Capítulo 31

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Si tengo que ser honesto, originalmente el protagonista era Jezel. Siempre se trató de él y alguna que otra cosa, pero Daniel siempre fue mi narrador. Ahora mismo, creo que sé que me estoy reservando a Jezel para algún otro momento PORQUE ya tengo escena en ello. So, lo siento.

Además, este capítulo no estaba planeado exactamente. Quiero decir, lo que había pensado originalmente después de llegar a mi tan ansiado capítulo de reencuentro es que esos dos estuvieran ya vestidos, en la zona de "comedor" y con Jorge y Lilith como mi narrador, para que ellos se burlaran de las marcas de Daniel.

I am you by Stray Kids

Daniel despertó con la sensación de haber dormido durante días

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Daniel despertó con la sensación de haber dormido durante días. Incluso semanas. Sus sentidos aún aletargados con el deseo de volver a sumirse en el sueño hasta que sintió los dedos de alguien remover un poco el cabello de su frente, a lo que se vio forzado a despertar. Se removió un poco, lo que lo delató mucho más por la sensación de estar perdido y no entender nada de lo que estaba ocurriendo. Al menos hasta que su mente le dio un rápido repaso a las emociones que sintió el día anterior y solo sonrió y volvió a acurrucarse contra el cálido cuerpo de Jezel.

Jezel soltó una suave sonrisa que provocó que su corazón se alborotara como nunca.

—Despierta, dormilón —susurró Jezel, a lo que gruñó antes de abrir los ojos y observarlo sin decir nada—. Tus latidos están demasiado acelerados.

—Tú lo provocas —admitió Daniel, por fin, después de tantos años de que su esposo hiciera esa pregunta cada que le tomaba la presión. Al inicio, cuando se dio cuenta de su atracción era vergonzoso y eso provocó que eligiera a Nozomi por encima de Jezel—. Y sí, incluso después de tantos años haces que parezca un maldito adolescente enamorándose por primera vez.

Jezel no dijo nada, sin embargo, sintió cómo su mano libre tomaba una de sus manos y la colocaba sobre su cuello. Daniel tardó un momento en comprender lo que estaba ocurriendo, ¿qué debería de buscar? No estaba seguro, al menos hasta que sintió el fuerte y acelerado latido de su corazón. Aquello finalmente lo sacó de su estupor, haciendo que se incorporara lo suficiente para registrar aquello.

—Si eres un adolescente enamorándose por primera vez, entonces somos dos —dijo Jezel, a lo que Daniel rio no por burla, sino por una mezcla de emociones que no estaba listo para registrar y abrazar con fuerza a su esposo.

—Vaya par que somos, ¿verdad? —preguntó Daniel, dándole un beso en la mejilla a Jezel, quien no se movió, pero el suave tono rosa que adquirió en sus orejas fue lo único que le bastó para saber que aún se avergonzaba por esos pequeños gestos—. Tan idiotas. ¿Tener sexo? No hay problemas. Podemos explorar y saber de nuestra versatilidad sin problema alguno. ¿Besos en las mejillas y frentes? Nos avergonzamos como si fuera la primera vez que nos tomamos de las manos.

Jezel gruñó antes de hacerlo regresar a la cama, al lugar donde su cabeza había estado apoyada un momento. Daniel rio antes de dejarse hacer, abrazándose de vuelta a Jezel, contento por tener el aroma amaderado y a agua de río en su nariz, incapaz de pensar en esos momentos en el cómo creyó tranquilizarse por algunos días con sus crisis por el estrés. Hizo un pequeño ruido de satisfacción de estar de nuevo de aquel modo, escuchando la suave risa de Jezel que provocó que abriera los ojos y fuera incapaz de no admirar su rostro.

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