Seth
Llegué tarde a casa después de pasar tiempo con Ethan en el parque. Mi horario de clases terminaba a las 4 pm, pero llegué a las 7 pm, lo cual obviamente molestó a mi madre. Cuando llegué, ella estaba esperándome en la puerta con los brazos cruzados.
Cuando nuestras miradas se encontraron, una helada brisa nocturna nos golpeó. Ella me miró de pies a cabeza, luego suspiró.
-¿Qué son estas horas de llegar? ¡Nos tenías preocupados! Además, ¿Por qué faltaste a la universidad? Alan me llamó hace un rato, y me comentó que ni siquiera te presentaste en el club de esgrima ¿Para qué te pago la carrera entonces, Seth? -cuestionó mamá, visiblemente molesta. Yo rodé mis ojos y crucé mis brazos, luego aparté la mirada.
-Ya te lo he dicho muchas veces... Ese imbécil y yo ya no estamos juntos. No es asunto suyo si falto o no a clases. De todos modos... La explicación te la debería dar yo ¿No crees? -pregunté de vuelta y le dediqué una mirada desafiante. Mi madre asintió y acomodó un mechón de su cabello rubio detrás de su oreja, después suspiró con pesadez.
-De acuerdo, Seth. Entonces podemos discutirlo durante la cena con tu padre. Lamento haberte hablado de ese modo, solo estaba preocupada -respondió ella y sonrió cálidamente. Inflé mis mejillas y asentí. -Ven, pasa, preparé salmón frito, es tu favorito, cariño -añadió entre risas y señaló el interior de la casa por encima de su hombro. Asentí y entré.
Cerré la puerta tras de mí y subí a mi habitación para dejar mi mochila. Después de unos minutos, bajé a la cocina donde encontré a mis padres ya sentados a la mesa, esperándome. Sin intercambiar palabra alguna, me senté y le eché un vistazo a la comida, entonces sonreí por el aroma tan agradable de la comida recién preparada.
Mi madre siempre ha sido muy sobreprotectora. Tiene la costumbre de preocuparse por cualquier tontería, incluso si es algo trivial, y tiende a estresarse excesivamente por su trabajo y por pagar las deudas del préstamo bancario que hicieron para comprar la casa.
No somos precisamente ricos, para nada. Y, debido a esa situación financiera, he tenido que pasar hambre en algunas ocasiones. Sin embargo, creo que es uno de los sacrificios que tengo que hacer, pues... Antes de que compraran la casa, nos mudábamos con regularidad, lo que me dificultaba la tarea de hacer amigos.
-Seth, tu madre me contó sobre tu "escape" de hoy, ¿Puedes explicarme qué sucedió, hijo? -preguntó mi padre tan pronto como me senté, su expresión es seria. Mi madre asintió, mientras yo suspiraba.
-Ah... Ayudé a un chico que intentaba suicidarse. La gente realmente no se preocupa; se quedan grabando como estúpidos en lugar de hacer algo. Si no lo hubiera ayudado, entonces estaría muerto -respondí y corté un trozo de salmón con el cuchillo, después lo llevé a mi boca. Mis padres se miraron mutuamente, muy sorprendidos.
-Mira Seth... Sé que actuaste con las mejores intenciones, pero te hemos dicho muchas veces que no deberías involucrarte en situaciones estresantes, de lo contrario tu enferme...
Al escuchar sus palabras, bufé y apreté mis dientes.
-¡Basta ya! -exclamé furioso, interrumpiendo a mi madre. Ambos enmudecieron. -Estoy harto de que me traten como a un niño por esa maldita enfermedad. Estoy cansado de limitar mi vida y que todos me miren con lástima -añadí.
Les dediqué una mirada ácida a ambos, luego suspiré con pesadez.
-Ya no tengo hambre... -musité y me puse de pie, luego me dirigí hacia las escaleras.
Aunque ambos me llamaron, los ignoré y subí a mi habitación. Es tan triste que que los demás me traten diferente solo por esta estúpida enfermedad. ¡No necesito la lástima de nadie! Soy tan capaz como cualquiera.
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Tormenta de primavera
RomansEthan Bennett es un joven de 20 años. Cansado de vivir bajo la sombra de su hermano mayor, soportar los abusos de su tío, y de no poder cumplir con las altas expectativas de su familia, decide buscar su propio camino en la vida e ingresa a la univer...