La noche donde Alessia sufrio ese accidente, Edilian ajeno al suceso, envolvía el claro del bosque con su manto de sombras, apenas iluminado por la pálida luz de la luna. Edilian, rodeado de vampiros hostiles, se enfrentaba a la difícil tarea de proteger al lobo ilegítimo que había invadido territorio prohibido.
—¿Sabes bien las reglas, Edilian?— escupió el vampiro principal con desprecio, su mirada llena de burla hacia el joven.
Edilian, con una sonrisa burlona, respondió: —¿Quieres competir con un ilegítimo en vez de con un lobo de sangre pura como yo?—
El lobo, llamado Erick, interrumpió tímidamente— Lo siento, no quería causar problemas, solo estaba cazando...—
Pero la respuesta de Edilian fue implacable —Tenía que ser un ilegítimo, solo eres un mestizo.... sabes bien que ustedes no pueden cazar—
Los vampiros a su alrededor se rieron con malicia, disfrutando del conflicto. Uno de ellos se mofó:
—Pobrecito lobito, ¿por qué no te muestras un poco más amable, Edilian?—
Erick, sintiéndose indignado, se defendió— ¡Tengo nombre! No me llamo ilegítimo ni lobito, ¡soy Erick!—
La tensión en el claro del bosque era palpable, mientras Edilian y los vampiros se enfrentaban en un delicado equilibrio entre la negociación y el conflicto.
Erick, aún tembloroso por la tensión en el claro del bosque, se disculpó una vez más, tratando de calmar la ira de Edilian. Sin embargo, las palabras del lobo ilegítimo solo sirvieron para avivar el fuego de la furia en el corazón de Edilian.
—¡Lo siento, Edilian! No quise romper las reglas, solo estaba tratando de... — comenzó a decir Erick, pero fue interrumpido por la mirada ardiente de Edilian.
—¡Tú no eres un lobo de verdad! — rugió Edilian, sus palabras resonando con desprecio y desdén — No tienes idea de lo que significa ser un lobo, de llevar nuestra sangre en tus venas—
Erick tragó saliva, sintiendo el peso de la desaprobación de Edilian sobre él. Pero antes de que pudiera decir algo más, Edilian se transformó en un instante, su cuerpo retorciéndose y estirándose hasta que emergió como un imponente hombre lobo, lleno de furia y poder.
Los vampiros retrocedieron ante la monstruosa forma de Edilian, pero él no se detuvo. Con un rugido ensordecedor, se abalanzó sobre ellos, sus garras afiladas y sus colmillos relucientes destellando en la luz de la luna.
Erick miró con horror mientras Edilian desataba su furia sobre los vampiros, demostrando con cada golpe y cada aullido lo que significaba ser un lobo de sangre pura. Era un espectáculo aterrador y fascinante, una exhibición de poder y violencia que dejó a Erick sin aliento y con una comprensión renovada de la verdadera naturaleza de los lobos.
Cuando la furia de Edilian finalmente se calmó y los vampiros yacían destrozados a sus pies.
— Lo siento, Edilian —Erick murmuró, su voz temblorosa pero sincera — Ahora entiendo...—
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El legado de las Sombras
Romance¿Valle Azul? ¿Qué es lo que olvidé? ¿Acaso tengo un pasado del que no soy consciente? ¿Qué significa todo esto? ¿Qué es lo que realmente estoy buscando? ¡¿Qué?! Sí, estoy asustada, y cómo no estarlo. Siento que hay sombras de recuerdos perdidos que...