The Maze Runner - MINHO -

Capítulo 9

***

Me quedé todo el día restante en la camilla. Jeff y Clint habían ido a preguntar si estaba bien y se marchaban sin hacerme más preguntas después de que les decía con la mirada que si.

Newt vino a dejarme la comida y la cena pero en ningún momento la toqué. Winston vino a saltar como mono pero se marchó triste al ver que no le prestaba atención, ni si quiera le seguía el chiste.

- Escúchame, no me importa si no quieres, hablaras conmigo - dice Newt sentándose frente mío con una mirada seria - Alby dijo que te dejáramos en paz pero yo no lo haré, me preocupas.

Suspiré, cómo le podía decir que les hice mucho daño a todos ellos en el pasado y yo lo veía bien. Ni siquiera recuerdo bien todo lo que pasó pero, ¿qué podía decirle?

- Newt yo - agaché mi mirada y solté todo el aire por mi nariz - Solo no me siento bien, no puedo aceptar el hecho de que estamos como estamos, quiero ayudar de otra manera y se que también piensan lo mismo - él me mira confuso - Los escuche a ti y a Alby hablar sobre hacerme corredora - empieza a negar levantándose al igual que yo - Por favor denme la oportunidad.

- No Annie - grita - Hacer eso es un suicidio, intentarlo o si quiera que lo pienses está mal.

- Newt pero...

- Pero nada - Minho entra de la nada y se acerca con nosotros - No serás corredora bajo ninguna circunstancia, ¿entendiste?

- ¿Cuál es su afán de mantenerme aquí? Se que puedo ayudar.

- No le confiaría a alguien que me cubra en mi sección o mis espaldas a alguien que no puede ni decir por qué de sus desmayos o sus sueños extraños - dice mirándome fijo.

- Jodete, Minho. No sabes nada.

- ¿Cómo sabría? No nos das oportunidad de confiar en ti - abro la boca indignada.

Pero tenía razón.

- Solo denme la oportunidad, por favor - les suplico en voz baja mirándolos a lo que ellos se miran entre sí y niegan.

***

Habían pasado dos semanas en las que me había apartado de los demás. Las peleas diarias con Minho eran más seguidas y comenzaba a estresarle en demasía a Alby y Newt.

Hoy me tocaba hacer la cena así que decidí hacer pollo, con papitas cortadas, sal y con un poco de verduras picadas.

Acompañado de un puré de papa - que tanto les encanta - y una limonada que hice con los limones que recientemente salieron en el huerto y una planta de savia dulce que sembramos.

Estaba sumergida en mis pensamientos, me agradaba la compañía de sartén pero últimamente a notado que prefiero estar sola cuando cocino.

- ¿Te estás relajando para intoxicarnos a todos? ¿Qué preparas? - Minho aparece sentándose en un banquito dentro de la cocina.

Ruedo los ojos y suspiro, no dejaría que me colme la paciencia - Si quieres comerlo adelante, si crees que morirás, puedes prepararte algo tu solo cuando yo termine.

Bufó y rodó los ojos tomando una papa que iba utilizar - Por favor deja ahí, Minho, ya lave toda la verdura para que vengas a ensuciarla con tus mierteras manos.

Más tocaba la verdura y quise quitársela, pero este alzaba más y más el brazo para arriba, y no estaba tan pequeña pero más que él si.

Me di por vencida cuando tropecé con su pie y él se sostuvo de la pared atrás de nosotros. Ambos quedamos cara a cara.

Un dolor de cabeza me llegó en ese momento pero lo reprimí, ya no quería arruinar las cosas con él otra vez, siempre que estábamos en esta posición recordaba algo.

- Suelta la papita, por favor - susurro mirándolo a los ojos, no se si era imaginación mía, pero él solo veía mis labios.

- ¿Qué me harías si no lo hago? - acerca más su rostro, estábamos a dos milímetros de que nuestras caras chocaran - ¿Me pegarías? No es algo que no hayas hecho ya, ¿me gritarías? Lo acepto, ¿me echas a patadas? Adelante, vale la pena el riesgo.

- ¿Por qué lo valdría?

- Puedo estar así contigo - su labio inferior roza a propósito con el mío y me dan escalofríos por todo el cuerpo. Pero tan rápido como pasó, se alejó.

Ahora fue él, el que estaba confundido, no sabía que pasó, solo se marchó sin decir palabra.

Por la noche después de entregarles a todos sus platos, me fui a mi choza, pues realmente no tenía ganas de comer ni de estar con todos los demás.

Me pongo a revisar la caja que vino conmigo, no recordaba que tenía eso ahí.

Había arreglitos para el cabello, ligas, todo lo demás.

Desde el día que llegué he usado pantalones grandes como los de Newt holgados. Camisetas enormes, pero ahora que lo pensaba, de alguna manera quería que Minho me notara más.

Tal vez a partir de mañana decida ponerme toda la ropa que vino conmigo, incluso podría usar aquellos shorts para entrenar, pues aunque los demás principales me lo prohíban, si o si entraré al laberinto. Cueste lo que cueste.

- Oye tonta, Alby dice que vengas a convivir - dice Minho entrando como si nada a lo que reacciono levantándome rápido de la cama - Uh - sonríe - ¿Estabas haciendo algo malo?

- Sí, afilar el hacha para matarte por la noche - me encogí de hombros - Ya sabes, despedazar el trabajado cuerpo que tienes.

- Así que, ¿crees que tengo buen cuerpo? - se acerca peligrosamente a mi.

- El de Ben es mejor.

Lo que le dije al parecer no le agradó en lo absoluto y se alejó - Como sea, muérete de hambre entonces.

- Traje mi plato - apunto a donde el platillo estaba intacto.

Él se acerca y lo agarra - Ahora si morirás de hambre - dice yéndose de mi choza.

Rio en mis adentros, yo cocino, obviamente como mientras preparo y sirvo todo.

***

- Hola, fresa.

- ¿Vienes a regañarme?

- Solo para hablar - me levanto de la cama y le digo que se siente a mi lado - Dime.

- Annie se que no te gusta hablar al respecto, pero Minho tenía razón aquella vez. Te notamos más distante, además - suspira mirando el piso de madera - Mañana llega un nuevo novato o - novata -
El punto es, debes atenerte que vivimos aquí, por favor no te apartes.

- Todos tenemos un oscuro pasado, ¿cierto? - él asiente - ¿Qué pasa con los demás? ¿Qué pasa cuando no quieres que eso te perjudique con tu familia? Newt - le tomó la mano - Yo los amo, no sé cómo, no sé por qué, pero pasó, en tan poco tiempo los siento como si hubiera estado con ustedes desde siempre.

No prometo el volver a estar como antes así de fácil, solo dame tiempo, ¿fue tan fácil para los demás? ¿o para ti?

- No lo fue, por eso te daremos tu tiempo, pero no te apartes - asiento mientras me da un corto beso en la sien - Aquí todos te apreciamos, Annie. Unos más que otros.

- Y yo a ustedes, Newt.

*****

- Solo intenta hacer esto, Minho. Se que tienes un gran potencial - digo para colocarlo en un acertijo de laberintos - ¿O no puedes?

El asiático tomó eso como un reto, yo pude ver como avanzaba, como su mente se expandía en sabiduría e inteligencia.

Pude notar quien sería uno de los primeros en colocar en el claro.

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Gomixkill