Lauren atravesó el patio con Camila. Pasaron por delante de la fuente, y ella se dirigió hacia el callejón.
Tony estaba sentado en su caja, con los pies en alto y la cabeza inclinada hacia el cielo, observando las estrellas. Al verlas, se irguió y las saludó.
–Necesito que me prestes el callejón un momento –le dijo Lauren, y le dio un billete de veinte dólares.
Tony sonrió, se lo metió al bolsillo y le hizo un saludo militar.
–Todo el tiempo que necesites, soldada.
Y, entonces, se quedaron solas. Lauren vio que Camila rebuscaba en su bolso y sacaba la peluca pelirroja.
–¿Para qué quieres eso?
–Es mi capa de superheroína –dijo ella–. Yo solo soy un poco valiente, pero la pelirroja es súper valiente. Puede con todo. Si vamos a hablar de lo que pasó, necesito mi capa de superheroína. Preferiría tener la capa para ser invisible, pero no se puede tener todo.
Estaba loca. Pero en el mejor de los sentidos, y Lauren se echó a reír.
–¿Te estás riendo de mí?
–No, contigo –dijo ella–. Siempre contigo.
–Pero yo no me estoy riendo.
–Camila, teniendo en cuenta lo que hago para ganarme la vida y mi vida familiar, ¿cuántas veces al día crees tú que me río?
–Yo... –dijo ella. Con un suspiro, cambió de actitud y agitó la cabeza–. No lo sé.
–Aproximadamente, nunca –reconoció Lauren–. A no ser que esté contigo. Así que no voy a disculparme por disfrutar cuando estoy contigo.
–¿Aunque haya dicho que eres prepotente y presuntuosa? ¿Y autoritaria?
–Sí, pero también dijiste que estoy buena y soy sexy.
–Sí, pero, para que lo sepas, todo eso es molesto.
Lauren se echó a reír otra vez, porque no parecía que ella se sintiera muy molesta. Se acercó a ella y la besó. Y, después de haberla tenido desnuda entre los brazos, retorciéndose por ella, sabía que no iba a poder quitársela de la cabeza.
En el fondo, sabía de que no debería haberse acostado con ella, pero la deseaba tanto, que se había convertido en una distracción imposible de ignorar. Y, como una tonta, había pensado que esa distracción terminaría inmediatamente después.
Pero lo cierto era que la deseaba más que nunca. Estando allí, con ella, viendo su peluca pelirroja, no podía huir los recuerdos. El contacto de sus labios en la piel, su respiración cálida en el cuello, sus piernas rodeándola, sus pezones endurecidos contra el pecho y Camila arqueada contra ella. Dios. Los sonidos tan apasionados que había emitido durante el orgasmo habían sido su ruina absoluta, y los recuerdos, sumados a lo que había dicho Camila sobre ella en el pub, volvieron a excitarla.
–Creía que no íbamos a permitir que las emociones formaran parte de esto. Creía que tú no podías permitírtelo.
Ella estaba a punto de decirle que retiraba todo lo que había dicho al respecto, cuando alguien les habló.
–Sé que tenía que desaparecer –les dijo Tony en tono de disculpa–, pero me he ido al otro callejón, el de detrás de Woods, y he visto un sobre apoyado contra la puerta trasera que tenía el nombre de Camila. Pensé que lo querrías.
Camila observó el sobre sin moverse, sin respirar, así que fue Lauren quien lo tomó de manos de Tony.
–¿Has visto quién lo dejó?
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KISS- CAMREN G!P
FanfictionLa cautivadora Lauren Jauregui no la llamó después de su apasionado beso, y Camila decidió olvidarla... hasta que tuvo que pedirle ayuda para resolver un asunto peculiar. Alguien había robado un objeto muy importante para ella, y solo había una pers...