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Eri entro a la fria habitación en silencio, tenía entre sus manos una pequeña mochila que apretó entre sus dedos al ver la enorme camilla.

Se dirigió hacia ella en silencio, y escaló a duras penas la cama hasta llegar a la cima y poder ver el rostro dormido de la mujer. Sus ojos se iluminaron al verla, y gateo a su lado para sentarse con cuidado junto a su cuerpo, usando su brazo para rodearse así misma.

- Teruko san.- susurro.- Traje galletas de la cocina, puedes despertar y podemos comerlas. No le diré a nadie.

El rostro de la mujer ni se inmutó, simplemente respiraba tras una extraña mascarilla. La pequeña suspiro viendo las galletas robadas de su mochila.

- Está bien, te dejo dormir más.

Eri se encargó de hacerle compañía a la mujer, mientras coloreaba sus cosas. Hasta que la puerta se abrió dejando ver a Shota ojeroso y realmente cansado, suspiro al ver a la niña.

- Aquí estás.

- Hola sr. Aizawa! Teruko San sigue dormida.

- Lose.- Sonrió con tristeza acercandose y besando la frente de su esposa con delicadeza.- Ya volví, mi amor.

- señor Aizawa, ella nos escucha?

- Quiero creer que si.- Sonrió de lado tomando a la niña entre sus brazos.- Tienes que volver a tu habitación.

- Pero no quiero que se sienta triste!- pataleo queriendo volver con ella.- No quiero que esté sola.

- Me quedare con ella hoy, Mirio te está buscando.

Los ojos de la niña brillaron con intensidad.

- Mirio!

- Anda, ve con él.

- okey.- Ella hizo que shota la inclinara hacia Teruko y besar su frente justo como lo hizo el maestro. - Volveré mañana, Teruko San. Te dejare galletas por si despiertas con hambre.

La pequeña emocionada salió de la habitación arrastrando su mochila vacía dejando a la pareja en pleno silencio.

Shota frotó su rostro y se sentó en el sofá que anteriormente había arrastrado al lado de la camilla. Admiro a su esposa, notando que cada vez se veía más delgada y palida.

- Teru? Ya es hora de que despiertes preciosa.- Susurro recargandose en la camilla colocando ambas manos sobre sus labios.- Cada día...dejas de ser tú y yo no sé que tanto pueda soportar sin tenerte a mi lado.

El silencio respondió en su lugar, Shota frotó sus ojos cansados.

- Hoy se cumple una semana desde que estás dormida, Recovery Girl está investigando formas de hacerte despertar...pero necesitamos una mejoría para poder seguir buscando una solución...¿podrías moverte para mí, amor?

El rostro neutro de Teruko, fue suficiente para saber que no podría cumplir con su petición.

- No quiero dejarte en esta habitación sola aún inconsciente preciosa...no quiero irme a esa misión sabiendo que estás así.- tomo su mano besando su nudillos.- Por favor, mueve tus dedos...con esto me será suficiente.

El miro atento su mano, esperando un movimiento mínimo. Pero no obtuvo nada más, soltó un largo suspiro queriendo calmar aquel molesto nudo en la garganta.

- Bien, lo siento. No debo presionarte...es solo que...te necesito a mi lado.

Aizawa veía a su esposa en silencio con sus manos unidas, queriendo sentir algún movimiento de su parte, sin embargo, no hubo nada de su parte. El hombre cerro sus ojos con fuerza queriendo mantenerse cuerdo y fuerte para lo que se avecinaba después, habria una guerra muy pronto, había héroes heridos y miedo general.

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