¿Valle Azul? ¿Qué es lo que olvidé? ¿Acaso tengo un pasado del que no soy consciente? ¿Qué significa todo esto? ¿Qué es lo que realmente estoy buscando? ¡¿Qué?! Sí, estoy asustada, y cómo no estarlo. Siento que hay sombras de recuerdos perdidos que...
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El automóvil se detuvo frente a una casa de aspecto modesto pero acogedor en el tranquilo vecindario de Valle Azul. Alessia miraba a su alrededor con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. La neblina matutina envolvía el paisaje, dándole un aire misterioso a su nuevo hogar.
Leticia observó a su hija con atención y notó la expresión distraída en su rostro. Se acercó a ella con una sonrisa cálida y le puso una mano en el hombro.
—Alessia, stai bene? —preguntó con ternura- Siamo arrivati nella nostra nuova casa —(Alessia, ¿estás bien? Hemos llegado a nuestra nueva casa)
Alessia parpadeó, como se despertara de un sueño, y asintió lentamente.
—Sì, mamma, sto bene —respondió, forzando una sonrisa—È solo che... questo posto mi sembra familiare in qualche modo — (Sí, mamá, estoy bien. Es solo que... este lugar me resulta familiar de alguna manera)
Albert abrió la puerta del auto y salió, extendiendo una mano para ayudar a Leticia a bajar. Miró a su hija con preocupación antes de dirigirse hacia la casa.
—Forse hai solo bisogno di un po' di tempo per abituarti —sugirió con gentilezza—Perché non entriamo e vediamo com'è dentro? —(Tal vez solo necesites un tiempo para acostumbrarte. ¿Por qué no entramos y vemos cómo es por dentro?)
Albert se tiene por un momento y mira a su hija Alessia
—Cara mia, devi parlare lo stesso idioma del qui, non siamo in Italia— (Querida, debes hablar el mismo idioma que aquí, no estamos en Italia)
Alessia asintió de nuevo y salió del auto, siguiendo a sus padres hacia la entrada de la casa. Mientras caminaba, una extraña sensación de déjà vu la invadió, recordando la oscuridad de su pesadilla y las manos heladas la habían tocado en la niebla. Pero se obligó a apartar esos pensamientos de su mente y concentrarse en el nuevo comienzo que les esperaba en Valle Azul.
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Después de acomodar todas las cosas, Alessia colocó la foto de sus padres. Cayó la noche y se recostó a dormir sin saber qué pasaría mañana.
Mientras tanto, dentro de la oscuridad, un hombre hacía una reverencia y hablaba.
