Capítulo 4/ No puedo explicarlo

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Después de pensarlo mucho, el Señor Muller decidió llamar a un viejo amigo y le contó sobre la condición de Alessia, decidiendo llevarla a Italia. Sin decir más, se dirigió hacia allá con la niña, y su amigo Albert lo recibió en el aeropuerto. Conversaron sobre la extraña condición de Alessia, quien no había crecido en cinco años.

Albert comenzó a investigar la enfermedad de Alessia, ya que eso creía que era. No podía encontrar un caso similar y eso lo preocupaba. Se sentó a hablar con el Señor Muller.

—Es algo extraño, podría ser varias cosas, pero espero que no sea nada grave. ¿Qué piensas hacer con la niña? —preguntó Albert.

—No lo sé. Pensaba en dejarla en un orfanato —suspiró preocupado el Señor Muller.

—Entiendo. ¿Y si mejor me la das a mí? Sabes que Leticia es estéril, no puede tener hijos. Podremos cuidar de Alessia, y yo intentaré tratar su enfermedad — sugirió Albert con esperanza.

—Albert, amigo, ¿estás seguro? ... Si eso es lo que quieres, puedes quedarte con Alessia —respondió el Señor Muller con una sonrisa.

Después de un largo viaje de regreso a Valle Azul, el Señor Muller finalmente llegó a su hogar. Apenas cruzó el umbral, una mezcla de alivio y nostalgia lo invadió al recordar los momentos que había pasado con Alessia.

Mientras tanto, en la acogedora casa de Albert y Leticia en Italia, una atmósfera de alegría y expectativa llenaba el aire. Albert sostenía con cuidado a Alessia en sus brazos, su rostro iluminado por una sonrisa radiante mientras compartía la noticia con su esposa.

—Letizia, ho qualcosa di importante da dirti —dijo Albert con seriedad, acercándose a su esposa con la pequeña Alessia en brazos. (Leticia, tengo algo importante que contarte)

Letizia levantó la vista, sorprendida por la expresión seria de su esposo.

—Che succede, Albert? —preguntó con curiosidad, observando con atención. (¿Qué sucede, Albert?)

Albert tomó una respiración profunda antes de hablar, sabiendo que lo que iba a decir cambiaría sus vidas para siempre.

—Ho ricevuto una chiamata dal signor Muller, l'uomo che mi ha affidato Alessia —explicó, buscando las palabras adecuadas— Mi ha informato che Alessia cresce estremamente lentamente, sono passati già cinque anni da quando è stata trovata, e mostra appena segni di sviluppo— (Recibí una llamada del señor Muller, el hombre que me confió a Alessia. Me informó que Alessia crece extremadamente lenta, ya han pasado cinco años desde que fue encontrada, y apenas muestra signos de desarrollo)

Leticia escuchó atentamente las palabras de Albert, procesando la información con asombro y comprensión.

—Quindi, significa che Alessia è... diversa? —preguntó, buscando confirmación en los ojos de su esposo. (Entonces, ¿significa que Alessia es... diferente?)

Albert asintió solemnemente, compartiendo la verdad con su esposa.

—Sì, sembra che Alessia sia speciale in qualche modo. Il signor Muller ha suggerito che potrebbe essere dovuto a una condizione sconosciuta, ma la cosa più importante è che è sana e felice —explicó con cuidado—Indipendentemente dalla sua crescita lenta, lei è nostra figlia adesso, e la ameremo e ci prenderemo cura di lei, qualunque cosa accada— (Sí, parece que Alessia es especial de alguna manera. El señor Muller sugirió que podría ser debido a una condición desconocida, pero lo más importante es que está sana y feliz. Independientemente de su crecimiento lento, ella es nuestra hija ahora, y la amaremos y cuidaremos sin importar qué)

Leticia asintió, sintiendo una oleada de amor y aceptación hacia la pequeña Alessia en los brazos de su esposo.

—Quindi, saremo la sua famiglia, qualunque cosa accada —declaró con determinación, extendiendo los brazos para acoger a Alessia en un abrazo amoroso. (Entonces, seremos su familia, sin importar lo que pase)

El legado de las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora