CAPITULO 28

197 11 7
                                    

AITANA

Me le quedó viendo al hombre rubio que viste un pantalón de vestir café y camisa blanca que sonríe enormemente mostrando sus dientes blancos.

-El señor León no se encuentra - le informa el guardaespaldas.

-No importa - se encoge de hombros restándole importancia -, Me quedaré a hacerle compañía a su novia y nueva amiga - vuelve a sonreír coqueto mirándome.

Cómo un hombre como él puede ser amigo de alguien como León, que parece gruñón uno de los enanos de Blancanieves.

El guardaespaldas se le queda viendo no muy convencido, me imagino porque llegó sin avisar. Asiente y el rubio restaurantero viene a mi.

-Hola otra vez, nueva amiga - se acerca a mi y me da un beso en cada mejilla.

Si León mirara esto seguramente ya estuviera viendo a Kerem volar desde el balcón.

-Hola.

-¿A dónde fue mi mejor amigo? - pregunta paseando sus ojos por toda la sala.

-No sé, no me dijo - me encojo de hombros -, Toma asiento.

Al instante hace caso sentándose y enseguida yo.

-A ese neandertal se le olvida que ahora tiene que avisar a dónde va, no se manda solo - mueve la cabeza en negación, chasqueando la lengua -, pero eres muy afortunada.

Frunzo el ceño.

-¿Afortunada?, ¿Por qué?

-Porque estoy aquí para hacerte compañía - me guiña el ojo.

Suelto un suspiro con una sonrisa queriendo asomarse.

-Oye ¿No tendrás una hermana? - sube y baja las cejas poniendo su brazo en el respaldo del sillón.

-No. ¿Por?

-Es que yo también quisiera una novia con unos ojos iguales a los tuyos, estoy muy solito. Tanto así que tengo que refugiarme en los brazos de cada mujer que me gusta, ya sabes - me guiña el ojo.

Ok, eso ya fue demasiada información.

-¡Oh!, veías Rapunzel, es buena película - apenas me doy cuenta de que esa era la película animada - El chico malo que se enamora de la chica buena y tierna, que muere por conocer el mundo exterior - asiente sonriendo.

Justo sale el final, la boda.

-Espero pronto mi invitación, amiga - voltea a verme.

-¿Que invitación? - pregunto confusa.

-Por supuesto que la de su boda, la tuya y León. Si mi amigo por fin tiene una relación formal significa que aquí va haber boda, por el banquete no te vayas a preocupar yo encantado de hacerlo, tengo un gran equipo de chefs.

Se nota que León no le ha contado nada, por eso mi deber es hacerlo, no debería pero estoy enojada con ese idiota, por lo tanto le contaré todo para que no se vaya a crear ideas que no son. Porque yo nunca en mi vida me casaría con alguien como León y si a William se le ocurre una boda, que la novia sea Oriana y no yo, ella es la indicada para eso.

-No va haber boda, al menos no conmigo, primero que me parta un rayo si eso pasa - le digo viendo sus ojos azules de un tono diferente al mío.

-¿Por qué no?, si son novios, lo que sigue es eso.

Niego.

-Debes de saber algo.

-Ok, tu cuentame con entera confianza, anda - me anima a hacerlo.

ARDIENTE PASIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora