D O M I N I K
La veo dormir tan pacíficamente, sus pestañas espesas, su pequeña nariz con un ligero rubor por los visibles moretones que tiene en el rostro, y sus pequeños y carnosos labios que son tan suaves como algodón de azúcar. Apesar de que se ve como una mierda por los hematomas y el maquillaje esparcido, hay algo en ella que me mantiene cautivado. Me quedé a su lado durante toda la noche, en la misma cama. Y aunque no era la primera vez algo dentro de mi se ablando porque ella lo pidió mostrándome esos grandes ojos y suplicandome sin decir ninguna palabra más.
Me ofrecí a cederle la cama entera y dormir en el sofá pero se negó a dormir sola. "No te vayas por favor" y carajo, solo quería envolverla en mis brazos y nunca soltarla. Esta versión de ella tan rota y vulnerable no volverá a aparecer en su vida. Lo juro.
Quiero seguir contemplando lo hermosa que se ve en mi cama al amanecer, pero alguien llama a mi puerta y me veo obligado a apartarme de su lado.
—Jefe lamento molestarlo pero como no respondía el celular vine hasta acá
Mierda, me olvide por completo del maldito teléfono.
—¿Encontraron algo del infiltrado? —Pregunto dejándolo en la puerta y dándome la vuelta para ir por mis zapatos y chaqueta.
—No, es sobre los Moretti.
Mierda, lo único que me faltaba es que esos malditos me dieran problemas aún encerrados en el sótano, incluso me había olvidado de su existencia.
—¿Qué ha pasado? —pregunto, frunciendo el ceño.
—Intentaron escapar de nuevo —dice el guardia—. Lo intentaron en la madrugada, alrededor de las dos de la mañana.
—¿Y luego? -digo, ya con una sensación de molestia creciente.
—Los atraparon justo a tiempo. Lograron desatarse de sus ataduras y estaban tratando de salir por las puertas traseras de la cocina.
—¿Y por qué diablos no me informaste antes? —exijo.
—Lo siento, jefe. Solo me enteré hace poco. Los hombres encargados de vigilar el área estaban haciendo su ronda habitual y los encontraron antes de que pudieran avanzar mucho.
—Perfecto. Voy a ver a los Moretti ahora mismo
Es hora de ponerles las cosas claras una vez más.
Al llegar al sótano, me encuentro con una visión desoladora. Karina y su esposo están encadenados a la pared, exhaustos y derrotados, como debió ser desde el principio. El ambiente es opresivo y el aire huele a desesperación.
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CORAZÓN MAFIOSO ©
RomanceAlessandra da la impresión de estar luchando entre su deseo de escapar de su realidad y su determinación de no dejarse dominar, mientras que Dominik está dispuesto a desafiar todo por la atracción y el amor que siente por ella, incluso sus propios p...