Seojoon salió de entre los árboles sonriendo de oreja a oreja, con el arco en un hombro y un venado de campeonato sobre el otro. Para que nadie dudase de su pericia como arquero, había dejado la flecha sobresaliendo del corazón del animal.
Jungkook enarcó una ceja al verlo.
- Conque no eres solo una belleza.Él le guiñó un ojo por respuesta.
- Para un arquero, las flechas lo son todo.- ¿Quieres despellejarlo, aprendiz de cocinero, o lo hago yo? - Hoseok sostenía el cuchillo con una sonrisa, como si supiera que yo me negaría. No era tonto y no se equivocó.
En las pocas ocasiones que me habían obligado a salir de caza, el descuartizamiento me daba arcadas. Mi padre se enfureció por dejarlo en ridículo.
"el hijo del rey, un cobarde"
Mi hermano se había burlado y sus hombres apenas se habían molestado en disimular su desprecio. Más o menos como todo el resto de mi infancia, pues.
- Hazlo tú esta vez, si quieres - dije. - Yo te corrijo si haces algo mal. - Ambos nos reímos. Supongo que nos entendíamos.
Después de comer, Wooshik se sentó con las plantas descalzas hacia el fuego y se dedicó a frotar sebo entre los gruesos dedos de sus pies.
Seojoon tiró el último hueso y se secó las manos grasientas en su abrigo.
- Con un poco de sal habría estado de rechupete.
Jungkook negó con la cabeza. - ¿Alguna vez ha habido algo de lo que no te quejaras?
- Si no encuentras algo de lo que quejarte, es que no te esfuerzas en buscar. - Seojoon se reclinó sobre un codo, sonriendo hacia la oscuridad y rascándose la cabeza con esa melena larga.
- Aunque mi mujer no me decepcionó nunca. Creía que iba a morir en ese remo de mierda, pero, ya que aún parece que doy sombra, he pensado en ir a verla. Solo para saludar, para saber que está bien.
- Si tiene el menor sentido común, te habrá olvidado - dijo Jungkook.
- Tenía para dar y regalar. Demasiado para pasarse la vida esperando. - Seojoon se sorbió la nariz y escupió al fuego. - Y no es muy difícil encontrar hombres mejores que yo.
- En eso estamos de acuerdo.
Nada estaba sentado a más distancia del fuego, con la espalda erguida hacia los demás y la espada apoyada en las rodillas para frotar el filo con un trapo. Seojoon le sonrió enseñando los dientes.
- ¿Y qué hay de ti, Nada? Ya pasaste años frotando una cubierta. ¿Piensas pasarte los demás frotando ese acero? ¿Qué vas a hacer cuando lleguemos a Taehwa?
Caí en la cuenta que era la primera vez, desde que al Tempestad se lo tragaran las olas, que hablábamos de lo que podría depararnos el futuro. Era la primera vez que daba la sensación que quizás tuviéramos uno.
- Tengo deudas que saldar. Pero las tengo desde hace veintidós años. - Nada volvió a concentrarse en lustrar con brío la espada. - Ya lloverá sangre cuando llueva.
- Mientras no siga cayendo nieve, a mí me parecerá mejor tiempo - dijo Wooshik. - Yo buscaré pasaje hacia Yeonje. Hacia mi pueblo, su pozo da la mejor agua del mundo. - Juntó las manos sobre el abdomen y sonrió como hacía siempre que hablaba de aquel lugar. - Quiero volver a beber de ese pozo.
- A lo mejor te acompaño - dijo Jungkook. - mi ruta va por ahí.
- ¿Por ahí dónde? - pregunté.
Aunque llevaba meses durmiendo a menos de un brazo de distancia, prácticamente no sabía nada de él, y descubrí que quería saber, quería saber más. Jungkook me frunció el ceño, como dudando si abrir una puerta que llevaba una eternidad con el cerrojo echado, y luego levantó los hombros.
ESTÁS LEYENDO
The King (Taekook)
PertualanganEn el reino de Daegu el viento azotó las estrechas ventanas de los aposentos, lo que hizo estremecer incluso la puerta, sujeta por bisagras de hierro, y las llamas de la chimenea estallaron con intensidad. •°•°•°• Contenido Taekook ♡ Personaje princ...