Dámaso estaba más delgado para aquellas épocas y tenía unas prominentes ojeras. Ya no quería contar sus historias como antes, solo se quedaba inmóvil sobre una piedra todo el día.
No comprendía lo que le ocurría y aquello me enfurecía.Me contaba cuentos cada vez que podía. Me contó cómo nacieron las estrellas. Me contó cómo se coloreaban a las mariposas. También como el universo le había contado todos sus secretosal haber perdido la vista. Podía oír mejor, tan claro como una lechuza. Yo oía con mucha atención todo lo que me contaba y no daba crédito a todo. Confíe en cada una de sus palabras. No había sentido tanta felicidad desde hace mucho tiempo atrás. Esa felicidad se asemejaba a los tiempos que compartí con mis hermanas en los verdes campos y trigales. Como disfrutábamos de nuestra libertad sin nada que nos molestara.
La noche que le hice esta pregunta a Dámaso decidí ver fuera de mi cueva desde que había sido convertida en monstruo.
—Dámaso, ¿cuál es tu mayor sueño?
—Fácil. Poder volar. Poder surcar los cielos como una poderosa águila. Cortar las nubes con mis alas y saltar entre las estrellas. Tocar el sol con mis dedos y hacerle cosquillas a la luna —aquello lo dijo con cierta nostalgia—. Aunque obviamente eso solo podré hacerlo en mis sueños. Ya no lo haré en la vida real...
—¿Te gustaría poder volar?
—Y ver lo que hay en el cielo obviamente.
—Yo tampoco he visto lo que hay en el cielo.
Dámaso rió al oír mis palabras. Cruzó los brazos y se acomodó en la roca.
—Entonces que esperas. Ve a ver el cielo.
Lo hice. Era un manto azul cubierto de un millar de pedacitos de luz brillante.
—Es fantástico —dije perpleja sin quitar mi mirada del cielo.
—Lo sé...
Luego de esa noche, todo fue espantoso...
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5. Los ojos de la muerte [BG #5]
Short StoryMe convertí en monstruo por una injusticia. Cayó la furia de la diosa sobre mí por algo que yo sufrí. Envuelta en oscuridad e ira, me desterraron a donde casi no toca la luz, a los confines del universo, donde nadie se atrevería a encontrarse conmi...