*Looking For You.

Capitulo 2.

-Looking For you.

Tomé dos botellas, no me importa beber alcohol caliente, siempre y cuando sea alcohol. Gritaba y bebía como loca, hoy no trabajaba en la cafetería; es mi único día libre (Lunes), así que el día que odio es Martes. Pero siempre tengo que trabajar de noche, digamos que, soy bailarina exótica en un club nocturno; pienso que es un trabajo de tener una doble vida... Es impresionante y muy emocionante a decir verdad. Me gano la vida haciendo eso, es divertido... Y gano dinero, hoy voy a comer, dormir y... Molestar personas. Cerré la puerta cuidadosamente y enloquecí. Gritaba cosas como:

- ¡SOY LIBRE!- Reía como loca, solté

algunas lágrimas y volví a lo mío, tomé mi manzana para terminar de comerla y subí hacia mi habitación, tomé mi Iphone y le marqué a Dayanne, mi buena amiga.

- Hola, nena. ¿Qué quieres?- Dijo con voz adormilada.

- ¡Hola!, me preguntaba si... ¿Vendrías a mi casa a pasar el día?

- Oh, claro; déjame cambiarme y llego.

- Ok, Bye.- Colgué.

Ahora me toca arreglar un poco este sitio, ya no tengo padre; así que ya me puedo olvidar de ese dolor de cabeza, me dirigí a la cocina y tomé un poco de jugo de durazno, mi favorito. Ya estaba un poco mareada, pero eso no me importó; Serví un poco junto con más alcohol y seguí

tomando, después de media hora escuché golpes en la puerta, al abrirla noté que era Dayanne. Me abrazó y casi me caigo, le correspondí el abrazo y la invité a que pasara. Se sentó en el sofá del living y posó su cabeza en el espaldar de este, me senté a su lado y empezamos a charlar.

-¿Para que me querías?- Dijo con una sonrisa en su rostro.

- Solo quería divertirme un poco contigo...- Me levanté y tomé una botella de vodka y sidra de naranja que se encontraba en el mini- bar, después de esto me dirigí a el sofá con Dayanne.

-¿Quieres?- La miré a los ojos y estos brillaron al ver las botellas.

-¡Siiiiiiii!- Típica respuesta de una alcohólica.

Le serví un poco y allí pasamos el rato, después de que la botella estaba a medias todavía no estábamos ebrias del todo.

-Tenemos que ir a trabajar...- Dije viendo el reloj.

- Tranquila, mi amigo nos cubrirá. Ahora sírveme más de esa cosa.- Dijo pasándome su vaso. Le obedecí y también me despreocupé por la hora.

-Tengo prendas nuevas, pero no sé... Tengo muchas, ¿Quieres prendas nuevas?- Me preguntó, asentí con la cabeza y se levantó de el sofá.