EXTRA 18

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Ohm

Nanon a veces no entiende el peligro que corre por el simple hecho de salir en televisión nacional y proclamar que descubrió algo importante que ayudaría a millones de personas quemadas. Eso significa millones de dólares y euros perdidos para el sector de droguería.

Sobre las amenazas, tuve que enterarme por mí mismo del asunto porque él no me había dicho nada.

Solo en una ocasión tratamos el asunto, pero fué tan a la ligera que no le dimos importancia.

La primera vez que casi lo raptan, me puso los pelos de punta el tan solo pensarlo.

— ¿Por qué no me habías contado nada? —Pregunto enojado y eso lo puso de mal humor.

Se quedó callado por un rato.

— No somos amigos como para contarte mis cosas personales. Eso me diste a entender hace unos días. Así que por eso yo no…

— Aún así Nanon, trabajamos juntos.

— Ahhh tienes miedo de que te vaya a pasar algo o que tu…(?)  —¿En serio piensa que es por eso?

— Porque me preocupas Nanon!! Por eso…

Por qué sí, a pesar de todo, aún guardo cierto cariño por él.

— No volveré a preocuparte —Me dijo con voz cansada.

Ya más calmado, volví a retomar la palabra.

— Nanon, hemos crecido juntos y en serio me dices eso (?)

— Pero no somos amigos, Ohm. No tengo por qué contarte las cosas malas, ni buenas que me pasen —Había olvidado lo obstinado que es cuando se le mete el demonio.

Eso es lo que me da más coraje.

— ¿Y qué? Carajo! Siempre me sacas de las casillas.!! ¿Es que siempre me vas a poner nervioso?!!

Ese día nadie habló más del tema y los días siguientes pasaron totalmente tranquilos, hasta la semana pasada.

Estando en plena sesión sexual, un mensaje llega a mi celular. Es del celular de Nanon.

Apenas veo el nombre, dejo el celular de lado y sigo en mi labor. No pasa ni un minuto y ahora mi celular empieza a sonar.

Es Nanon otra vez, pero no pienso tomar el celular, aunque algo dentro de mí me obliga a hacerlo, así que en contra de mi voluntad tomo el celular y contesto.

— ¿Qué quieres?

—  Ohm, necesito que vengas a la oficina por favor. Hay unos hombres que están queriendo entrar y arruinar todo, sobretodo quieren hacerle daño al doctor Korapat. Ven urgente —Luego de eso solo se escucharon sonidos fuertes, como si estuviera derrumbando la puerta , disparos y forcejeos.

Nanon…

No fué la voz de Nanon quien habló, sino uno de los co-productores que trabajan conmigo.

Me retiré del interior de Janhae bruscamente, me disculpé y salí corriendo.

— Auch, bruto!... ¿Dónde vas?

— Es Nanon, adiós.

Hacía algunos meses que hay una mafia que quiere detener los avances que ha hecho Nanon respecto a los avances de su proyecto. Las amenazas han estado a la orden del día casi para todos los que integran este programa, pero sobretodo para Nanon, ya que él es la cabeza de este proyecto.

Traté de llamar nuevamente al número de Nanon, pero nadie respondió. Solo me mandaban a buzón.

Mi corazón empezó a doler y sentía un dolor inmenso en el pecho.

Llegué al lugar y estaba rodeado de policías. Corrí hacia adentro y encontré a los doctores que trabajaban con Nanon, pero no a él.

— ¿Dónde está Nanon?... Pregunté dónde está Nanon?!!

— Lo llevaron al hospital, una bala rozó su cuello.

Mi corazón se detuvo.

— ¿En qué hospital está?! —Grité para que alguno me dé una respuesta— Mierda! Tengo que preguntar dos veces por Nanon?!!

— Hospital de Seúl.

— Te acompaño —Me dijo uno de los ayudantes.

Sin más, empecé a manejar al maldito hospital con el corazón en la mano.

Mis manos me temblaban y mis ojos se negaban a llorar, al igual que mi cerebro se negaba a pensar que Nanon estaba luchando por su vida.

— Para… para! Bajate, yo conduzco.

Al principio me negué, pero casi nos mato al doblar una esquina.

En poco tiempo llegamos al hospital. Preguntamos por Nanon y nos dijeron que estaba en cirugía.

Me quedé toda esa noche, esperando el resultado. Al poco rato llegó Somi trayéndome Kimbap, los cuales no quise comer.

— No has comido nada en todo el día Ohm. En la hora de almuerzo dijiste que comerías algo, pero no lo hiciste. Por el momento no puedes hacer nada por Nanon, solo esperar.

Ante tanta insistencia, empecé a comer.

1 hora después, el doctor salió de la habitación de cirugía.

— ¿Familiares del señor Nanon Korapat Kirdpan?

— No tiene familiares en Corea, pero yo… soy su mejor amigo. Por favor dígame cómo está Nanon.

— Salió bien de la cirugía, ahora necesita reposo absoluto.

— ¿Puedo verlo? Por favor, será solo un momento.

— Por el momento es mejor dejarlo descansar. No se puede molestar al paciente. Yo les avisaré cuando el paciente esté listo para las visitas.

***

GOOD BUDDY (2da TEMPORADA) (En emisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora