El legado de las Sombras

Capítulo 18/ La oscuridad

La luna llena brillaba en el cielo, bañando el Museo de Valle Azul con una luz plateada. Dorian avanzó con pasos firmes y silenciosos por el sendero que conducía a la entrada principal.

Dentro, Edilian estaba esperando, apoyado contra una de las vitrinas del vestíbulo. Su expresión, como siempre, reflejaba una mezcla de arrogancia y desdén, pero había algo en sus ojos que delataba una inquietud subyacente.

—Llegas justo a tiempo —dijo Edilian con sarcasmo— Pensé que te habías acobardado, pálido—

—No es mi estilo dejar una invitación sin respuesta —respondió Dorian con voz suave pero firme— ¿Por qué querías verme?—

Edilian hizo un gesto hacia una sala de exposiciones cercana, donde las pinturas adornaban las paredes. Dorian lo siguió, sus ojos recorriendo las obras con un interés cauteloso.

—Quiero saber más sobre esto —Edilian señaló una pintura en particular.

La pintura mostraba al hombre aristócrata rodeado de figuras oscuras y siniestras. El rostro del hombre había sido borrado, dejando un vacío inquietante en el lienzo.

—Dime, Dorian, ¿qué sabes sobre esta pintura? —preguntó Edilian, sus ojos destellando con desafío.

Dorian estudió la pintura por un momento, su rostro imperturbable.

— No entiendo a donde va esto... pero los Van Dusk tenían enemigos poderosos y entre ellos obviamente son los vampiros....—dijo finalmente— Hay rumores de que los rostros se borraban como un mensaje o una advertencia, ya lo mencioné —

Edilian frunció el ceño, su inquietud palpable.

—Algo no cuadra —dijo en voz baja—Mi instinto me dice que hay algo más. Siento lo mismo que mi padre cuando algo no está bien.... pero no que mismo es lo que me inquieta, si es esa pintura o otra cosa—

Dorian lo miró con curiosidad, sus pensamientos girando en torno a los secretos que él mismo guardaba.

—¿Qué es lo que te inquieta tanto, Edilian? —preguntó, su tono ocultando su propia preocupación

—Ese día del accidente de Alessia... tú estabas ahí, ¿verdad? —Edilian lo miró con seriedad— ¿Qué fue lo que realmente viste, Dorian? Y no te atrevas a mentirme, tu olor te delató en la habitación de Alessia—

Dorian sintió un conflicto interno. La verdad que había presenciado era peligrosa, pero ocultarla podría tener consecuencias graves.

—Que buena nariz de perro tienes. Pero lo que vi... no fue un accidente común...—dijo Dorian, su voz cargada de gravedad— Alessia fue atacada por un vampiro, pero algo más ocurrió—

Edilian lo miró, su instinto de lobo rugiendo ante la mención de un peligro oculto.

—¿Qué pasó realmente, Dorian? —preguntó Edilian, su voz llena de tensión.

—El vampiro que atacó a Alessia... se desintegró al instante al morderla.... —Dorian reveló, sus ojos reflejando la seriedad del momento— Su sangre es... venenosa para nosotros. No había visto nada igual—

Edilian apretó los puños, la revelación llenándolo de inquietud.

—Sabía que algo no estaba bien —murmuró— ¿Por qué no me lo dijiste antes?—

—No sabía si podía confiar en ti, Edilian —dijo Dorian, su mirada firme—Hay fuerzas en movimiento que no comprendemos completamente—

La tensión entre ellos era palpable, una batalla silenciosa de secretos y desconfianza. Ambos sabían que la verdad era un arma peligrosa.