se recuesta en la silla con una gran sonrisa- Soy bueno en mi trabajo.
-Sí, Tan Bueno que ahora estas sentado frente a mí a punto de recibir una cadena perpetua-Sonrió dejando el archivo en la mesa- O Pena de Muerte.
-En Italia no está permitida la pena de Muerte.
-Pero en Estados unidos sí. -Mi sonrisa se agranda al ver la suya borrarse- Secuestraste a una joven neoyorquina, Hija de un agente federal y una Jueza, Tú gobierno nos dará tu cabeza en bandeja de plata para complacer al mío. -Me acerco un poco más a él viendo como su mandíbula temblaba- Eh oído que para los de tu clase, lo hacen más doloroso.
- ¿Qué quieres?
-Información de mi hija y su amiga. ¿Cómo las marcaron? ¿Cómo fue el proceso? ¿A cuántas chicas más le hiciste lo mismo? ¿Cuál es el plan? ¿Cuántas casas hay? Quiero Saber todo.
El suspira y empieza a contarme todo, los escuche atentamente anotando todo. Hay más de treinta casas en Italia, unas diez aquí en Roma, se acercan a las chicas débiles, turistas o a las adictas. Lexi fue a quien marcaron y mi cachorra era un bono extra.
Conto todo como entran a las casas, las secuestran, La drogan y las llevan a las casas de venta para que la Madame las vea y sus chicas las preparen.
-Tu hija era la cereza del pastel, una linda chica de la gran manzana, Hija de Federales. Sin la posibilidad de hablar, evitado que sea una Rata buchona. Fue la que más dinero le dio a nuestra Madame.