Capitulo💕32

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Por otro lado, si rompían, la prensa hablaría aún más de
ellos, eclipsando la boda de Madeleine. Además, no quería hacerlo, quería seguir con él.
Sentía mucho dolor en su corazón. Sabía que admitir sus sentimientos era peligroso. Y tampoco podía hacerse ilusiones.

Nunca iba a poder tener un futuro con Mile.
No podía pensar en casarse ni en formar una familia, pero tampoco podía evitarlo.

-No quiero hacer nada que pueda estropear la boda de

Madeleine y Edward -le dijo Natt.

Él asintió con la cabeza lentamente.

-De acuerdo.

Hubo un momento de silencio.

-En realidad, no estarías dispuesto a poner en peligro el

dinero del fondo fiduciario, ¿verdad? ¿Estamos hablando de mucho dinero?.

-No para los estándares de algunas personas.

-Pero para ti lo más importante es lo que representa,

¿verdad? -adivinó Nattawin.

Se puso de pie detrás de el y comenzó a cepillarle el pelo.
No pudo evitar estremecerse.

-Sé que piensas que soy un parásito, pero...

-Por favor, no me recuerdes lo que te dije aquel día.

Mile sonrió con algo de tristeza.

-¿Te han dicho alguna vez que tienes un pelo precioso?

Mile trataba de cambiar de tema, otro mecanismo de
defensa que había logrado perfeccionar.

-Lo hiciste tú anoche.

-Es verdad -repuso él haciéndolo girar en el taburete para mirarlo a los ojos-. Eres precioso.

-Hasta que te conocí, nunca creí que lo fuera.

-Tengo que volver al Hotel -le dijo Lucca-. El Director
general de la cadena quiere que me encargue de un asunto relacionado con el personal del Hotel.
Ya estaba en la puerta de su dormitorio cuando lo llamó.

-¿Sí? -le preguntó Mile mirándolo por encima del hombro.

-Gracias por todo.

Soltó el pomo de la puerta y lo miró con el ceño fruncido.

-Te das cuenta de que esto no va a continuar después de
que me vaya de Preitalle, ¿verdad?.
Tuvo que esforzarse para que su cara no mostrara lo que
Sentía.

-Por supuesto. No podría ser de otro modo. Yo vivo aquí y tú, en Inglaterra. Las relaciones a larga distancia nunca
funcionan. Y no me gusta volar, ¿recuerdas?.

-Estupendo, me alegra que los dos lo tengamos claro.

-No estarás arrepintiéndote de haberle puesto fecha de
Caducidad a la aventura, ¿no?.

-¡Dios mío, no! -exclamó Mile riendo-. Me sorprende
Incluso que ya haya durado tanto.

-¿Aún no te has aburrido de mí? -le preguntó algo dolidopor sus palabras.

-La verdad es que no. ¿Y tú?

-Bueno, un poco -repuso Natt con picardía.

-Brujillo -susurró mile volviéndose hacia el y llevándolo
en brazos hasta la cama.

-¿No tenías que encargarte de algo importante en el Hotel? -le preguntó Natt.

Mile lo dejó caer en la cama y se tumbó sobre el,
inmovilizándolo con su peso.

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