Capitulo 17: Sola

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Elena

Desperté con un dolor de cabeza terrible, me daba todo vueltas. Estaba en el piso tirada, abrí los ojos y solo veía arbustos.

- ¿Dónde estoy? - dije poniéndome la mano en la cabeza por el dolor.

Mire a mi al rededor y no veía nada, solo arbustos, casas y una carretera.

Las casas del lugar no se me hacían ni un poco familiares, no parecían las del Fuerte.

Me levanté del piso y fui directa a donde estaban las casas.

Me acerqué a un señor y me decidí en preguntarle. Era un señor alto, de tercera edad más o menos.

- Buenas señor, ¿dónde estoy? - le pregunté.

- En Rancho del Castro - me contestó - ¿está perdida?

- Si, bueno - contesté - ¿Sabe dónde está Fuerte Apache?

- Si, está a una media hora andando, ¿por qué? - me preguntó.

- ¿Me podría llevar por favor? - le pregunté.

- Si claro, pero le voy avisando que no va a ir lo que se dice del todo cómoda - me dijo - no es un auto como el que imagino que usted tendrá, señorita - me dijo mirándome de arriba abajo.

En ese momento me sentí bastante incómoda, ya que yo iba con una camiseta que tapaba bastante poco, y una falda corta.

- ¿Sabe que? No necesito que me lleve, estoy bien - dije - igualmente le doy las gracias, chau.

Me dio bastante miedo esto último que él me dijo, a si que me decidí en buscar otro modo para volver.

Me acordé que en las películas cuando se pierden o tienen que buscar una manera para volver, deciden hacer auto stop, a si que eso hice.

Me acerqué a la carretera y puse mi pulgar hacia el lado. Pero no paró ningún auto.

Me rendí al ver que nadie paraba, es verdad que lo del auto stop se hacía hace mucho, en los 90's, y ahora estábamos en el 2003.

Me di la vuelta para buscar un camino para volver, hasta que escuché un clacson.

Me di la vuelta y vi un camión. El señor bajó la ventana y me dijo:

- ¿Queres que te lleve a algún lugar? - me dijo.

Estuve a punto de decir que no, pero me acordé que fue el único que paró, a si que si nadie más lo hacía, me iba a quedar allá hasta a saber cuando.

- ¿Usted sabe donde cae el Fuerte Apache? - le pregunté.

- Y obvio, ¿quiere que la lleve? - me dijo.

Asentí con la cabeza y me dijo:

- Lamento decírselo, pero si quiere venir conmigo tiene que ir en la parte de atrás - me dijo.

- No me importa - contesté.

Pensaba que la parte de atrás iba a ir llena de cajas, o de cualquier otra cosa, pero cuando la abrió, vi muchos cerdos y caballos. Pero sobretodo, mucha mierda.

- Entra, no muerden - me dijo.

Yo sonreí forzadamente y entre, olía fatal.

Estuve veinte minutos allá dentro, mientras los cerdos se me acercaban y los caballos me daban con la cola.

                                                ...

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