Capitulo 💕33

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A Mile se le había pasado por la cabeza no ir a la boda,
pero decidió asistir. Sabía que Nattawin iba a estar muy nervioso y, como era además El Caballero de honor, decidió ir para encargarse del resto de los detalles y que el pudiera concentrarse en sus deberes.
Trató de convencerse de que no iba porque quería pasar tanto tiempo como pudiera con el, Iba a regresar a Londres muy pronto, solo tenían tres días más.

Había una gran multitud de ciudadanos y paparazzis frente a la catedral, pero no le preocupaba.

-Señor Romsaithong -lo saludó un periodista-.
Las redes sociales están al rojo vivo con el retrato desnudo de la principe Nattawin Y hay quien dice que usted es el artista. ¿Tienes algún Comentario que hacer?

Mile sintió que se le revolvían las entrañas. No entendía
cómo la prensa podía saber lo del cuadro. Para colmo de males, la noticia estallaba el día de la boda. Supuso que Nattawin estaría Destrozado, que se sentiría humillado y traicionado por él.

-Un crítico de arte en Londres ha dicho que el retrato es la obra de un maestro. ¿Qué tiene que decir a eso, Mile? -le preguntó otro reportero.
Siguieron haciéndole preguntas que eran como dardos
envenenados.

-¿Cuánto tiempo lleva pintando?

-¿Va a exponer pronto?

-¿Por cuánto se vende el retrato de la príncipe?

-Alguien ha ofrecido tres millones de libras por él.
--¿Aceptará la oferta?.

Fuera de sí, apartó los micrófonos con la mano.

-¡Déjenme en paz!

-¿Sabe el principe que ha compartido su retrato con todo el mundo? -preguntó otro más.

-¡Viene el cortejo nupcial! -exclamó uno de los fotógrafos.

Se le encogió el estómago cuando los paparazzis se volvieron hacia el desfile real. Llegaban cuatro carrozas doradas tiradas por caballos blancos como la nieve. Nattawin iba en la primera con otras tres damas de honor. Nunca lo había visto tan bello. Pero su vida
estaba a punto de dar un giro de ciento ochenta grados
y no podía protegerlo. Nunca había estado tan enfadado consigo mismo.Sentía que él era el culpable de todo lo que estaba pasándole a Nattawin le había arruinado la vida y también la boda de su hermana.
Después de todo lo que había hecho para que fuera perfecta...

Sentía que había destruido su reputación y cualquier ápice de respeto que se hubiera podido ganar durante esas últimas tres semanas

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Sentía que había destruido su reputación y cualquier ápice de respeto que se hubiera podido ganar durante esas últimas tres semanas. Sabía que Nattawin no iba a querer nada con él. Iba a odiarlo cuando él había esperado que... Pero prefería
no pensar en ello, no podía permitirse ese lujo.
No tenía derecho. Después de todo, no era más que un mujeriego y un Juerguista que no creía en el amor ni en el compromiso.
Tuvo que ver con sus propios ojos cómo se enteraba de la noticia, cómo se le venía el mundo abajo. Se le revolvió el estómago. Un periodista había levantado la pantalla de su teléfono para que Nattawin pudiera ver la foto mientras pasaba a su lado en la carroza.

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