Medio hermanos

Capítulo 14: Cuernos

Danilo

Quedé con Celia en el parque, me dijo que me tenía que contar algo que hice yo ayer, del que no me acuerdo nada.

Me senté en un columpio mientras la esperaba, y no podía parar de pensar que habré echo que era tan importante.

De pronto la vi llegar a lo lejos, me levanté del columpio y ella vino deprisa hacia mi.

Se acercó y me dijo un beso, y yo la empujé.

- ¿qué haces nena? Tengo novia - le dije.

- ¿Ahora tenes novia? A mi me parece que ayer no te importó eso - dijo jugando con mi camiseta.

- Para flaca, ¿qué decís? - dije haciendo montoncito con la mano.

- Si amor, ¿no te acordas? - me dijo - ayer chapamos.

- Para, ¿chapamos? - dije - imposible, tengo novia y la quiero más que a vos y más que a nadie.

- Está foto no dice lo mismo nene - dijo enseñándome una foto de nosotros besándonos detrás de un árbol.

- No sé si a tu "novia" - dijo haciendo comillas con los dedos - le gustaría ver esta foto del chico que ama besándose con otra. ¿Vos qué opinas?

- Que no sos capaz de mandarla - contesté.

- ¿Probamos? - dijo - para un momentito que la buscó... a ver... Elena... acá está. ¿Seguro no te importa?

- No sos capaz - dije - No serías tan mala como para hacer eso.

- Perdóname Danilo, pero la que va a ser tu exnovia tiene que saber, querido - me dijo haciendo puchero.

- No va a ser mi exnovia porque vos no vas a enviar nada, ¿escuchaste? - dijo.

- ¿Y por qué no lo mandaría? Si yo lo que quiero es que corten gil - me dijo.

- Porque si sos inteligente aunque cortemos yo no voy a estar con vos - le dije.

- Bueno, pero por lo menos si yo no soy feliz vos tampoco - me dijo - ¡ups! Lo mandé...

- ¡No! - dije agarrando su móvil y yendo a mensajes, y si, se lo mando - ¡sos una pelotuda! ¿Como te atreves? ¡Tarada!

Ella solo se reía.

La miré con odio y fui directo a casa en busca de Elena.

Cuando llegue a casa empecé a buscarla pero no la encontraba, busqué en la cocina, en la habitación, en el salón... solo me quedaba... ¡el cuarto de baño!

Entré al cuarto de baño y ahí la vi, sentada en el suelo llorando desconsoladamente.

- ¿Elena?... - le dije cerrando la puerta y acercándome a ella.

- Sos un tarado - dijo mientras se sacaba las lágrimas y se paraba.

- Perdóname... yo... yo estaba tomado, no sabía lo que hacía, por favor entendeme - le dije - sé que estuvo mal, pero me arrepiento.

- ¿y que queres? ¿Queres que como te arrepentís te disculpe? Eso no va a pasar Danilo, vos me hiciste mucho daño - me dijo y abrió la puerta del baño para salir - y por cierto, cortamos - dijo y cerró la puerta.

No puede ser, no llevábamos ni un día juntos y ya cortamos, esto no es posible.

- Soy un tarado... - dije entrando al cuarto donde estaba Carlitos.

- ¿qué pasó? - me preguntó mientras jugaba en la computadora.

- Que soy un tarado - le repetí.

- ¿pero por qué flaco? - dijo dejando el jueguito y haciendo montoncito con la mano.