EXTRA 22

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***

Nanon

El lugar es precioso. Parece que Ohm ya ha venido antes porque los trabajadores de aquí lo saludan con familiaridad.

Es un poco decepcionante.

— Por favor, la misma habitación.

¿Por qué me estoy molestando con cada petición?

Mi cuello empieza a fastidiarme, así que lo empiezo a mover de un lugar a otro.

— Mi amor, no te conviertas en el exorcista. He venido antes aquí, pero solo por trabajo y jamás he traído a nadie.

— ¿A quien llamas amor, imbécil? —Le digo entre dientes.

El recepcionista sonrió ante las palabras del idiota a quien llamo amigo y las mías.

— Han traído alguna otra maleta para que las suban a su habitación?

— No, no te preocupes. Solo somos mi novio y yo.

— Ohm Pawat.

— ¿Sí mi amor?

No, Ohm no iba a desistir de fastidiarme. Ama molestarme, definitivamente no ha cambiado ni un ápice.

Cargué a Pipoca y caminé delante de él para no seguirle el juego.

— Los novios de ahora son de cristal.

Una mirada de molestia fingida y él al fin se calló.

— Ok, ok, ya entendí.

El bungalow tiene una vista preciosa, está situado sobre agua.

Nos dieron uno que estaba cerca a tierra porque teníamos que sacar a Pipoca a caminar y hacer sus necesidades. Lo bueno es que como el lugar es pet friendly, Pipoca puede entrar con nosotros a nadar.

Había una cama, una.

— ¿Por qué solo hay una?

— Porque es la que pido cuando vengo aquí. No necesito de dos camas.

Cierto. Mierda.

— No soy vampiro, ni perro. No muerdo.

— Siempre has sido un perro.

— Pero a ti no te voy a morder…

Levantó la ceja y se alejó mientras decía algo más que no logré escuchar.

— ¿Qué dijiste?

— Que tengo hambre. ¿Tú no?

Pedimos desayuno para ambos y comida para Pipoca.

Habíamos llegado temprano, así que teníamos todo el día para hacer de las nuestras.

Lo primero que hicimos obviamente fue desayunar, luego descansamos un poco y salimos a conocer el lugar.

Eran como las 10 de la mañana y yo ya estaba listo, tenía puesto unos shorts, una camisa ligera y un sombrero de paja.

Ohm se había puesto un pantalón de tela, se veía bastante fresco y al igual que yo, una camisa pero de color celeste con blanco.

— Espérame un momento, voy a cambiar a Pipoca.

¿Cambiar a Pipoca?

Esperé unos minutos y la imagen me hizo soltar una risa fuerte que al parecer ofendió a Ohm y a Pipoca.

Pipoca llevaba puesto un sombrerito de paja, una camisa celeste con blanco y unos pantalones como los de Ohm. No solo eso, sino que tenía puesto unos lentes marrones y sandalias en sus patas.

GOOD BUDDY (2da TEMPORADA) (En emisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora