No Puedo Soltarte [Omegaverse-2021]

4

Se despierta por los rayos del sol, indicando el amanecer. El ojo gris despierta estirando sus brazos y piernas soltando un enorme jadeo, levanta la cabeza para observar el reloj de mesa dando un brinco al observar la hora.

—Mierda, voy tarde.

Sin dudarlo, se levanta de la cama para ir a ducharse, preparo su bolso con sus respectivas libretas y libros para salir de su hogar e ir a la escuela. En el camino, comienza a pensar en el azabache y sonríe con un carmín en su rostro. ¿Esta enamorado? No debería serlo, es decir, apenas se conocieron, aunque ya hayan tenido relaciones sexuales. Muerde su labio al recordar ese momento y mueve se cabeza de un lado a otro tratando de distraerse para entrar a la escuela, al llegar a su salón siente como lo abrazan con fuerza, observa a todos quienes tenían una sonrisa y se acercaban algunos preocupados, Yukizome deja de abrazar al albino.

—Komaeda ¿Estas bien? ¿Te hicieron algo?

—Estoy bien, sensei. —dice en tono dulce y sonríe, Yukizome lo abraza.

—Me alegro mucho.

—Hey, para la próxima, se más fuerte —dice la chica de cabello de colores—. Ibuki no se junta con debiluchos.

—Trataré. —dice disgustado.

—¿Quieren que cocine algo? Tengo ganas de hacerlo.

Todos aceptan, la chica de cabello rojo pide que todos se junten para sacar una foto, el albino se sienta en su sitio y Nanami se acerca.

—Komaeda ¿Puedo preguntarte algo? —el albino asiente—. ¿Que te hicieron después de que me fuera?

La mira y sonríe.

—Nada, me habían dejado en una habitación para cuando despertara y después me dejaron salir.

—¿Seguro? Sabes que me puedes decir cualquier cosa.

—Si.

—Komaeda —el albino mira a la chica—. Quiero decirte que me alegra que estés bien, aunque no lo creas, fue un alivio escucharte entrar a tu departamento.

—Gracias, Sonia —esta sonríe y camina hasta la mesa en donde estaba servida la comida recién hecha.

—¿Vamos a comer? —pregunta Chiaki.

—Esta bien.

☘︎

El albino caminaba por los pasillos, las clases habían terminado y el fue el primero en salir, tenía el ceño casi fruncido, estaba empezando a hartarse de sus compañeros. ¿Preocuparse? Por favor, si en todos estos años nunca mostraron ni el mínimo interés en él ¿Por qué ahora si?. El albino llega a su casillero y se sorprende un poco debido a que ha encontrado una carta.

「Komaeda Nagito.

Te veo en la parte trasera de tu escuela.

atte. Kamukura Izuru」

El albino no lo piensa y guarda la carta en su bolso para ordenar sus cosas e ir donde el azabache, su corazón latía algo rápido y tenía una sonrisa marcada en su rostro, esta aumenta al ver una figura familiar esperándolo, se acerca al azabache y tiene un leve sonrojo al ver el rostro del mayor.

—Ahora estas contento —el albino hace desaparecer la gran sonrisa debido a la vergüenza—. Que aburrido.

—¿A-A que te refieres con "ahora"?

—Antes estabas enojado, enojado con tu clase —el albino desvía la mirada.

—¿Me estabas espiando?

—¿Los odias? —ignora la pregunta del contrario.

—No me agradan, menos ahora que fingen preocupación por mi, cuando en años nunca lo hicieron —los ojos del albino forman un cristal, abre un poco los ojos al sentir como es abrazado.

—Que aburrido —dice para mirar al albino y besarlo, este corresponde dejando que las lágrimas salgan.

Yukizome hablaba por teléfono dirigiéndose hacia la parte trasera, se detiene al ver unas figuras, se esconde un poco para observar y abre los ojos al ver al albino besándose con un chico a quien no reconoce, habla despacio por teléfono describiendo al chico, abre los ojos cuando le responden quien es, observa más detenidamente, el azabache se separa del beso y esconde el rostro del albino en su pecho para mirar con frialdad y seriedad a Yukizome.