GOOD BUDDY (2da TEMPORADA) (En emisión)

EXTRA 4 (+18 OhmWin)

Ohm

Sí, he sido un cobarde por haberme ido sin decirle nada. Es que no sé qué decirle, no sé qué pasó, bueno sí sé.

Tengo vergüenza de verlo a la cara. Se supone que solo iría para relajarme… de otra manera, no así.

— Un café por favor.

— Solo tenemos capuchino, americano y negro.

— Café negro.

— En unos minutos lo llamaremos.

Me senté en una de las sillas de aquella cafetería y seguí dándole vueltas al asunto.

¿Por qué lo hice?

— Joven, su café.

Un buen café por la mañana despejaría mis pensamientos.

El café está demasiado caliente.

Caliente…

Flashback

Lavé su pecho, su espalda, sus piernas.

Cuando quise limpiar su entrepierna, me sostuvo las manos y lo hizo él solo. Lo mismo paso con su parte trasera.

Me reí por como me dijo que me volteara para no verlo hacerlo.

— Listo.

— Mi cara, limpia mi cara —Me dijo en su borrachera.

Sostuve su rostro en mis manos para poder limpiarlo con un paño húmedo.

No sé por qué pero su rostro se me hizo sexy y hermoso.

‘Le gusta Bright.’ Pensé.

Sacudí mis pensamientos lo más que pude.

No sé si leyó mis pensamientos pero se lamió los labios y dejé que todo empezará.

Sus labios eran regordetes y yo simplemente lo besé. No se opuso, muy por el contrario él empezó a participar en el beso.

Su rostro entonces fue hasta mi cuello donde empezó a dejar besos suaves al inicio, Pero después pude sentir sus labios como ventosa. No lo alejé, al contrario, laseaba más mi cabeza dándole espacio para que hiciera de mi piel lo que deseara.

Él ya estaba desnudo y yo sin polo, así que me quité toda la ropa que traía puesta.

No era mi primera vez con un chico, el problema era que hoy como la primera vez con Nanon, no había ni siquiera vaselina y hasta donde sabía también era la primera vez de Win con un hombre.

Acosté a Win nuevamente ya que había estado sentado y cuando lo hice, él empezó a luchar conmigo.

Sabía que al igual que yo, no querría ser el receptor.

Luchó conmigo tan fuerte que sabía que me dejaría moretones en los brazos y piernas.

Él estaba más borracho que yo, así que su fuerza era más inestable por lo cual pude dominarlo al poco tiempo.

Podía escuchar sus jadeos que me calentaba más y más. Su resistencia me ponía más caliente.

No hubo ninguna palabra de por medio, solo gemidos y forcejeos.