Creciendo En Sooga (Pucca)

Atrapados En El Medio

Sábado por la mañana

Seong Ring-Ring se levantó temprano como todos los días, más por costumbre que por gusto.

Como siempre, tras despertarse lo primero era estirar, primero en la cama y después en un tapete sobre el suelo encarpetado, tuviera practica de ballet ese día o no, no le gustaba sentirse rígida.

Después seguía la parte que más tiempo llevaba de toda su rutina matutina y la razón por la cual se levantaba tan temprano incluso en pleno fin de semana: Su rutina de belleza

Sabía que todos la consideraban vanidosa, y no solo por tardarse una hora entera entre la ducha y su rutina de cuidado de la piel, sin contar el tiempo que tardaba cuando decidía usar maquillaje, no que lo necesitara.

Empezó a quitarse lentamente la mascarilla facial que siempre se ponía después de ducharse, mientras intentaba admirar su reflejo en el espejo de su baño.

"Hay una idea de Seong Ring, un tipo de abstracción... Pero no hay una verdadera "Yo". Solo una entidad, algo ilusorio".

Espejo el cuál ella había roto en un "ataque" hace un par de días.

"Y aunque puedo ocultar mi fría mirada, y puedes darme la mano y sentir mi piel tocando la tuya y tal vez hasta puedes sentir que nuestro estilo de vida es comparable..."

Después de eso seguía su desayuno, que hoy consistía de una quiché lorraine acompañada de salmón ahumado y de postre un yogurt griego con moras frescas.

Luego venían las pastillas que había recetado su doctor en Nueva York. No sabía exactamente qué tenía, al parecer para ciertas enfermedades solo puedes recibir un diagnóstico teniendo la mayoría de edad.

Aún así sus padres junto con el doctor Hoffman le insistían mucho en que tenía que tomarse las pastillas.

"Yo simplemente... no estoy ahí".

[...]

Ring-Ring venia llegando de su sesión de "jogging" matutina de los fines de semana sosteniendo un latte de caramelo frío cuando noto el camión de mudanzas frente a su casa, al acercarse noto el teclado y esos horribles muebles de madera negra mate que tanto odiaba, lo cual solo podía significar una cosa.

-¡FYAH!- entro a la casa azotando la puerta principal.

El jefe de personal del Dong King se quedó helado, dejando caer la tarta de huevo que estaba desayunando -¿S-Su padre no le dijo?-.

-¡¿Qué?! ¿Qué el príncipe y promesa del pop se mudaba? ¡NO! ¡No me dijo!- respondió la chica de cabello azul sarcástica y entre gritos.

-El señor Ronnie Kim se quedará por un tiempo aquí, es cierto. Y el señor Seong está tomando medidas para que este lo más.... cómodo posible-.
-¡Por supuesto que lo hace!- se quejó Ring-Ring empezando a caminar molesta hacía su habitación.

-Ronnie Kim ni siquiera es su verdadero nombre ¡Es Robert Seong!- gritó al azotar la puerta de su habitación.

"Además, ni siquiera es coreano. Nació en Indiana, ¡Por amor a dios!" pensó sin darse cuenta de lo hipócrita que se escuchaba.

Ronnie, Ronnie, Ronnie. El príncipe, la gran promesa, el hijo favorito, el mejor bailarín y cantante de los dos hemisferios. La única persona en el mundo capaz de hacerla enojar más que Pucca... Y su desgraciado medio hermano mayor.

"¿Por qué él es el artista de la familia?" Se preguntaba la peliazul "YO soy la entrena ballet desde los 3 años, YO soy la que puede romper vidrios con la voz , YO soy la chica más hermosa de todo Corea y Estados Unidos. No ÉL".