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Sirius corre con Harry hasta el auto, deja que gane la carrera el pequeño. Remus camina detrás, no puede correr.

-Entreno- agrega Sirius cuando llega a su lado.

-¿Qué?

-Me gusta entrenar, entreno mi cuerpo, tengo un gimnasio en casa, juego al futbol los domingos con mis amigos y si soy romántico- responde extendiéndole una flor.

-¿Cortaste una flor?

-No, la compré- señala al señor cerca que tiene muchas flores.

-¿Gracias?

Sirius coloca a Harry detrás y cierra la puerta.

-¿Sabes manejar? porque es importante para este trabajo.

-Sí, me enseñó Lily.

-Ah Lily, hace un montón que no la veo ¿cómo está?

-Con Pandora- responde subiéndose, Sirius nuevamente le abrió la puerta- muy felices- recalca, no quiere que piense en Lily.

-Que viva el romance gay- sonrie divertido subiéndose, enciende el auto y mira una última vez a Remus antes de comenzar a manejar.

[...]

-La ropa de Harry está en su habitación, es alérgico a la ciruela, toma leche, él mismo te pedirá; duerme con el pijama de ositos, ammm ¿qué más?- se medio agacha a mirar dentro de la heladera- ¿sabes cocinar?- pregunta levantando la cabeza de la nevera, su cabello está todo desordenado.

-Sí, claro.

-Bien, hay de todo; haz lo que quieras menos picante, los niños no pueden comer picante. Estaré en la oficina, no me esperen para cenar, los amo- menciona mientras sale por la puerta apurado.

-Papá Regulus le pegó la locura- menciona Harry mientras come un helado de palito.

-¿Dijo que me ama?- pregunta retóricamente, la sonrisa en sus labios lo delata.

-Él no ama a casi nadie- manda al frente mostrando los dientes- ¿quieres?

-No amor, gracias.

Harry se encoge de hombros.

El pequeño Potter cae dormido luego de una rica cena.

Remus suspira impaciente, debe preparar las clases siguientes y no trajo su computadora.

Decide llamar a Sirius.

-Sirius Black- contesta con voz gruesa.

-Hola, soy Remus.

-Oh, Remus, dime lindo.

-¿Te falta mucho? debo preparar una clases y olvidé mi computadora en casa.

-Usa la mía, está en mi escritorio.

-Yo no pasaré a su escritorio,Black.

-Tardaré un rato más, la parte de James es difícil, por favor Remus.

-Claro, lo siento, ¿donde dice que queda? tu casa me marea.

-Abajo, la segunda puerta a la izquierda.

-Bien, gracias.

-La contraseña es "Harry"

-Aw eres muy tierno- sonrie en burla.

-Lo sé- responde de igual forma.

-Adiós.

-Oye.

-¿Sí?

-Cena ¿sí? 

-Esperaré a llegar a casa.

-La comida va por mi cuenta, come o te mando una patrulla.

-No haría eso-sonrie divertido.

-Pruébame, cariño- es lo último que escucha antes de que la llamada se corte.

Luego de revisar que Harry esté bien se sienta con la computadora en el sillón, a trabajar.

Minimiza todas las páginas y cuentas de Sirius y abre Pinterest, pasa varias imágenes a Word y decide seguir con la siguiente clase, pero el cálido y pacífico ambiente, la comida rica que preparó y el chocolate que comió (esos de emergencia que lleva en el bolsillo) lo invitan a dormirse.

La esencia  de Sirius se respira a pesar de que no está y eso es suficiente para dormir en paz.

Tío Sirius//WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora