El origen - (cap 1. Aqui molestas) Flashback

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Remontándonos unos años más atrás, en una gran urbanización localizada en el centro de Los Angeles. Vivía una familia bien estante de dos hermanas, un padre y una madre.
Una familia de mucho poder tanto social como adquisitivo por las prometedoras carreras de sus padres y sobre todo por lo amados y apreciados que eran en su urbanización.

El padre era un gran abogado defensor de importantísimas figuras en aquel momento. Se pasaba los meses viajando por el mundo y las semanas que estaba en la ciudad, trabajaba y lideraba en uno de los bufetes más importantes del país. Era una figura referente en el mundo de la abogacía y el derecho, un ejemplo a seguir y sobre todo alguien con quien todo el mundo quería trabajar porque era un propulsor de carreras.
La madre, por otro lado, era más polifacética gracias a los múltiples intereses y habilidades que tenía. Era un mecenas, dirigía tres de los museos más importantes y al mismo tiempo organizaba eventos para empresas y artistas particulares. Era una mujer elegante, recta y muy correcta.

El matrimonio se conoció en un viaje de trabajo veinte años atrás, fue un amor a primera vista desde el momento en que cruzaron miradas la noche en que se celebraba el vigésimo aniversario del bufete. Ella lucía un vestido largo rojo, con un escote en pico y un lazo voluminoso de color verde en la espalda. Estaba radiante, guapísima como una princesa y por supuesto era la más elegante de aquel evento.
La historia la empezaron a esveibir juntos cuando el, después del emotivo discurso que dio en frente de todos, se fue a la barra y entabló con ella la conversación más interesante que había tenido hasta entonces.

Tardaron poco en empezar a salir y mucho menos en casarse, eran jóvenes y estaban locamente enamorados. En la luna de miel viajaron por toda Europa, tenían ya la vida resuelta por todo lo que habían trabajado hasta entonces que los dos querían reconducir sus vidas y plantearse crear algo a partir del amor tan fuerte que sentían.
Karen y Claire Dearing, las dos hermanas que nacieron pocos años después de la boda.

Ambas crecieron felizmente en el ambiente acogedor de esa casa, pasaban todos los findes de semana en la casa que su madre tenía en el campo y todas las tardes que los padres libraban las pasaban jugando todos juntos o paseando por la ciudad. En aquella urbanización todos los catalogaban como una familia feliz por las buenas vibras que todos transmitían, pero con el paso de los años, y a medida que las niñas se iban haciendo mayores, el buen ambiente que siempre se había respirado cambió hasta tal punto que la convivencia llegaba a ser un infierno.

Los padres discutían muchísimo, lo hacían de escondidas a sus hijas para no hacerlas sentir mal, pero muchas noches se podían oír los gritos y los golpes que el padre daba contra los muebles. La situación se le estaba yendo de las manos, tenía la fama demasiado subida y como su madre no estaba fina mentalmente, había momentos en los que la maltrataba de forma psicológica. No obstante, de cara a sus hijas siempre actuaban de forma correcta, como si las cosas fueran bien y fingiendo ser aún aquella familia feliz que siempre predicaban.

Las hermanas también discutían mucho, puesto que por culpa de la presión que sus padres les ponían, se generó una dinámica de celos y competencia que no les hacía ningún favor porque constantemente se echaban las cosas en cara y se trataban fatal por la rabia que se tenían.

Familiares y amistades muy cercanas siempre decían que era una crisis pasajera, que todas las familias tenían mejores y peores momentos pero que con mucho amor y empatía se podían salir adelante. No obstante, los padres no supieron aprovechar todas las oportunidades de reconciliación que tuvieron, dado que a medida que pasaban los años, se volvían cada vez más orgullosos y la situación que ya estaba al filo de la navaja acabó rompiéndose del todo.

El matrimonio se separó cuando las hijas se hicieron mayores, sin embargo, nunca se fueron a vivir a casas diferentes. Parecía ser que para vivir se necesitaban mutuamente y aunque hubiera días en que no se dirigieran la palabra, conseguían crear un clima relativamente agradable. Las dos hermanas, después de que Karen se graduara y Claire empezara su primer año de universidad, empezaron a crecer cada vez más distanciadas de lo que ya estaban, no tenían ningún punto en común dado que las vidas y los objetivos que tenían eran prácticamente opuestos y además Karen se fue a vivir con su pareja.

Claire, por otro lado, se metió en el mundo de los negocios igual que su padre, no porque quisiera ni por obligación, sino porque tenían caracteres tan parecidos que la vida los llevó por el mismo camino. Se pasaba los días reunida con ejecutivos, con altos cargos e invirtiendo en empresas y proyectos como hacía su madre años atrás. Parecía que al final había heredado los rasgos que más odiaba de sus padres, puesto que estaba siguiendo todos sus pasos, pero como la vida le estaba yendo mejor de lo que se esperaba, no se planteó buscar otro camino.

Y así fue como la familia y el vínculo tan fuerte que tenían cuando las niñas eran pequeñas se rompió. El padre cada día viajaba más por el trabajo, había temporadas en las que se pasaba meses enteros viajando por los cinco continentes y mientras desaparecía del mapa, las dos hermanas seguían con sus vidas porque no tenían relación.

Para ellas fue probablemente lo más doloroso, nunca se dijeron adiós ni se dedicaban dos minutos para llamarse y contarse sus vidas, tenían una herida tan grande y tan dolorosa que solo podían alejarse cada vez más para olvidarla y la situación de sus padres les afectó el doble, puesto que se acabaron sintiendo culpables de la ruptura. Y aun así, Karen logró superar ese duelo de mejor manera y poco a poco logró volver con ellos.
Al final de todo, ella era la hija de papá, y aunque eso siempre había sido un problema en esa familia, echaba muchísimo de menos a sus padres y la casa donde creció junto con su hermana y creó recuerdos tan bonitos.

Sucedió en las fiestas de Navidad, la familia Dearing estaba cenando en la gran casa de su padre celebrando el final del año de la mejor manera posible. Estaban presentes los padres, Karen y Scott, el tío de las dos hermanas y cuatro amigos cercanos de la familia con sus hijos.
Había un ambiente muy agradable, puesto que al conocerse todos compartían chistes que sólo ellos  sabían, por qué la mesa entera estaba cubierta de comida de alta categoría y sobre todo porque la familia parecía que remontaba.
No obstante, la madre y la hermana sentían que faltaba una pieza fundamental para completar aquella cena, un puesto que ocupar en aquella mesa tan grande donde las dos hermanas siempre presidían las cenas y una hija con quien brindar y celebrar la última noche del año.

La sobremesa se alargaba y cada vez quedaba menos para tomarse las uvas. Karen estaba inquieta, puesto que aún tenía la esperanza de que su hermana se pasara ni que fuera para decir hola cómo le había pedido en el último mensaje. Pero después de ver el estado que su mejor amiga había colgado, sabía que no iba a pasar hasta que escuchó unas llaves abriendo la puerta.

- Claire?
Pensó por dentro.

- Quien es?
Preguntó el resto

La mesa calló, se hizo un silencio sepulcral en el que no se oían más que las agujas del gran reloj que había en la pared del comedor y los pasos lentos pero firmes, de quien se suponía que cruzaba el pasillo. Nadie sabía quién podía ser dado que la persona que primero se les vino a la cabeza no estaba ni en la ciudad y el resto que tenían copias de las llaves no estaban invitadas a esa cena.

- Hola...
Dijo con miedo, entrando en el salón

- Claire...
Dijo la madre, sorprendida de verla ahí después de siete años

- Qué tal?
Preguntó al verlos a todos tan felices

Claire se quedó ahí parada, puesto que no sabía qué hacer. Estaba tensa y muy nerviosa por la situación en sí y cada minuto que pasaba se sentía más arrepentida de haber vuelto. Todas las caras de la mesa le eran familiares, puesto que habían coincidido varias veces a lo largo de la infancia, pero la cara que no vio fue la de su padre. No se dignó a mirarla a la cara porque sentía que no se merecía ni eso, no le dirigió ni una simple mirada en todo el rato que estuvo ahí de pie y hasta que no se sentó en la mesa no intercambiaron ni una palabra.

- Estábamos hablando de nuestros propósitos para el año que viene.
Le dijo Karen para que se pusiera al día.

- Ah... Interesante! ¿Cuáles son?
Preguntó tímida tocándose el pelo.

- Pues... Al final todos pedimos lo mismo, familia, mucha salud, alegría y seguir hacia delante, ¿no?
Dijo un amigo de los que había por ahí.

- Claro...

- ¿Cuáles son tus propósitos?
Preguntó su padre con voz desafiante.

Y fue en ese momento en que se dio cuenta de que de esa cena no iba a salir nada bueno. Conocía perfectamente el tono con el que le había hablado y sabía que si le hacía esa pregunta enfrente de toda esa gente era para humillarla y hacerle ver lo muy enfadado que estaba con ella. Durante los últimos  años que vivieron juntos en la casa familiar, la relación entre ellos dos fue a peor. Había muchísima competencia por encima de ese orgullo que tanto lo caracterizaba y mucho dolor y rencor del que sólo ellos dos sabían.

- Pues... Supongo que seguiré con el trabajo... No?
Dijo insegura con un hilo de voz, mirando a su alrededor

- Pero más allá del trabajo, ¿algo personal...?

- No lo sé... No me lo he planteado, tengo mucho que hacer...
Dijo colorada tocándose el pelo

- Nunca sabes nada.
Comentó su padre ofendiéndola.

- Has pensado en tener hijos?
Preguntó su tío

- Mm... Me lo he planteado, pero no los voy a tener, no me gustan mucho los niños
Dijo con una sonrisa nerviosa

- ¿Tienes pareja al menos?
Le continuaron preguntando

-... Si, si... Tengo novio
Dijo avergonzada

Por cada pregunta que le hacían, la incomodidad aumentaba, no sabía a qué se venían tantas preguntas sobre su vida personal y al final empezó a preocuparse. Parecía que estaban intentando echarle las cosas en cara, como si no fuera del todo bienvenida y que lo mejor que podía hacer era irse de ahí y seguir con sus cosas.
Sentía que ese no era su sitio, que no era ahí donde debía estar y que las personas que iban a quererla e iban a cuidar de ella para siempre no estaban en esa casa.
Se cruzó de brazos un poco incomoda mientras los apoyaba sobre la mesa para ver mejor a todos los presentes, pero cuando cruzó la mirada con su padre, se cohibió nuevamente y bajó la cabeza.

- Y... ¿qué es de tu vida, a qué te dedicas?
Preguntó Karen.

- Pues hoy he vuelto de Suiza, de un viaje de trabajo y en unos días me vuelvo a ir.

- ¿De qué trabajas?

- Ahora estoy en un nuevo proyecto...

- El de los dinosaurios?
Comentó su padre.

- Sí... Supongo que ya lo habréis oído por las noticias.
Dijo mirando hacia abajo al ver que su padre iba a chivar todo lo que sabía

- Y de qué se trata?

- Eh... Bueno, es un parque temático pero con animales de verdad

- Wow!!
Los demás estaban alucinados

- Sí... Parece que va todo muy bien, estamos muy contentos

- Pues a ver si nos mandas fotos de algún dinosaurio!
Comentó Karen riéndose

- Si tengo tiempo sí! Por supuesto... Me paso el día trabajando.
Dijo un poco apurada

- Trabajando en qué, en apuntar cuantos dinosaurios tienes... Eso no es trabajar
Dijo menospreciando todo el esfuerzo que ponía y haciendo reír a todo el mundo

- Bueno... Ya es más que apuntar nombres en una lista.
Contestó cabreada de estar aguantando tantas tonterías

- Pero mujer, no te enfades...! Es solo un comentario
Comentó un amigo de su padre, a quien detestaba

- No la enfades, que es la jefa y no te va a invitar...
Dijo otra amiga.

- Uy! Qué lástima...
Dijo irónicamente burlándose de su trabajo.

- Tú a qué te dedicas?
Le preguntó a la amiga que no se callaba la boca y que encima se burlaba de ella

- No, yo no trabajo, yo cuido de mis niñas y soy súper feliz
Dijo súper orgullosa

- Qué interesante, ¡felicidades!
Dijo sarcástica haciendo notar que no le estaban haciendo ninguna gracia los comentarios

- Por lo menos tiene alguien de quien cuidar.
Comentó Scott

- Es lo mínimo que puedes hacer si calentar biberones es tu trabajo
Comentó en voz baja

- Claire
Le dijo su hermana dándole un codazo para que echara el freno

- Bueno faltan quince minutos para las doce, deberíamos empezar a prepararnos
Dijeron mientras empezaban a levantarse de la mesa

- Si! La uvas están en la nevera ya preparadas, coged un bol y nos ponemos delante de la tele
Dijo la hermana

En medio del ruido y de la multitud Claire decidió que no iba a quedarse. No tenía ningunas ganas de pasar un evento tan interesante como ese en una casa donde no la querían ver ni en pintura y por eso aprovechó para coger sus cosas

- No te vas a quedar?
Preguntó la hermana molesta

- No... Tengo una reunión mañana y quiero irme pronto a la cama
Mintió mirando al suelo

- Es solo brindar, no hace falta ni que te bebas la copa

- No... Lo siento
Dijo poniéndose el bolso

- De verdad Claire!? Por un día que nos vemos y no te vas a quedar ni veinte minutos!!?
Dijo molesta

- Pero si ni siquiera tú me quieres aquí! No soy bienvenida!! Que quieres que haga yo delante de toda esta gente que ni me respeta?

- Eso no es verdad

- Claro que lo es! He venido a deciros que tenía intención de hablar las cosas con calma y lo primero que se os ocurre es hacerme un maldito cuestionario como si fuera una delincuente! No has venido ni a abrazarme Karen! De verdad esperas todavía que quiera quedarme?

- Qué querías que hiciera?

- Demostrarme que somos hermanas y que por fin te has dado cuenta de que te manipulan como una maldita marioneta
Dijo levantando la voz justo cuando se callaron todos

- EH!
Gritó su padre

- No le vuelvas a hablar así a tu hermana
Le mandó caminando enfadado hacia ellas

- Hablaré como a mi me de la gana
Contestó molesta de tanta tontería 

Tanto su padre como su hermana la miraron con mucha desaprobación y segundos más tarde, en mitad del silencio tan incómodo que se había creado, su padre abandonó le dio la espalda con mucha decepción "no se ni para que te invito" Dijo Karen en un susurro lo suficientemente audible para que Claire se diera cuenta

- Eres una decepción para esta familia
Dijo el padre en frente de todos para humillarla

La pelirroja en ese momento sintió como el corazón se le rompía a pedazos hasta el final pero lo último que podía hacer enfrente de su padre, era ponerse a llorar. Era alguien a quien le tenía mucho respeto y no se podía permitir mostrarse tan vulnerable puesto que se reiría de ella y la seguiría humillando en vez de ayudarla.

Siempre que entraba en esa casa se sentía como una fracasada, se daba cuenta de lo sola que estaba siempre y de lo mal que su familia siempre la había tratado. La tenían prácticamente cruzada, no le hacían ningún caso desde que empezó a trabajar en el parque y aunque tuvieran contacto nunca la llamaban ni se preocupaban por cómo estaba.

Se limpió una lágrima justo antes de abrocharse la chaqueta y se dirigió a la puerta para irse rápidamente y meterse en su cama. Se sentía una estúpida después de creerse que ir a la casa familiar y pasar un buen rato con ellos iba a cambiar las cosas puesto que, todos tenían la mente súper cerrada y seguro que habían estado hablando cosas a sus a espaldas

- Claire espera, no te vayas

- Claro que me voy!! Te crees que me voy a quedar aquí para que me humille enfrente de todos estos impresentables
Dijo rompiendo a llorar

- Venga... Y sabes cómo es papá, en el fondo te quiere

- Este hombre no es mi padre!!! No me ha querido en su vida y si me ha invitado es para quedar bien contigo, que no te engañe

- Deberías estás más agradecida
Dijo la hermana decepcionada

- Agradecida de que?? No te das cuenta de lo mal que me tratáis!! He venido hasta aquí, teniendo mil planes a elegir que me hacían muchísima más ilusión que este, tenía la intención de ponerme a hablar con vosotros con calma porque os echaba de menos y os ponéis así?
Dijo dolida

- Tienes tan poco personalidad que tú también le vas a seguir el juego a un hombre que trata así de mal a su hija? Eres ridícula Karen, ridícula.

- Qué te he dicho de hablarle así?
Dijo caminando hacia ella cabreado

- Tú te has equivocado conmigo señorita, yo no soy un mamón al que escupir a la cara
Añadió

- Pues lo mismo te digo, que llevas toda tu vida tratándome mal, humillándome para quedar bien delante de tus cuatro amigos y yo y no voy a seguir permitiendo que te rías de mi

- Aquí la que se ríe de sí misma eres tú! Que ni siquiera te das cuenta del poco favor que te haces. Vas a complot treinta años en breve y no has construido nada para tu vida, vives sola sin nadie porque ni el hombre más insufrible te aguanta

- Eres una puta fracasada y si me hubieras hecho casa todos estos años, ahora mismo no estaríamos teniendo esta conversación

- Claro que no! Estaría calentando biberones como hace tu hija, cambiando pañales y casada porque lo único que te importa a ti es lo que piensen los demás
Dijo levantando la pantalla del móvil para ver el mensaje mientras se limpiaba una lágrima

- Eres igual que tú madre
Le dijo su padre sabiendo que eso le dolía

- No metas a mi madre en todo esto, déjanos en paz...

- Sabes porque acabó tan mal...?
Contestó

- No hace falta recordarlo
Dijo con mucho dolor

- Por los disgustos que le dabas
Confesó

- Disgustos como no estudiar lo que ella quería?
Comentó mientras se hacía un corrillo a su alrededor

- O como quedarte embarazada a los dieciséis... Porque de eso ya no te acuerdas no?

Después de lo que dijo Claire bajó la mirada inmediatamente "esto no puede estar pasando" se decía a sí misma una y otra vez mientras intentaba no llorar más. Ese comentario le dolió en concreto porqué años atrás prometieron que iba a ser un secreto, que no lo iban a contar a nadie y sobretodo le prometieron que no se preocupara porque la iban a apoyar pasara lo que pasara. Claramente, otra mentira de las suyas porque si fuera verdad no se lo estarían echando en cara enfrente de tanta gente. Lo peor fue ver que su hermana no tuvo la intención de pararle los pies a su padre siendo como era, es más, aprovechó para meter aún más mierda como si se tratara de una venganza colectiva.

- O de cuando desapareciste durante un mes para irte a follar con tu novio?

- Hace falta de verdad hablar de todo esto ahora?

- Del día que arruinaste la ceremonia de tu madre por otra de tus rabietas?
Continuó diciendo

- Has estado hundiéndonos la vida día tras día, y cuando tuviste la oportunidad de volver nos cerraste la puerta en la cara y te fuiste a la otra punta del mundo a trabajar en esa mierda de parque...

- Sabes la de veces que hemos intentando acercarnos a ti? La de noches que tú madre se ha pasado despierta buscando la manera de hablar contigo?

- Pero si ni siquiera me cogíais el teléfono? De que narices estabas hablando!? Intenté hablar con Karen varias veces para que me ayudara y no te dignaste a hacerme caso!! Vale que me he comportado mal y he cometido errores pero no compares! Aquí todos tenemos la culpa de esta mierda, todos hemos contribuido a que las cosas acabaran tan mal así que no tenéis el derecho de echarme a mi toda la responsabilidad
Dijo molesta

- Tú siempre has mirado para otro lado, has pasado de todo el mundo y has ido a tu bola porque siempre has sido una egoísta

- Karen hizo lo mismo y no le vas a decir nada?
Preguntó frustrada

- No metas a tu hermana en esto

- Porqué siempre la proteges a ella?
Dijo con la voz rota

- Porqué ha bajado la cabeza y se ha dejado manipular por ti?
Dijo de forma retórica

- Porque cuando tú madre cayó en depresión, fue la única que se preocupó y tú, no te preocupaste ni un solo momento es más, decidiste irte con tu novio para que luego te abandonara y te pasarás las noches llorando.

- Mamá nunca ha tenido depresión
Confesó

- Se lo inventó para ver si así podías cambiar tu forma de ser y empezar a cuidarnos más
Le aclaró

- Es lo que le pidió a Karen que te dijera pero como te tiene miedo y es tan fácil de manipular nunca te lo dijo. Y si yo no fui es porque no me lo dijisteis hasta que me fui para poder echármelo en cara
Dijo yéndose hacia la puerta

- Después de lo que me hicisteis aquel día no iba a volver, no iba a seguir aguantando tanto dolor. Aquí la que ha cometido el error soy yo, que tenía la esperanza de hablar para arreglar las cosas pero parece que eso es demasiado pedir...

- Si cruzas esa puerta no te la volveré a abrir más
Le amenazó su padre

- Por que iba a querer volver?

- Porqué somos lo único que tienes
Dijo Karen

- Entonces prefiero quedarme sin nada...
Confesó

- Ha sido un placer compartir estos años con vosotros pero yo ahora me bajo del barco... Que os vaya muy bien
Dijo antes de cerrar la puerta

Nuevo amor, Nueva familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora