Capítulo 1 Sueños

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Ethan

Sueños... Esa palabra siempre ha causado un conflicto en mi interior, y la detesto en verdad.

Hay quienes nacen con un propósito claro, otros lo descubren en el transcurso de sus vidas, y algunos terminan dedicándose, por obra del destino, a algo que jamás hubieran imaginado.

En mi caso, bueno, carezco completamente de ellos. No tengo ambiciones concretas, ni tampoco recuerdo haber anhelado algún objetivo específico desde mi infancia. Mientras que otros niños soñaban con ser astronautas, policías u otras profesiones, yo jamás me emocioné por ninguna de esas fantasías infantiles...

Ah, disculpa mis modales, me llamo Ethan Bennett White, aunque mi nombre pronto será irrelevante. En este momento me encuentro de pie sobre las barandas de un puente peatonal mientras contemplo el vacío con un rostro inexpresivo.

Es triste como todo terminará, ¿No? He vivido 20 largos años y jamás logré encontrar un sueño propio.

Una fría brisa de primavera me golpeó el rostro y movió ligeramente mi cabello hacia atrás, miré hacia abajo y me percaté de que hay gente mirándome, algunos lucen asustados, otros sorprendidos, incluso hay quienes sacaron sus celulares para comenzar a grabar.

Supongo que... Antes de dar el último paso, al menos debería explicar cómo fue que terminé en esta situación para empezar.

Jamás fui capaz de encontrar la felicidad junto a mi familia. Mis padres siempre mostraron una clara preferencia por mi hermano mayor, Edwin. Él es el orgullo de los Bennett; siempre logró destacar debido a sus constantes logros y su talento innato en múltiples áreas, por ejemplo, siempre obtenía las calificaciones más altas en la escuela; también fue el capitán del equipo de fútbol de su universidad. Domina varios idiomas con fluidez; incluso es virtuoso con muchos instrumentos, con excepción de la gaita; y sus habilidades culinarias son excepcionales. Además, también posee un carisma arrollador que hacía que todas las chicas se sintieran atraídas por él. Incluso, al alcanzar la mayoría de edad, comenzó a trabajar en la empresa de mi padre mientras continuaba con sus estudios.

En cuanto a mí, bueno... Siempre fui su sombra.

"Empresas Bennett" es el negocio familiar, se trata de una empresa de cosméticos y perfumes reconocida mundialmente.

Por supuesto, mi familia vive rodeada de lujos. Residen en una mansión gigantesca, atendida por mayordomos, cocineros, chóferes y amas de llaves. No pueden quejarse por carecer de algo; y aunque disfruté de esos lujos mientras vivía allí, nunca logré adaptarme por completo a ese estilo de vida, me resultaba completamente ajeno... Era como si yo fuera la única pieza que no encontraba su lugar en ese rompecabezas al que llamo "familia".

No me malinterpretes, quiero decir... Soy agradecido con lo que tengo, pero ¡Mierda! Mi familia está repleta de egoístas que solo piensan en el dinero y en satisfacer todos sus caprichos.

Hay un refrán popular que dice: "El dinero cambia a las personas", pero me parece erróneo, creo que la forma correcta de decirlo es: "El dinero muestra como son realmente". Y sí, sé lo que te preguntas: ¿Por qué no te gusta ese estilo de vida? Bueno... Intentaré explicarlo con un ejemplo.

Considera este escenario: Te apasiona un videojuego, pero para avanzar necesitas invertir tiempo en obtener los recursos como gemas o monedas. Imagina entonces que logras hackear el juego y obtienes los materiales rápidamente, permitiéndote adquirir todo lo que desees en el juego. Al principio la emoción es indescriptible. Compras cada personaje, skin, y mejora disponible.

Sin embargo, una vez que tienes todo lo que deseabas en el juego, ¿Qué sigue? De repente, te das cuenta de que ya no hay un objetivo claro, y el juego pierde su atractivo. Lo que antes te emocionaba ahora se vuelve monótono, y rápidamente pierdes el interés.

Tormenta de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora