No Puedo Soltarte [Omegaverse-2021]

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El albino despierta, se acomoda sentándose y lleva una mano a su frente, sentía un fuerte dolor, quita las sábanas y abre los ojos al ver vendas en sus muslos, el azabache entra.

—Haz dormido por una semana, ya puedes levantarte normalmente.

—¿U-Una semana? —dice asustado—. ¿Q-Que me sucedió?

El azabache se sienta a su lado para empezar a quitar las vendas, el albino lo recuerda todo al ver las heridas, las lágrimas querían salir, muerde su labio con fuerza observando las horribles cicatrices.

—No es tu culpa —limpia las lágrimas con su pulgar—. Fue Servant.

—¿S-Servant? —el azabache le besa la frente.

—Aún es temprano para decirte, pero por ahora diría que es el otro tú —el albino estaba confundido—. No he ido a la ciudad desde que dormiste, por lo que hoy debo dejarte y posiblemente llegue tarde.

El azabache le da un profundo beso al albino, este agarra el saco cerrando sus ojos, ambas lenguas empiezan a jugar, el azabache se separa creando un hilo de saliva el cual se cortaría y quedaría en la barbilla del albino, quien traga toda la saliva adjuntada.

—Te amo, Nagito.

—Y yo, Izuru.

El azabache se levanta para salir de la habitación, el albino observa las heridas y suspira angustiado, las acaricia sintiendo como las lágrimas se asoman, se afirma en la mesa de noche para intentar levantarse, lo logra a la tercera, camina con cuidado hasta llegar a la pared y afirmarse, se acerca al armario y saca ropa para ducharse.

—Hoy será tina —dice con una pequeña sonrisa.

☘︎

El albino sale del baño listo, baja las escaleras con cuidado para sonreír al ver al cachorro, se agacha para acariciarlo, se levanta y camina a la cocina para servirle agua y comida, abre los ojos la ver la cocina totalmente desordenada, suspira y sale de ahí.

—No pienso ordenar hoy.

Camina hasta la salida de la casa y saca las llaves para salir y el dinero que se encontraban, irá al supermercado a comprar cosas para comer, cuenta el dinero en el camino y sonríe.

20000¥

Era lo suficiente para comprar las cosas básicas y cosas extras, entra a la tienda demorando su tiempo, debido a que llevaba una gran cantidad de artículos se lleva el carro a su casa, al llegar nota algo diferente, la puerta estaba abierta, entra y abre los ojos como platos al ver quien estaba sentado en el sillón.

—Hola, Komaeda—sonríe.

—¿Junko?..

La chica se levanta, el albino cierra la puerta mirándola fijamente y poco a poco ir frunciendo el ceño.

—Sip, vengo por ti —el albino se confunde—. Kamukura no te trajo así que lo seguí y te encontré, Servant.

—¿Ser..vant?..