Capítulo 8.

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- Looking For You.

- No puedo, tengo muchos problemas, Mi vida es un asco.- Me correspondió el abrazo muy fuerte.

- Tranquilo, estaré cerca de ti hasta que se te pase, ¿Si?- Sentí como apretaba su mandíbula.

- Eres muy dulce, ¿Sabías?- Me miró a los ojos.

- No, no soy dulce. Solo soy una puta que trabaja bailando para hombres.- Tomó mi mano y se acercó más.

- Yo sé que debajo de todo ese maquillaje eres una chica inteligente y hermosa...- Puso su pulgar en mi mejilla y quitó un poco de maquillaje.

- No, claro que no.- Lo quité rápidamente.

- ¿Porqué? ¿Tienes miedo?- Se sentó, yo lo seguí.

- No quiero que nadie me conozca, eso es todo...- Cubrí mis senos con mi brazo y tomé mi corsett.

- ¿Y ahora qué quieres? ¿Olvidar todo esto?- Se levantó y se colocó la camisa.

- Puedes venir cuantas veces quieras, podemos hablar; pero no te diré mi nombre.- Lo miré.

- No aguantaré mucho...- Se mordió el labio.

- Pero lo harás.- Me senté en el sofá.

- Quisiera tenerte solo para mi...- Se sentó y pasó su brazo por detrás de mi cabeza.

- Pero... Somos extraños, estúpido. – Puse mi cabeza en su hombro.

- Somos extraños que casi tienen sexo.- Reí.

- Já.- Me miró extrañado.

- ¿Por qué te ríes?- Preguntó enarcando una ceja.

- Porque te dejé moretones en el cuello...- Le besé la mejilla.

- Me hubieras hecho mierda la espalda si hubiéramos llegado más lejos.- Me miró pervertido.

- Cállate, nunca tendremos sexo.- Lo abracé.

- Nunca digas nunca.- Sonrió y me correspondió el abrazo.

- Ahora, cuéntame de ti...- Lo miré.

- Soy empresario, trabajo para el Padre de mí prometida...- Abrí los ojos de golpe.

- ¿Estás comprometido?- Lo miré sorprendida.

- Si, pero no la quiero; es una verdadera perra.- Reí.

- Deja de insultar a los animales con esa escoria...- Volví a reír.

- Espera, tienes algo en los labios...- Se acercó y me besó.

- ¿Qué fue eso?- Sonrió.

- Un regalo...- Rió.

- Que lindo regalo.- Bajé mi cabeza, sentí como mis mejillas comenzaban a arder.

- ¿Qué pasa?- Tomó mi mentón e hizo que lo mirara.

- ¡Oh Dios Mío!- Dijo al mirarme.

- Cállate.- Lo fulminé con la mirada.

- Áww, qué tierna...- Se acercó a mi y se acercó para darme un beso, pero me alejé.

- No soy tierna, maldito.- Lo miré.

- Ok, no te digo nada.- Giró los ojos.

- No, no, no, no, no, dime cositas.- Sonreí y empecé a dar saltitos como una niña de 5 años -¿¡Qué carajos estoy haciendo!?- Pensé.


*Looking For You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora