¿Valle Azul? ¿Qué es lo que olvidé? ¿Acaso tengo un pasado del que no soy consciente? ¿Qué significa todo esto? ¿Qué es lo que realmente estoy buscando? ¡¿Qué?! Sí, estoy asustada, y cómo no estarlo. Siento que hay sombras de recuerdos perdidos que...
Edilian se retiró en silencio hacia lo más profundo del bosque, desapareciendo entre los árboles con una elegancia propia de su naturaleza salvaje. Mientras tanto después de las clases, Alessia regresó a casa con la esperanza de encontrar respuestas, pero solo encontró más preguntas y mas dudas, se encontraba en su habitación, con la mente llena de inquietudes sobre los misterios que rodeaban a los Van Dusk y los Brown, especialmente los Muller.
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—De verdad... —murmuró Alessia mientras miraba fijamente la pantalla de su computadora, buscando desesperadamente alguna pista que le ayudara a desentrañar el enigma en el que se encontraba—Debería hablar con Edilian, quizás él pueda explicarme mejor todo esto. Parece que necesito seguir un orden en mis investigaciones en lugar de saltar de un tema a otro sin sentido—
Con un suspiro frustrado, Alessia se puso de pie y apagó la computadora. La sensación de abrumo la invadía mientras caminaba hacia su cama y se recostaba, esperando encontrar algo de paz en el mundo de los sueños. Sin embargo, lo que encontró fue todo menos tranquilidad.
Alessia se vio inmersa en un sueño extraño y perturbador, vagando por un bosque oscuro sin rumbo aparente. De repente, algo la sacó bruscamente de su ensoñación, como si una fuerza invisible la arrastrara de vuelta a la realidad.
—¿Qué fue eso? —exclamó Alessia, alarmada por la sensación de opresión que la envolvía.
Decidió volver a acostarse, pero esta vez una aura oscura comenzó a llenar la habitación, envolviéndola en una neblina espesa y siniestra. Alessia sintió cómo unas manos frías y afiladas recorrían su cuerpo otra vez, enviando escalofríos por su espalda y provocando una extraña mezcla de sensaciones. Una voz ronca y malévola resonó en su mente, envolviéndola en un halo de terror.
"Cara mia, ti piace qui, vero?" "Mi amor, ¿te gusta aquí, verdad?"
susurró la voz, cargada de un malicioso placer.
Un gemido escapó de los labios de Alessia mientras luchaba por liberarse de la pesadilla que la atormentaba. Finalmente, logró despertar, pero su cuerpo temblaba de miedo y confusió con una extraña sensación.
—¡Ay!... ¿Qué fue eso? —balbuceó, tratando de recuperar el aliento y entender lo que acababa de experimentar —Tuve.. Tuve un sueño lúcido......se sentía tan real—
Alessia se obligó a ponerse de pie, sintiendo cómo las piernas le temblaban, bajo su peso cayó al suelo.
—¿Deberia volver a dormir para sentirlo?....No puedo... no debo...Dios mio en que estoy pensando...—murmuró, negando con la cabeza para alejar los pensamientos turbios que amenazaban con apoderarse de su mente
Alessia, con el corazón acelerado por la intensidad de sus sueños, se obligó a tranquilizarse mientras se levantaba del suelo. Miró a su alrededor, buscando alguna explicación lógica para lo que acababa de experimentar, pero todo en su habitación parecía normal. Sin embargo, la sensación de las manos frías y afiladas aún le recorría la piel, como un eco persistente de su sueño.