Ethan
Gracias al resultado de la prueba, William concluyó que tengo afinidad con carreras relacionadas a las siguientes áreas: arte, medicina o tecnología.
Adicionalmente, el rector me sugirió algunas carreras de cada área e incluso hizo una lista. Agradecí por su ayuda antes de salir de su oficina y, cuando cerré la puerta, me quedé de pie revisando los resultados y debatiendo conmigo mismo sobre cuál carrera elegir y, cuando me cansé, me senté en las escaleras de la recepción del edificio administrativo.
Un rato después sonó la campana del almuerzo, el sonido provocó que me sobresaltara, (¡Quiero ver a Seth y contarle!), pensé y sonreí.
Me levanté de las escaleras para dirigirme a la salida, no obstante, la maldita casualidad no estuvo de mi lado esta vez y, para mi desgracia, me encontré con el hijo de William, Gavin. El rubio me saludó agitando su mano mientras sonríe cálidamente. Correspondí el gesto con incomodidad y me acerqué a él, entonces su mirada gris se tornó curiosa.
-¿Qué haces por aquí? -pregunté y lo miré fijamente a los ojos. Él sonrió con picardía y se mordió el labio.
-Hola a ti también, grandulón. Verás... Estaba buscando con quién coger hoy en el baño, ¿Te gustaría acompañarme? -preguntó y guiñó el ojo. Arqueé ambas cejas, me puse pálido y negué repetidamente con la cabeza. Él soltó una carcajada. -Es broma, es broma. De hecho, iba a buscar a Seth gatito para almorzar juntos ¿Quieres ir conmigo? -propuso. Asentí y sonreí.
Mientras caminaba por el pasillo junto a Gavin, él me contó que está estudiando pediatría. Luego, me cuestionó sobre mi propia carrera. Con cierta inseguridad, le expresé que aún no me decido por una opción en particular. Ante mi respuesta, el posó su mano sobre mi hombro y sonrió, aconsejándome que me tome las cosas con calma.
Agradecí sinceramente su apoyo y comprensión. (Bueno, para ser un pervertido, tiene un buen corazón), pensé mientras lo miraba de reojo.
Al llegar al salón de Seth, este último fulminó a su primo con la mirada. Gavin rio con nerviosismo y le explicó que su intención era que todos almorcemos juntos. Mi salvador rodó sus ojos y aceptó a regañadientes, recogió su mochila y caminamos por el pasillo, rumbo a la cafetería.
Una vez allí, un chico pelinegro con aretes simuladores negros le guiñó el ojo a Seth, el cual le devolvió una mirada de desprecio y lo ignoró.
En ese momento fruncí mis labios y llevé una mano a mi pecho, (¿Por qué... me siento molesto por eso?), me pregunté mentalmente, luego suspiré. (¡Rayos, Ethan! Tienes que ponerte las pilas, o él te podría quitar a Seth), pensé y me di una palmada en la frente.
No pasé por alto que el chico de los aretes me miró con seriedad y curiosidad, y luego tomó su comida y se marchó.
Seth y Gavin compraron lasaña y, por mi lado, escogí una hamburguesa. Estábamos a punto de sentarnos en una mesa cerca de la ventana con vistas al campus, cuando de repente alguien tocó mi hombro. Me volteé para ver de quién se traba y mi mirada se encontró con unos brillantes ojos ámbar, se trataba de Kasia, quien cargaba una bandeja con una ensalada y un jugo de frutas.
Ella me sonrió con serenidad y dijo:
-Ah, ¡Hola! Me alegra verte. Creo que ahora podemos cumplir lo que te propuse el otro día ¿Recuerdas? -preguntó. Sonreí y asentí. -Además... Las chicas y yo nos preguntábamos si podíamos acompañarlos -añadió riendo. Arqueé una ceja. Gavin y Seth se miraron mutuamente confundidos.
-¿Las chicas? -cuestionó Seth.
-¿Cuáles chicas? -añadió Gavin en tono burlón. La pelinegra rodó sus ojos y miró hacia atrás.
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Tormenta de primavera
RomanceEthan Bennett es un joven de 20 años. Cansado de vivir bajo la sombra de su hermano mayor, soportar los abusos de su tío, y de no poder cumplir con las altas expectativas de su familia, decide buscar su propio camino en la vida e ingresa a la univer...