Capítulo 3

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D O M I N I K

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D O M I N I K

Odio los domingos, y los días domingos para la famiglia son sagrados. Aunque por apariencia nos vemos como una familia estereotipada y hombres de negocios, cada uno de nosotros lleva consigo una carga y un deber de sangre que hemos seguido por generaciones, así somos los Vitale, bueno eso esta a punto de cambiar, a mi padre le quedan menos de tres meses de vida y como su primogénito debo tomar su lugar.

En mi niñez creía que el dinero lo compraba todo, pero ahora en mi vida de adulto me doy cuenta que no es asi, hay algo que el dinero y el poder no puede comprar. La cura a una enfermedad terminal es nula, y aunque busques algún tratamiento para alargar mas el tiempo de vida y adquieras los servicios de los mejores médicos del mundo cuando la muerte llama ni porque le vendas el alma al mismísimo satanás te salvas.

Algunos hombres que han sido fieles a mi padre no están del todo contentos de que alguien como yo que lleva en la sangre descendencia Coreana sea el jefe. Pero cuando su opinión sea meterse una bala por el culo que me la den, quiero estar en primera fila para verles, malditos bastardo cuando tome el lugar que me corresponde voy a matar a cada uno de los que despreciaron a mis hermanos y a mi por tener rasgos diferentes al de un italiano al cien por cien, Jesús estamos en pleno siglo XXI.

Tengo una rutina que consiste en tomar café negro todas las mañanas antes de ir a entrenar con mi saco de boxeo, y los baños con agua helada son lo mejor, mi parte favorita del día es cuando me dirijo al sótano a tomar el desayuno mientras observo como suplica por su vida una vez más Karina y el patan de su esposo, oh... bueno más bien suplica que los mate de una vez por todas, pero eso es un lujo que no se le puede dar a cualquiera. Ellos me traicionaron y la traición se paga con muerte pero eso es algo dulce para ellos y no estoy dispuesto a ceder.Puede que no haya necesitado torturar a nadie antes, pero no por ello deja de ser satisfactorio.

Justo cuando estoy tomando el último bocado de mis sagrados alimentos escucho unos gritos que pertenecen nada más y nada menos que a mi exasperante pero adorable hermanita. Me tomo el tiempo necesario para tragarme el desayuno y dar paso escaleras arriba para averiguar de que se trata ahora.

Observo como Luca y vittor mis hombres de mayor confianza le bloquean el paso.

—Buenos días Nadia, ¿Qué te trae por estos rumbos no es algo temprano para ti? —le digo mientras me inclino para dejarle un casto beso en la coronilla.

Hoy lleva el cabello con ligeras ondas, un top de tirantes y unos pantalones cargo negros, y un maquillaje prolijo. Aunque compartimos los mismo genes ella posee ligeros rasgos de nuestra madre por lo que podria pasar como una chica sin descendencia Coreana, es toda una una princesita de la mafia. Una princesa que se parece más a la bella durmiente.

Se aparta inmediatamente y clava su mirada directamente con la mía tiene una mirada de los mil demonios. señor dame toda la paciencia existente para soportar lo que se avecina ahora.

—¡no puedes hacer esto Dominik! —dice mientras se lleva las manos a las caderas —¿por qué me lo ocultaste?, cuánto tiempo creíste que ibas a mantener en secreto que habría un concierto de ¡MINDOS!

Y aquí vamos, sinceramente creí que no se enteraría. Tengo a mi disposición a los mejores hackers de Italia y Estados Unidos así que fue fácil pedirles que se metieran al celular de mi hermana y alejaran todo lo posible la noticia del maldito concierto. Pero no funcionó por mucho tiempo.

Trato de mantener mi tono lo más calmado posible.

—Tesoro es un evento muy grande y mantener la seguridad a raya sería imposible, sabes muy bien que me preocupo por ti —le explico.

—pero tienes como que, 200 guardias a tu disposición, llevare a la mitad a Corea conmigo —me responde de manera incrédula —así no tendrás más preocupaciones, pero porfavor no me arrebates esta oportunidad Dom —noto como en sus ojos empiezan a asomarse un intento de lágrimas.

—sabes que no puedo hacer eso hermanita, ni aunque lleves mil guardias estará garantizada tu seguri...

—esto es lo último que te pido Dominik, así que por favor llévame a ese concierto —dice mientras se pone de rodillas y empieza a suplicar nuevamente, esta niña esta muy consentida —y de ahora en adelante haré todo lo que se me ordene, así que hazme este fav...

—Mierda, tesoro levántate en este instante antes de que lo haga por ti —y grito— todos fuera de mi vista ahora mismo si no quieren que les arranque los ojos con el tenedor.

Empiezo a desbrocharme dos botones de la camisa antes de perder los estribos

—a mi oficina ahora mismo —mi hermana intenta protestar mientras me doy la vuelta y la interrumpo.

—¡ahora Nadia! O juro por los cielos que iré a encerrarte bajo llave yo mismo —abre tanto los ojos que parece que se le van a salir y se levanta rápidamente mientras me sigue.

Si hay algo que me fastidia es que la gente me supliqué cuando ya dije que no ante cualquier situación. Y ver a Nadia tan vulnerable por un grupo musical de pubertos y frente a mis hombres hace que quiera arrancarles la cabeza solo por verla en ese estado.

Si no puedo controlar a una adolescente de diecisiete años como lo lograré cuando tenga a mis propios hijos, seguramente el que perderá la cabeza seré yo.

Mientras tomo asiento en la cómoda silla de mi oficina, me inclino para que mis codos queden en el escritorio, entrelazo las manos mirando fijamente a Nadia

—así que estas dispuesta a todo, hasta humillarte frente a mis hombres, hombres a los cuales no tienes que dejarte ver tan desesperada, tienes que controlarte en unos meses cumplirás dieciocho años —le digo furioso sin apartar la vista.

—Lo siento Dom se que suelo ser un poco caprichosa, pero esta vez lo digo en serio, llévame al concierto y haré lo que desees —dice mientras se agarra del respaldo de la silla que está frente a mi.

—Eso es todo Nadia no vuelvas a arrastrarte frente a nadie nunca más, si no yo mismo te sujetare a una silla de por vida. Entiende que lo que pides es muy peligroso, lamento que no puedas tener una vida normal y hacer cosas como las demás chicas de tu edad. Pero no pondré en riesgo tu vida por un estúpido concierto.

me levanto de la silla sin decir nada más, me detengo al borde de la puerta cuando la escucho alzar la voz.

—Sigo sin entender por qué no puedes hacer una excepción por nosotros todo ha estado tranquilo en casa, podemos ir sin que nadie se entere y...

—por milésima vez Nadia, que ahora todo este tranquilo no significa que esté dispuesto a poner tu vida en peligro —me apresuro a decir mientras me giro para verla a la cara.

No parece convencida, y realmente no quiero decepcionarla.

Apoyo la palma de la mano en su mejilla y la levanto para que me mire y digo ―No se trata únicamente de ir y venir como lo hace cualquiera tesoro. Necesito que confíes en mí mientras me ocupo de algunas cosas, luego veremos si acepto tus caprichos.

CORAZÓN MAFIOSO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora