capitulo 17 (Parte I)

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Era un día fresco de principios de otoño, con el aire lo suficientemente frío como para que Sora, Nagoyuki, y Oliver necesitaran llevar abrigos ligeros mientras paseaban por el parque. Las hojas de los árboles comenzaban a teñirse de tonos rojizos y dorados, cayendo suavemente al suelo y creando una alfombra crujiente bajo sus pies. El cielo, de un azul pálido, estaba salpicado de nubes que se movían perezosamente, como si el mundo se resistiera a entrar en la temporada más fría del año. Los tres amigos se habían reunido para una cita, aprovechando los últimos días de libertad antes de que el nuevo semestre comenzara. La atmósfera, que normalmente estaría llena de risas y conversaciones ligeras, hoy se veía opacada por la sombra de recientes y oscuros acontecimientos.

Sin embargo, para Sora, todo esto no sugería un problema tan inmediato. Ella era consciente del proceso que la heroína debía atravesar, y sabía que no había necesidad de preocuparse hasta la muerte del conde. Aunque la situación parecía desesperante, Sora tenía un plan en marcha, uno que había ideado con Joon y el gato, confiando en que todo se resolvería a su debido tiempo. Sus chicos no tenían nada de que preocuparse, aunque no podía decírselo directamente en voz alta; estaba decidida a hacerles saber, de alguna manera, que todo estaría bien.

El silencio se hizo más pesado mientras avanzaban. Oliver, normalmente tan alegre, llevaba una expresión sombría, sus pensamientos evidentemente consumidos por la preocupación. Finalmente, fue él quien rompió el silencio, su voz baja y cargada de inquietud.

- No puedo dejar de pensar en lo que está ocurriendo - dijo, sus ojos fijos en el camino frente a él. Su tono era serio, algo inusual en él, lo que mostraba la gravedad de sus preocupaciones. - Mi familia... estoy preocupado por lo que pueda pasarles. La situación está empeorando, y no sé qué más podemos hacer para protegerlos.

Sora, que caminaba al lado de Oliver, le apretó la mano en un gesto de apoyo, sus dedos entrelazados, brindándole algo de consuelo en medio de la incertidumbre. Nagoyuki, que había permanecido en silencio, caminando junto a ellos, finalmente habló. Su voz era grave y serena, un intento por calmar el creciente pánico que sentían.

- No debemos perder la calma - dijo, sus palabras llenas de una firmeza que intentaba transmitirles fuerza. - Sé que es difícil, pero necesitamos mantenernos unidos y vigilantes. La seguridad de nuestras familias es lo más importante ahora, y no podemos dejarnos llevar por el miedo. Si caemos en el pánico, le estamos dando a quien sea que esté detrás de esto exactamente lo que quiere.

Su ansiedad era palpable, y Sora sintió el impulso de hacer algo para aliviar el peso que él y Nagoyuki cargaban. Sabía que no podía revelar toda la verdad, pero también sabía que su papel era apoyarlos y mantener el ánimo elevado.

- Vamos, chicos - dijo Sora, adoptando un tono más ligero mientras entrelazaba sus brazos con los de Oliver y Nagoyuki. Una sonrisa juguetona apareció en sus labios, tratando de aliviar la tensión. - Sé que todo esto es aterrador, pero no podemos permitir que el miedo nos consuma. ¡No hay desafío que no podamos enfrentar juntos!

Oliver la miró, sorprendido por el cambio de tono, pero no pudo evitar devolverle una pequeña sonrisa. Sora siempre tenía una manera de iluminar incluso los momentos más oscuros.

- Tienes razón, Sora - dijo Nagoyuki, quien, aunque más reservado, también parecía reconfortado por su actitud optimista. - No podemos dejarnos llevar por el pánico. Estaremos bien mientras nos apoyemos mutuamente.

- Exacto, Nagoyuki. - Sora le dio un apretón en el brazo, sus ojos brillando con determinación. - Además, aún tenemos muchos planes por delante, ¿verdad? Hay tantas cosas que queremos hacer antes de que el nuevo semestre comience. No podemos permitir que nada de esto nos detenga.

Yo quiero el harem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora