04

627 73 0
                                    

Teruko se levantó a duras penas, tenia que hacer algo o ese monstruo los mataría. Rezo a los dioses por no cometer otra tragedia, y se acercó al hombre cojeando de una pierna.

Su poder, en su mayoría era de corto alcance por lo que tenía que tocar al otro para poder manejar sus emociones, pero al verse amenazado por ella volvió a empujarla.

Kotaro grito su nombre.

— Estás furioso, pero excitado por la adrenalina.- Comento desde el suelo, Kotaro hizo lo posible por ayudarla.— Estás emocionado por esta lucha

— Si, no lo voy a negar.- Sonrió.

— Eres igual que todos, alguien vacío, sin razón de vivir.- Mascullo ella tambaleante, la sangre brotaba de su cabeza.

— ¿Que?

— Eres un ser no comprendido, con un rostro asqueroso...no me sorprende verte en este lugar, siendo un monstruo.

El hombre le miró fijamente, estaba furioso, apretó los puños con fuerza. Teruko no se detuvo, continuo con sus palabras

— Fuiste abandonado, un ser no deseado por el mundo...Que se alegra ante el sufrimiento de los demás.

Kotaro grito el nombre de la maestra cuando el monstruo tomó a la mujer del cuello alzandola unos metros del suelo, Teruko ni se inmutó, coloco sus manos alrededor del brazo que la sostenía viéndole con desafío.

— ¿Quieres morir acaso?

— Yo no...¿pero que hay de ti?- Sus ojos brillaron con intensidad, el hombre se quedó en silencio viéndole con seriedad, sus manos se relajaron dejándola caer al suelo, Teruko se quejó pero no alejo sus ojos de su victima.— Dime, ¿acaso no es tentador? Esos pensamientos de lanzarte del acantilado, ¿cuanto dolerá? Morirías al instante? Preguntas realmente interesantes, ¿no crees?

Para sorpresa de Kotaro, el hombre comenzó a avanzar hacia el borde de la montaña, parecía estar en una especie de hipnosis gracias a la maestra que se mantenía firme en su lugar sosteniendo su brazo sangrante.

— Vamos, solo un paso más...¿sientes la brisa? ¿Es bonita verdad? Unos pasos más y podrás sentirla en su totalidad.

El hombre asintió en silencio con la vista perdida en el horizonte. Estaba a un paso de lanzarse, a un paso de dejarlos en paz. Pero entonces, otra explosión removió la tierra haciéndola vibrar.

Teruko se tambaleó, y aquel ser pareció volver en si, antes de que Teruko pudiera volver a conectarse con él, esté alzó una mano dispuesto a matarla de un golpe.

No queriendo que nada le sucediera al niño, ella lo empujó lejos del golpe.

Pero este, jamás sucedió

Midoriya apareció conteniendo el golpe con toda su fuerza, devolviendolo y lanzándolo lejos de ellos.

— ¡Maestra Teruko! ¿está bien?

La maestra sangraba, eso le aterró. ¿Acaso había llegado demasiado tarde?

— Lo estoy, tranquilo. Midoriya, esta criatura se regenera muy rápido. Ten cuidado

El chico asintió volviendo a la batalla, Teruko trato de alejar a Kotaro, pero de nuevo, todo tembló gracias a los golpes del ser musculoso obstaculizando la salida. Ella se limita a abrazar al niño que veía temeroso la pelea donde se veía que Midoriya no resultaría ganador.

En pocos minutos, aquel hombre estuvo a punto de matar al adolescente. Desesperada y preocupada. Ella se puso de pie temblorosa, se sostuvo de un muro.

— ¡Maestra Teruko!- Grito Kotaro. Ella le miró

FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora