Capítulo 11

792 66 0
                                    








Annie


Al momento en el que ese niño había subido por la caja, voltee a ver a Alby quien rápidamente me dio la autorización de ser yo la que baje a hablarle.

No podía creer realmente que un niño subiera por la caja, ¿que les pasaba a los que nos ponían aquí? ¿Por qué hacían esto?

Fue muy difícil que el niño saliera, pero al final logré convencerlo.

Él no se despegaba de mí, literalmente se adhería a mi brazo o sostenía fuertemente mi camiseta.

Nosotros ya éramos adolescentes pero él era un niño, un niño sin recordar nada que está rodeado de gente mayor que él, y encerrado igual que nosotros.

Por supuesto que le tenía empatía, si para mí también es difícil aceptar el hecho que estoy encerrada aquí rodeada de paredes con animales letales dentro, no debo imaginarme cómo estará él cuando lo sepa.

Toda la tarde intenté separarlo de las preguntas, de qué evitará preguntarme que hacía aquí o por qué.

La buena noticia es que recordaba su nombre apenas subió. Bobby.

Minho había llegado a pedirme mi choza para dormir. Realmente no sabía cómo estaba yo con él, la última vez le hablé muy feo y aunque no la pasamos peleando después de eso, siento yo que no estaba enojado, pues sigue haciéndome bromas y - honestamente - yo enojada ni siquiera lo voltearía a ver.

Le dije que si, sabía que ser corredor no debe ser nada fácil, también por eso quería preguntarle nuevamente sobre ser corredora. Pero lo haría en un momento perfecto.

- ¿Por qué hay roca al rededor nuestro? ¿La puerta de allá nos llevará al otro lado?

- Claro, nos llevará a la muerte, pequeño - le doy un golpe a Winston quien se aclara la garganta - Es decir, de todos modos estamos muertos aquí.

- Lárgate - le dije y este no dudo dos veces y se fue - Lo que Winston quiso decir es q...

- Estamos encerrados, y esa no es la salida, es un juego - dice apuntando a las puertas - Como prueba.

Abro y cierro los ojos rápidamente, me llegó un deja vu con aquella palabra - prueba, pruebas - Lo miré de una manera extraña.

- ¿Quién nos puso aquí? - niego con la cabeza demostrándole que no tenía ni idea.

- Estamos todos juntos, Bobby, es lo que importa.

- Y lo que importa aquí, son las reglas, eres un niño pero como quiera las seguirás al pie de la letra - miro mal a Alby y este me sonríe, quería asustarlo.

Bobby toma mi mano fuertemente y le hace caso a Alby quien se lo lleva para que coma algo. Fue difícil hacer que el niño me soltara pero al final lo hizo pues le prometí estar con él en menos de una hora.




***






Ni siquiera recuerdo cómo terminé debajo de Minho, tampoco de que minuto a qué minuto terminaron sus labios contra los míos.

Me quedé sin palabras, en mi cabeza se venían demasiadas imágenes mías con el asiático, parecíamos más jóvenes, y en todas estábamos juntos de manera romántica. Ya sea dándonos besos, abrazos, platicando y riendo, incluso teniendo momentos más subidos de tono como el de ahorita.

Pero me aterraba, me daba miedo sentir esto, mi corazón estaba demasiado acelerado, palpitaba casi 10 veces por segundo - o así lo veía mi cabeza en ese momento - Todo mi cuerpo sentía cosquillas y mis pelos se habían puesto de punta.

Me gustaba la sensación, pero con todo lo que recordaba, ¿realmente merecía esto? Tenerlo aquí conmigo, de esta manera.

Minho separó sus labios y con la respiración acelerada por la adrenalina me miró esperando el golpe - Lo lamento, zanahoria. De verdad quería hacerlo.

- Hazlo otra vez - rogué en voz baja, este me miró con confusión, pero con su brazo recargado a la cama, lo movió para colocar mis dos brazos encima de mi cabeza.

Con la otra mano sostenía de una manera suave mi cintura, era demasiado delicado a pesar de ser un hombre robusto y tosco. Sus labios danzaban a la par de los míos con una delicadeza que me llenaba de emoción por dentro.

Se sentía recuperar una parte de ti.

Ahora que lo pensaba, no se que me llenaba más de emoción, el hecho del beso, la posición, el sentimiento que se que ambos sentíamos o el hecho de que acepté que este chico me encantaba.

Al separarnos nos miramos fijamente, Minho me sonríe como jamás lo había visto hacerlo, acariciaba mi mejilla y me levantaba de la cama para quedarnos sentados ambos.

Antes de que pudiera decir algo le corto - Me gustas demasiado, Minho, no preguntas cómo o por qué, acéptalo - regaño y achica más los ojos en una sonrisa más tierna.

- Me encantas, zanahoria - diablos, aquel apodo hacía que mi corazón bailara y todo mi cuerpo lo sienta hervir por mis venas - Lo oculté un ratito, pero ya no quiero hacerlo.






***






Cuando todos estaban en la fogata, dejé que Minho se reuniera con los corredores y yo me acerqué con Bobby quien estaba apartado de los demás.

- ¿Por qué estás solo? ¿Los demás te molestaron? - él niega - ¿Puedes decirme lo que piensas, pequeñín.

El sonríe por ciertas cosquillas que le provocaba en su brazo y opta por acercarse más a mi, recargando su cabeza en mi hombro.

- ¿Crees que mis papás estén preocupados? - aprieto los labios, todo lo que tenía que ver del exterior no me causaba un buen sabor de boca.

- Tal vez ellos sepan que estás bien, aquí con nosotros nada te pasará.

- Soy el más débil de todos, soy un niño - dice con un nudo en la garganta - Alby dijo que mañana ayudaría a Newt con los huertos, me da miedo no ser bueno. Quiero ayudar como todos los demás, pero me siento muy pequeño a su lado.

- Bueno, yo me siento frágil a veces, ya sabes, soy la única mujer, los hombres son salvajes, pero - le señalo con el dedo a todos aquellos que comían y reían entres ellos - Todos esos orangutanes, son mi familia, y una vez nos consideres de esa manera, les confiarías todo.

Eso pareció hacerlo sentir mejor, además Newt se nos acercó y los tres comenzamos a charlar amigablemente.

Gally quiso hacerle su jueguito de quien se salga del círculo gana. Para sorpresa de todos, él aceptó.

Ni siquiera pude reaccionar pero el niño había tirado a gally fuera del círculo a la primera.

Bobby no hizo nada, solo dejó que gally usara toda su fuerza y velocidad para hacerse a un lado y ponerle el pie poco más arriba para que con ese mismo vuelo saliera disparado fuera del círculo de una manera rápida y épica.

Incluso gally le sonrió y le saludó de mano para declarar que estaban en paz, el niño después de eso se acercó a mí y me tomó de la mano, pues tenerlos a todos tan juntos le seguía causando nervios.

- ¿Puedo dormir contigo hoy? No quiero estar solo.

- Vuelve a preguntar eso y te mandaré a un lugar con quienes dormir, te aseguro que no estarás solo - Minho se agacha a su altura y hace que el niño se ponga detrás de mí temblando.

- Déjalo en paz - lo regaño con la mirada a lo que me hace una carita triste - Mañana tenemos que hablar tú y yo - el asiático traga saliva y escucho como él dice - ¿De qué te ríes, mocoso?



















Gomixkill_43

The Maze Runner - MINHO - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora