Medio hermanos

Capítulo 11: La boda

Elena

Después de tanto tiempo esperando, para suerte de mis padres, por fin era la boda, por fin se iba a celebrar lo que hace unos meses no quería. Pero ahora, deseaba tener esta familia.

Aunque seguía pensando en Danilo, y sabía que más de una vez nos hemos intentado besar, pero nunca a surgido, mi madre era muy feliz con Pablo, y lo he visto estos últimos meses. He visto que no era tan malo vivir con Danilo, y estaba feliz. Antes pensaba que era muy feliz, pero estaba equivocada, solo era como los demás deseaban, como querían que fuera. Ahora soy yo misma, y me siento más cómoda.

Me puse mi vestido, adivinar el color.... Si, en efecto, rosa, no os lo esperabais, ¿a qué no?

Me hice un recogido con una coleta de caballo, más elegante.

Esta vez, me maquillé más de lo normal, la ocasión lo merecía, y hoy iban a haber muchas fotos, y tenía que salir perfecta en todas y cada una de ellas. No quiero salir mal en NINGUNA.

Me eché rímel, gloss, blush, contorno, me hice le eyeliner y un pinta labios color marrón claro.

También hice el experimento de intentar hacerme unas pecas, que obviamente, salió genial. Y una vez más:

- Perfecta - dije mirándome al espejo.

Últimamente, desde que estoy tan bien con Danilo, me siento preciosa. Siento que nadie me puede bajar de las nubes en las que estoy.

Me puse mis pulseras, color plata. Abro debate, ¿color dorado o plateado?

En realidad, soy de los dos, porque en ocasiones depende del oufit me queda mejor uno o el otro.

Pero hoy, el plata era ideal.

Bajé como de costumbre a desayunar, mis padres no estaban, porque ya sabéis la tradición. El hombre no puede ver a la mujer con el vestido de novia, da mala suerte. Entonces cada uno se estaba preparando en casa de sus hermanos.

Danilo y yo no quedamos solos, porque mis padres no se fiaban, decían que podíamos coger fuego a la cocina perfectamente, ya que una vez intentando hacer un colacao Danilo y yo, metimos una taza de plástico al microondas y se derritió. Pasas que cosan.

El caso es que como los Tevez (familia de Carlitos) y Mariela también estaban invitados a la boda, se quedaron en casa para cuidar de todos, y ya de paso que nos lleven al lugar de la boda.

Estábamos todos guapísimos, unos más que otros (Danilo).

Aunque Carlos también iba guapo, iba normal. Mariela iba super guapa, con un vestido verde agua que hacía conjunto con sus ojos, unos pendientes dorados y un maquillaje precioso. En ese momento, éramos las mujeres más guapas del universo.

Desayunamos una manzana y un zumo de melocotón, ya que se nos echaba el tiempo encima y no había mucho tiempo para desayunar como dios manda.

Íbamos camino a la boda, Carlos, Mariela, Danilo y yo íbamos atrás. Los hermanos de Carlos no venían a la boda, porque los padres de Carlos querían disfrutar, y con los niños no podían, a si que los dejaron con su tío Kiru y su abuelo.

- ¿Van bien allá atrás? - dijo Segundo (el papá de Carlos)

- ¡Si! - contestamos todos.