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Estaba recostada sobre mi cama, mientras que Héctor permanecía con la cabeza en mi regazo, mis dedos jugaban con su cabello dejando caricias y parecía que estaba dormido.

Habíamos términos de ver mujercitas , la cuál obvio le obligue a ver y ahora estábamos totalmente relajados.

-¿Qué quieres hacer hoy? - pregunté acariciando sus risos.

-No sé, podría quedarme todo el día aquí, contigo.

Cambio de posición y ahora estaba encima de mi, con la cabeza escondida en mi cuello, dejando besos en este asiendo reír.

Mis padres estaban trabajando fuera de la ciudad y Pau había salido con algunos amigos, así que, Nora me ayudó a que Héctor pudiera venir a verme.

-Eso suena a que me tienes de rehén- bromee aun masajeando su cabello.

-No te has quejado - dejó un leve beso en mis labios- además, Pluto ya me ama.Vez, te dije que soy irresistible.

Pluto estaba mordiendo su zapato.

-Si...no lo creo.

-Vale, quizás no tanto. Pero si tu me quieres con tu vida, el lo ara - aseguró y solté una risa- ¿por qué tienes una lámpara rota?

-Ah, es que roco la hizo tira, y no encontrado una lampa que quiero desde hace tiempo. Es de esas de tulipanes, pero no la he encontrado.

Pareció intrigado, pero no comento nada, simplemente volvió a recostarse, sus brazos me rodearon la cintura y pasé los brazos por sí cuello.

-Aun no me puedo creer que tengas tantos poster de Harry Potter y one direction.

-Eh, respeta mi lado fan - le di un golpe en el hombro- yo no cuestione tus miles de poster de Messi.

-Podrías poner uno de mi - sugirió y solté una risa.

-Si claro, lo pongo al lado de Timothée Chalamet para ver si te acercas un poco al cariño que le tengo a él.

Saco la cabeza de mi cuello y me miro mal, tenía el ceño fruncido y los ojos entrecerrados.

-El no te hace lo que yo si- me giño y ojos y mis mejillas se pusieran rojas automáticamente. El río y negué con la cabeza.

Era increíble el poder de este tío tiene para ponerme nerviosa, es como si fuera la primera vez que nos hayamos visto y aun sintiera las mariposas en el estómago , pero no me molestaba, me encantaba que me hiciera sentir con mucha emoción y ganas de seguir sintiendo más por el.

-Lastima que solo me quedan horas de relajación- murmuré con tristeza. Ya en unos días entraba al instituto.

-Bueno, siempre puedo venir a hacerte compañía para estudiar- sugirió sobre mis labios y asentí - o te puedes mudar conmigo.

-Claro, vivimos los dos en tu humilde casita del árbol- ironice - Amorcito, se realista.

Estaba por decir algo más, pero alguien entró sin avisar. Debo poner un cartel en mi puerta.

-¡Donde tienes tu jodido móvil! - alegó y luego vio a Hector - Gracias, por robarme a mi única fuente de vida.

-De nada - le contesta mi novio muy tranquilo y la rubia le muestra el dedo de en medio.

-¿Qué haces aquí brenda? - pregunté al ver a la rubia parada en la puerta con los brazos cruzados. Se veía un tanto molesta.

-Ibamos a ir a comprar las cosas para para la escuela.

Joder, lo había olvidado. Bueno, yo siempre olvido todo.

- Es verdad...- murmuré. No quería dejar a Brenda sola, y tampoco quería perder mis único momento con mi novio, y no es como que se lleven muy bien, literalmente el otro día brenda le pego una pegatina en la frente que decía "me caes de la hostia"

FIX YOU// Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora