Capitulo 09

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Sora se sentía atrapada entre la tensión de los exámenes y el agobio de sus propias expectativas. Cada pregunta parecía una montaña insuperable, y aunque su mente era ágil y versátil, las palabras en los textos le resultaban densas y tediosas. No podía evitar cuestionarse el propósito de todo aquel esfuerzo, especialmente cuando se trataba de temas que no le interesaban en lo más mínimo.

El gato, siempre presente en sus momentos de estrés, intentaba aliviar la carga con sus comentarios sarcásticos y sus caricias reconfortantes. Pero bajo la superficie juguetona, Sora percibía la comprensión genuina de su compañero. Sentía su apoyo silencioso como una brisa fresca en medio del sofocante calor de la ansiedad.

Pero esa mujer le había preparado siete exámenes modales en la mesa y al hablar, 8 de conocimiento en ciencias, 4 de lenguas y artes, ya que Sora es muy buena en estos aspectos y 10 de compresión lectora. 

— Sabes~ — el gato se la pasaba molestando a Sora en sus noches de desvelo sobre el pecho del un Joon dormido — Me cuesta creer que se te complica el comprender estos textos aburridos. — Confeso sincero, pues se suponía que la humana era una apasionada por la lectura.

— Una cosa es leer fanfic, smut o historias de fantasía, no es lo mismo a leer una historia de aburrida de como se fundó la monarquía y porque el emperador y la familia real tiene la reconocida “sangre azul”  — Contesto tratando de escribir lo más recto que podía en el carruaje. — Creerme que no me interesa saber, como un monto de personas con egocentrismo lograron manipular a miles de estúpidos, haciéndolos creer que  ellos podría gobernarlo de la mejor manera solo porque se cogen entre ellos.

— Cierto… el incesto es muy común en estas fechas — Comenzó a amasar suavemente el pecho de Joon con una sonrisa coqueta — Pero esta es una novela, ¿no es mejor intentar recordar todo lo que sabes de ella?

Sora suspiró, dejando de lado las hojas de examen por un momento. El peso de la tensión comenzaba a disiparse, reemplazado por una sensación de determinación renovada. Quizás Joon tenía razón. Tal vez no se trataba tanto de la dificultad de los exámenes, sino de su propia percepción de ellos.

— Tienes un poco de razón — Guardo las hojas en su maletín  de mano, el cual sería como una mochila para sus clases durante los próximos meses, y comenzó a acomodarse para poder dormir… por fin — Pero ya hice eso hace bastante tiempo y en la novela solo decía que la heroína, aprobó el examen con la nota mínima… y esa mujer es muy inteligente — dio un pequeño bostezo acomodarse para dormir — por lo que, no está de más matarse un poco por una prueba.

El gato observaba con  desdén cómo Sora se sumía en un merecido sueño después de horas de estudio exhaustivo. No le sorprendía en absoluto que estuviera agotada; su dedicación y esfuerzo eran evidentes en cada línea de su rostro, un poco tonto en su opinion.

Pero en ese momento, nada más importaba para el gato que la presencia reconfortante de Joon a su lado. Cada caricia, cada beso en la frente, era un recordatorio de cuánto lo amaba y cuánto ansiaba estar cerca de él. Sentía el latido de su corazón acelerado, un eco de la pasión que ardía en su interior.

Cada instante compartido era una danza de pasión y deseo, una sinfonía de placer que solo ellos dos podían sentir en lo más profundo de sus almas. El gato ardía con la anticipación de recuperar su poder, de mostrarle a Joon la intensidad de su amor en su forma verdadera. Sabía que cuando revelara su naturaleza oculta, desataría una tormenta de lujuria y éxtasis que los consumiría a ambos por completo.

Con cada respiración pausada, con cada contacto de piel que enviaba corrientes eléctricas de deseo, el gato anhelaba el momento en que Joon lo mirara con ojos hambrientos, de pasión, de devoción ardiente. Soñaba con el día en que Joon lo envolviera en sus brazos con la misma voracidad con la que él lo ansiaba, donde cada caricia se convertiría en un fuego que los consumiría desde adentro.

Yo quiero el harem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora