CAPITULO 29

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AITANA

Dos días más he estado aquí metida en el penthouse de León, han sido un fastidio. Uno muy grande, las discusiones siguen y no para de reclamarme sobre Kerem, no puedo creer todavía que haya estado a punto de dispararle a su mejor amigo, porque estaba en su casa conmigo, no le encuentro nada de malo, Kerem es muy simpático y en el tiempo que estuvo aquí antes de que llegara León, me la pasé muy bien, me hablaba sobre temas interesantes y entretenidos, me dolía el estómago de tanto reír.

Él es tan alegre y León tan amargado, no entiendo como tienen una amistad, es un tipo buena onda, León deja mucho que desear, puedo entender que haya disparado a esos tipos en defensa propia, ellos lo atacaron y él respondió, lo que se haría a causa del instinto de supervivencia, pero dispararle a alguien solo porque si. Me impacto que no lo pensó dos veces, él en verdad quería matarlo, afortunadamente Kerem esquivo la bala.

Con eso solo me convenció más de que está completamente loco, tiene serios problemas mentales. Yo quería volverlo loco, pero resulta que ya lo estaba, pero lo que no está es al borde del abismo, y yo...

Cómo lo dije, él solo se fija en que las mujeres tengan un buen físico, en mi descubrió lo que él creía no tenía y jamás iba a tener, a causa de eso ahora me ve como un maldito objeto, que cree de su "posesión," lo que me enfurece porque yo no le pertenezco a nadie y menos a un tipo tan soberbio y egocéntrico como él.

De verdad que lo odio tanto.

No me ha vuelto a tocar porque yo se lo he prohibido, por las discusiones, aún así hace que duerma desnuda junto a él y entre sus brazos. Desde esa noche, algo que me pareció raro es que llegó con los nudillos lastimados y otra vez la herida con sangre, me abstuve de preguntar, eso me dió a pensar que tal vez se metio con alguna casada y el marido los descubrió, por eso no trato de llegar a algo más conmigo estando sin ropa. Ni loca dejaría que me tocará al volver, después de haber estado con otra. Sería caer muy bajo.

De almohada tengo su brazo, el otro me rodea la cintura fuertemente pegando mi espalda a su duro pecho, su nariz está clavada en mi cabello, las sábanas solo tapan nuestras sexos, estando así siento la ferviente erección en mis glúteos, está dormido y con una maldita erección a punto de atravesar mi pobre trasero.

Me volteo cuidadosamente, sin hacer el más mínimo ruido, acomodó la sábana para que su cosota no atreviese mi vagina, quedó cara con cara. Veo sus pobladas cejas, sus largas pestañas, la nariz perfecta y los labios gruesos que me han recorrido cada centímetro, así pareciera que no quebra ni un plato, su pecho sube y baja lento, todo duro, como sus brazos, repaso los tatuajes, tiene muchos más que yo. Hay que reconocer que tiene un cuerpo envidiable y entrena mucho para mantenerlo así.

Lo observo detenidamente, está profundamente dormido, sus guardaespaldas al ver que aún no baja seguro se ponen a hacer otras cosas y no estarían rondando la entrada. Está es una valiosa oportunidad para ya por fin irme de su penthouse, no iría directamente a mi departamento, me iría a la casa de mis padres, ahí no armaría un escándalo si se le ocurre ir por mi y si lo hiciera mi papá lo ahorca.

Con muchísimo cuidado, trato de quitar su brazo que me estrecha a él, se mueve y me quedo quieta, con el corazón latiendo al mil, logro quitar su brazo y me levanto lentamente de la cama, casi caigo, pero afortunadamente no. Ya de pie veo como se acomoda con los ojos cerrados boca abajo.

Estuvo cerca.

Rápido saco de mi maleta ropa, no hay tiempo para una ducha, me visto rápido, la tomó y salgo silenciosamente de la habitación.

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