Nuevo amor, Nueva familia

Que ha pasado?

El despertador volvió a sonar a las siete de la mañana. Una semana más llena de eventos muy prometedores se acercaba y ya era hora de ponerse en marcha. Cogió aire con fuerza para llenar sus pulmones y mientras lo soltaba, se estiró como un gato mientras bostezaba.

Antes de conectarse a sus redes sociales y de dedicarle tanta importancia a todo lo que no la tenía, se volteó ligeramente para ver al amor de su vida que todavía dormía. Estaba preciosa como todas las mañanas, el pelo lo tenía esparcido por la almohada y brillaba con los sinuosos rayos de luz que entraban de fuera.

Desde la posición en que estaba podía ver como el contraluz de la ventana trazaba un contorno dorado por encima de todo su cuerpo que le iba desde la punta de la nariz, hasta el ombligo donde tenía descansando la mano de Maisie. Aquella manita que parecía de porcelana por lo delicada y pequeña que era y la cual le hizo ver que la silueta de su barriguita no era la habitual.

Lo primero que pensó fue evidentemente que estaba embarazada y por esa misma razón se le cortó la respiración durante unos segundos. No obstante, fue una idea que se le fue desvaneciendo cuando cayó en que si estuviera embarazada se lo hubiera dicho antes de que el se enterase por su propia cuenta pero poniendo en el otro lado de la balanza, el hecho de que Claire era muy prudente, nunca la descartó del todo y mucho menos cuando vio que se pasaba una mano por encima con mucha delicadeza

- Claire
Le dijo contento al ver que se estaba despertando

- Mhm...
Murmuró volteándose hacia Maisie

- Buenos días
Dijo dándole un beso detrás de la oreja mientras la abrazaba por la espalda

- Buenos días...
Contestó dormida

-...

- Qué hora es?
Le preguntó dándole un beso a Maisie

- Nada es muy temprano, duérmete
Contestó tapándola hasta arriba

- Vas a trabajar?
Preguntó girándose un poco para verlo mientras bostezaba

- Si! No te molesto mas...

- Vale...
Contestó con una sonrisa acomodándose con Maisie

- Qué vaya muy bien
Añadió

- Te quiero!
Dijo Owen bajándose de la cama para ir al baño y coger su ropa para vestidse fuera

Owen se preparó el desayuno y el almuerzo a la misma vez mientras sonreía alegremente. Estaba sufriendo en aquel instante un ataque de amor tan fuerte que no podía parar de pensar en sus chicas y en lo feliz que lo hacían. Sentía un amor tan fuerte por ellas que estaba incluso dispuesto a todo con tal de tenerlas siempre juntas y a su lado porque sin ellas no era nada.

En su cabeza siempre resonaba la risa de Maisie, era como una dulce melodía para el y en los momentos en los que sentía que no daba para más, pensaba en su energía y su forma de vivir para dar un plus. Era una niña súper alegre, risueña y divertida porque nunca paraba de decir tonterías y hacer burradas con tal de sacarles una sonrisa. Tenía un corazón grande como el mundo entero y puro como su inocencia pero que por desgracia, en el pasado lo habían dañado tanto como habían podido.

Pero para eso estaban Claire y Owen, para sacarle una sonrisa hasta en su peor momento y mimarla y cuidarla mas que a sus propias vidas. Nada ni nadie en ese mundo podía hacerle brillar esa sonrisa tanto como su madre, hacerla tan feliz como Owen cuando salían juntos a la calle y la cargaba como un saco de patatas, ni nadie podía hacerla sentir tan cómoda como cuando dormían los tres juntos.
Entre los tres formaban una familia única, y no sólo por cómo se había formado, sino por lo bien que funcionaban los tres juntos unidos.