CAPÍTULO XXVII: DESCONOCIDO

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NARRA LILIAN

Desperté desorientada, encontrándome de frente con unos ojos rojos, me asuste y levante hasta llegar al otro lado de la habitación para poner distancia entre ese desconocido y yo.

-¿Quien eres?- estaba preparada para atacar si era necesario.

-Soy Dante - respondió con una sonrisa arrogante. 

~Esa voz es la misma que nos habló antes de desmayar nos, y dijo que era un demonio ¿Porqué no huele a uno? ~ recordé la herida en mi brazo olvidando me totalmente del supuesto demonio frente a mi y dirigí la vista hacia él y gran sorpresa me llevé al no encontrar herida pero si sangre seca.

-¿Que hago aquí? - olvide eso, y volví a hablarle al desconocido.

-Se supene que recuperando te de las heridas, lobita- la burla inundaba sus palabras - y tu hermano igual- eso llamó mi atención, me acerqué a él tomandolo del cuello con furia retenida.

-¿Donde está mi hermano? Si le hiciste daño te mataré- me estaba conteniendo.

-Que agresiva lobita, dime ¿Me matarás como a esos otros lobos? Quien diría que detrás de esa carta tan linda habría maldad- inconscientemente afloje mi agarre en su cuello hasta soltarlo completamente, era una asesina y ni siquiera sentía remordimiento.

-Eran ellos o mi hermano- hablé seriamente y mirando directo a sus ojos rojos- si mi hermano esta en peligro lo defenderé con mi vida si es necesario, así que si tu representas un peligro para él, terminaras como esos lobos. Una vez aclarado eso llévame con él.

Pude ver una pequeña chispa de orgullo en sus ojos pero tan pronto apareció desapareció.

-Me agradas lobita- salió de la habitación y lo seguí atra vez de los pasillos adornados con pinturas de este chico junto otras personas.

Su familia.

Al llegar al final de las escaleras, observé a Pedro en un sillón de lo más tranquilo charlando con una muchacha.

-Veo que estás bien- le dije con una sonrisa ganándome su atención, se levantó y me abrazó fuerte levantando me del suelo en el proceso.

-¿Estas bien enana? - la preocupación era notoria en su rostro.

-Si tranquilo, hierba mala nunca muere- bese su mejilla separandome de él, revise sus cosillas que era donde lo habían lastimado pero tal y como pasó con ella, no había rastro de nada.- ¿Como...

-Fui yo, lo cure con mis dones si lo cocina le dejaría una fea cicatriz así que lo cure, además mi hermano es un gruñón cuando ensucian su sillón- el mencionado le envío una mirada fulminante- Es un gusto conocerte soy
Katherine

-Mucho gusto soy Lilian- respondí un poco aturdida por la. Nueva información-¿Eres una bruja?- ella estalló en risas.

-No, no lo soy- paro de reír y me miró todavía con gracia en sus ojos por mi pregunta- Soy una demonio al igual que Dante.

Mi hermano se puso delante de mi protegiendome con su cuerpo.

-No le vamos a hacer nada-dijo Dante con fastidio- además si les quisiéramos hacer algo ya lo hubiéramos hecho- recibió un golpe en el brazo de su hermana mientras hacía una mueca por lo que dijo su hermano.

-Perdonen lo por favor se calló de la cuna cuando era pequeño-negó con la cabeza y continuó- pero una cosa si es verdad, no le haremos nada.

-Esta bien, ¿Donde estamos y como podemos llegar a la manada?- hablé quitando a mi hermano a un lado.

-Esta muy lejos, pero yo los puedo llevar gustosamente.

-Esta bien muchas gracias Katherine-caminamos hacia la puerta.

-¿A donde van?-preguntaron ambos hermanos a la vez.

-A nuestra manada, Katherine nos llevará-dije obvio.

-No los llevará caminando--levante un ceja en su dirección- los llevará volando.

-¿Volando?

-Si, tengo alas así que será más rápido volar que caminar aunque si prefieren mi hermano los puede teletransportar. Yo lo haría pero no tengo bien dominado ese poder todavía-se sonrojo apenada.

-Cualquiera de los dos esta bien, pero debemos llegar rápido a la manada.

-Cierren los ojos lobitos- habló esta vez Dante desde nuestras espaldas tomando nos por los hombros antes de poder decir algo ya nos encontrabamos en la manada, caí al suelo mareada, al buscar a Pedro con la mirada me di de cuenta que no estaba mejor que yo.

-Son unos débiles- dijo con burla para desaparecer tan rápido como llegamos.

-Eso fue raro, estresante y molesto- la cabeza me deba vueltas.

-Yo diria que toda una mié... - vómito a un lado.

-Si si eso también.

-!¿DONDE ESTÁN?!? ¡¿COMO PERMITIERON QUE SE LOS LLEVARÁN?! - conozco esos gritos

-Mi luna no sabemos como pasó, estábamos atendiendo a los heridos y... - el pobre guardia estaba temblando ante la furia inminente de su luna.

-¡ESAS SON ESCUSAS! ¡SI ALGO LES PASA A MIS HIJOS RODARAN CABEZAS! - nos terminamos de acercar situandonos detrás de mi madre.

-Pobre mamá, deja al pobre guardia curarse sus heridas-dije abrazándola con una sonrisa, ella volteo y nos observó un minuto para abrazarnos a ambos mientras lloraba, y el guardia aprovechó para escapar velozmente.

-Par de tontos ¿Donde estaban? ¿Están heridos? - se separó y nos revisó.

-Si si estamos bien mami mi hermano la volvió a abrazar con cariño.

-¿Estas bien mamá? Cuando escuche el escándalo fuera salí inmensamente pero no te vi ¿Que pasó? ¿Hay algún retenido? - dije lo último con una sonrisa maliciosa.

-Eso lo hablará Marcus en su momento, habrá una reunión con toda la manada debido a todo esto- señaló los cuerpos aún tirados en el césped- pero por ahora debemos hacer un gran homenaje para los guerreros caídos.

-Bueno, esta bien Pedro y yo debemos hacer algo- la besamos y nos fuimos casi corriendo.

-¿Que se te ocurrió pequeña tramposa? - preguntó Pedro con una sonrisa sabiendo que algo me traía entre manos.

-Es obvio que si Marcus no estaba junto a mamá en ese momento donde le grito al guardia es por que debe estar haciendo algo con mucho importancia y ¿Que crees tú?- esperé a que lo adivinara.

-Esta... ¿Durmiendo?- alce una ceja en su dirección- ¡Lilian! En estos momentos nada se me viene a la mente solo dilo y no seas misteriosa.

-Aveces creo que eres adoptado grandulon- me jalo un mechón de cabello y reí- Ya ya fiera, bueno volviendo al punto si no estaba con mi mamá entonces estaba hablando con su guardia de confianza, así que iremos y los vamos a espiar.

-Ok, pero si nos atrapan voy a culparte de todo- pensó un momento y continuó hablando-  ¿Porque no le dijiste a mamá sobre los demonios?.

-Eso es algo que tu y yo hablaremos después en un lugar seguro, ahora vamos a ver de que hablan Marcus y sus guardias, me mata la curiosidad.

Susurros Del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora