14. VERDE

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Para mi sorpresa, la respuesta llega casi al momento.

“No. Esperaba tu mensaje. :)”

El emoticono me hace sonreír y me imagino a la chica que está al otro lado de la pantalla haciendo ese mismo gesto.

Otro mensaje.

“¿Cuál es tu color favorito?”

Me parece muy tentador responder que el tono rosado de sus labios me tiene obsesionado desde esta mañana.

“El verde.” Escribo finalmente. «Desde que ví tus ojos.»

“Pensé que dirías el negro. Me sorprendes, Walker.”

 Una carcajada escapa entre mis labios cuando me doy cuenta de por qué lo dice.

Miro la hora. Es muy tarde y aún tengo que darme una ducha, sin embargo, no quiero irme a dormir y hoy es por algo bueno. Vuelvo a sonreír. «Tal vez esta chica sea mi luz.»

Escribo un nuevo mensaje.

“Me encantaría quedarme a hablar contigo, pero es muy tarde y aún tengo que darme una ducha. Apesto a aceite, grasa y desinfectante.”

Me levanto y voy al baño. Me desvisto rápidamente y me meto a la ducha. Mi piel se estremece al entrar en contacto con el agua fría.

Para cuando empieza a salir agua caliente, ya he terminado de ducharme. Salgo del baño con una toalla enrollada en la cadera y con una más pequeña intento secarme el pelo. Vuelvo al salón. Dejando un reguero de gotas a cada paso que doy. Cojo el mando del televisor y bajo un poco el volumen cuando empiezan los anuncios. Camino hasta mi habitación. Abro el armario de la derecha y cojo una camiseta negra y un pantalón del mismo color. Me paro en seco con la ropa en mis manos. «Emma tiene razón. Siempre tan lúgubre todo de negro.»

Lo dejo todo donde estaba y elijo en su lugar una sudadera de color verde y un pantalón de chándal beige. Me pongo la ropa interior justo cuando mi teléfono suena, avisándome de que tengo un nuevo mensaje. Termino de vestirme y vuelvo al salón para ver quién me ha escrito. Mensajes de dos chat distintos. Abro primero el de Emma.

“Esa imagen es digna de ver. Lástima que me la pierda.”

Me quedo con la boca abierta ante esas palabras. «Esta chica… no tiene pelos en la lengua.»

No me doy cuenta de que me estoy mordiendo el labio inferior hasta que veo de quién es el otro mensaje.

Aiden.

“Sé que es tarde pero… ¿podemos vernos mañana?”

Las cosas están empezando a mejorar para mí, así que no me siento culpable por decirle que no. Él vuelve a insistir por lo que tecleo mi respuesta sin darle opción a réplica.

“De acuerdo. Nos vemos mañana. A las 16:30 en la cafetería de la otra vez. No llegues tarde.” 

Emma

Lanzo el móvil nada más enviar ese mensaje. «¿En qué momento te pareció buena idea decir eso? Estúpida, estúpida, estúpida.»

El Nirvana De KyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora