A las tres de la mañana

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Tocaron las tres de la mañana y la pareja se encontraba en la habitación haciéndose el amor de forma casi salvaje, después de pelearse como críos y de estar tantas semanas sin siquiera rozarse, ni tenían tiempo que perder ni forma de aguantarse las ganas.

Owen estaba tumbado encima, entrando y saliendo de ella con intensidad mientras la pelirroja se cogía a las sábanas. El colchón daba botes por los rápidos movimientos y el cabezal de la cama daba golpes contra la pared por las ganas que le ponían.
Aquella noche se permitieron hacer cosas que no acostumbraban hacer todas las veces que se acostaban y Claire, decidió que iba a gemir sin límites ni con la preocupación de poder despertar a Maisie. Necesitaba desahogarse, liberar tensiones y malas energías, sentirse dominada por el hombre que tanto la excitaba y sobre todo entregarse en cuerpo y alma a aquel polvo que se estaban echando

- Me voy a correr
Le dijo mientras la espalda se le arqueaba

- Más fuerte
Pidió arañándole la espalda

- Ahhh! Sí, sí! Sigue
Gemía abriendo más las piernas

- Más, más

Owen hizo todo lo que le pidió y más, logró hacerla venir cuatro veces y lo mejor de todo fue que aún tenían más ganas. Los cuerpos estaban que ardían, estaban al límite de estimulaciones, pero si había algo en que nadie los podía ganar, era en hacerse el amor. Nadie se comunicaba en la cama como ellos hacían, nadie se tocaba ni hablaba tan seco como ellos dos, ni se hacían disfrutar el uno al otro como aquella noche.
El cuerpo de Claire temblaba por los múltiples orgasmos que estaba viviendo esa noche, el cuerpo de Owen brillaba por el sudor de tantos movimientos y las posiciones las tenía aceleradas después de que Claire jugara con su miembro y lo estimulara. La cama estaba más que deshecha y las sábanas empapadas y llenas de fluidos misteriosos.

Claire gateó hasta Owen después de haber recuperado el aliento y se puso de rodillas delante de él. Las luces estaban apagadas y era negra noche, pero gracias a la luz de la luna casi llena, Owen podía trazar perfectamente la silueta de su cuerpo. Parecía que la habían esculpido los mismísimos dioses porque las curvas y caderas que tenía eran casi irreales. Se movía muy sutilmente mientras se tocaba el pelo, danzaba de forma muy sexi enfrente suyo mientras se tocaba los pechos y soltó un pequeño gemido cuando se pasó la mano por la entrepierna.

Se recogió la larga y roja melena en un moño y cuando terminó buscó el miembro de Owen en mitad de esa relativa oscuridad "mhm" gimió el entrenador. "Shhh" lo mando a callar mientras lo acariciaba y lo movía hacia los lados y arriba y abajo.

- Me encantas
Le confesó una vez más

- Ya, ya...
Dijo antes de metérselo en la boca

En ese momento los ojos de Owen se dieron la vuelta, se le pusieron en blanco cuando sintió el tacto y cada vez respiraba más agitadamente para compensar el gusto que le provocaba "Sigue"
Pedía Owen poniéndole la mano sobre la cabeza
"Te gusta?" Comentó Claire mientras Owen abría más las piernas La pelirroja se dejó de tonterías y empezó a mover el brazo hacia arriba y hacia abajo con ganas y cuando sintió que cada vez estaba más efecto lo lamió varias veces hasta que consiguió que se corriese

Estaban en el pico más alto y Claire no paraba de sonreír al recordar que ya se habían comido dos veces ese mismo día algo que era habitual en ellos hasta que las agendas empezaron a colapsar.
Se deshizo el moño nuevamente y se lo volvió a dejar suelto para tumbarse a su lado y comentar la jugada mientras recuperaban el aliento. Pero lo mejor fue cuando se quedaron callados, puesto que ya se lo habían dicho tío durante esa hora tan intensa.

Claire sintió un poco de vergüenza mientras recordaba todo lo que había dicho, las posiciones en las que se habían puesto para darse placer y sobre todo por cómo había dejado las sábanas de mojadas. Todo eso le recordaba a los años más intensos que tuvo con Owen, aquellos en los que se acostaban hasta tres veces en un día durante semanas sin siquiera cansarse, los meses en los que no se separaban ni para ir al baño y aunque esa chispa hubiera decaído durante los últimos tres años, sabía que iban a volver a ser como antes.

Le besó el cuello con mucho amor y con el paso de los segundos acabó hasta en sus labios, luego le besó las mejillas y cuando Owen empezó a corresponder se dejó caer en la cama y ladeó la cabeza para que le besara el cuello entero

- ¿Más?
Le susurró al oído mientras bajaba la mano hasta sus pechos muy suavemente

- Por favor
Pidió mirándolo a la cara para volverlo a besar

- ¿Y qué quieres?
Preguntó bajando la mano cada vez más

- Haz de tu magia

Y así estuvieron una hora más, cuando ya no quedaba nada más que hacer ni más energía para darlo todo, estaban los dos tendidos sobre la cama dándose su espacio para coger aire y cuando empezaron a enfriarse Claire se metió en la ducha mientras Owen cambiaba las sábanas.

Tenía la piel y los pezones erizados cuando se miró al espejo, el pelo enredado y la piel brillante y paganiza por todos los fluidos que desprendían. Las piernas aún le temblaban cuando hacía según que gestos y sentía que le pesaba el cuerpo cada vez que hacía un esfuerzo

- Está fresquita
Le dijo cuando Owen entró en el baño

- Si vas rápido te espero para dormir
Añadió con una sonrisa mientras compartían un beso

- Tardo dos minutos

Y aunque fueron muchos más, Claire hizo el esfuerzo de seguir despierta para abrazarlo y dormirse junto a él después de haberle susurrado que lo amaba

- Yo también princesa

- Buenas noches mi amor

- Buenas noches

Fin.

Nuevo amor, Nueva familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora