Seth
La fiesta finalizó a las 11 p. m. Después de bailar durante horas, los organizadores comenzaron a recoger todo, y poco a poco, el ambiente festivo ceso. Me quedé de pie junto a Ethan mientras mirábamos a todos marcharse.
Cuando las luces de red que adornaban las palmeras se apagaron, la única fuente de iluminación fueron los tenues rayos de la luna, que se reflejaban en el sereno océano.
El pelinegro sonrió para sí mismo y tomó mi mano con delicadeza, después me miró de reojo.
-Seth... -susurró. Me sonrojé y me volteé, sus ojos esmeraldas brillaban como las estrellas.
-¿S-sí?
-Ahora que estamos solos... ¿Podrías repetir lo qué dijiste hace rato? Ya sabes... Dijiste que yo te gustaba... -pidió, con una sonrisa coqueta, después acarició su nuca. Me sonrojé hasta las orejas y solté su mano.
Retrocedí un poco y cubrí mi rostro con ambas manos, dejando un espacio entre mis dedos para verlo.
Siempre he creído que... el acto de declararse depende de 3 factores muy importantes: El primero es el raciocinio, el segundo, la confianza que se tenga en uno mismo, y el tercero... es encontrar un momento adecuado para hacerlo.
De repente, mi pulso se aceleró y un sentimiento innombrable se propagó por todo mi cuerpo. Sentí como si el tiempo se hubiera detenido por completo, una fría brisa marina golpeó mi cabello, despeinándolo sin mucho esfuerzo. Ethan se quedó expectante.
Su hermosa mirada esmeralda, y su sonrisa cálida... Ambas fueron el detonante para que mis sentimientos se desbordaran como la espuma...
-La verdad es que tú... Me gustas, E-Ethan, me gustas mucho, muchísimo... Y... M-me gustaría estar contigo y hacerte feliz... -confesé, con mis mejillas ardiendo. Él jadeó sorprendido y dejó escapar una risita tierna.
Sin decirme nada, el pelinegro me abrazó con fuerza, dejando mis brazos atrapados, después me levantó sin mucho esfuerzo y comenzó a agitarme de un lado a otro mientras besaba mis mejillas.
-¡O-oye, bájame! -exclamé entre risas. Él rio de manera coqueta.
-Lo haré si me dejas besarte otra vez más antes de irme -pidió, mirándome a los ojos. Inflé mis mejillas y fruncí levemente el ceño, luego asentí.
Ethan me bajó y se quedó mirándome fijamente a los ojos. (El color de sus ojos es precioso...), pensé. Apoyé mis temblorosas manos en su pecho, después me paré de puntillas y acerqué mi rostro al suyo. Cerré mis ojos y, cuando nuestros labios hicieron un suave roce, el pelinegro los unió en un dulce beso. Él acarició mis mejillas como si yo fuera lo más precioso que tiene en esta vida.
Después de separarnos, le sonreí y tomé su mano, finalmente, me despedí y me fui a casa.
...
Regresé a mi casa mientras sonreía como tonto durante todo el camino. No puedo creer que... ¡ETHAN ES MI NOVIO! Me siento tan feliz que mi corazón podría paralizarse ahora, eh... Literalmente, creo que mejor debería calmarme un poco...
Al llegar, mis padres notaron que mi actitud seria y distante fue reemplazada por una más cálida y agradable. No pienso contarles sobre Ethan todavía, quiero que se conozcan de una manera más formal.
Luego de cenar, subí corriendo a mi habitación, me puse mi pijama y me recosté en la cama, después hice una llamada con Ethan hasta que me quedé dormido sin darme cuenta.
...
Mi madre tocó la puerta. Parpadeé un par de veces y bostecé. (No me levantaría si no fuera porque hoy es nuestra cita), pensé mientras me estiraba. Abrí las cortinas de la ventana para dejar entrar los rayos del sol, sin embargo, me encontré con una mañana lluviosa.
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Tormenta de primavera
RomanceEthan Bennett es un joven de 20 años. Cansado de vivir bajo la sombra de su hermano mayor, soportar los abusos de su tío, y de no poder cumplir con las altas expectativas de su familia, decide buscar su propio camino en la vida e ingresa a la univer...