Linda mudez (A Komi-san fanfic)

Parte 54

Manbagi POV 

Hey, ¿estás ahí? (Visto a las 1:13AM)

Sé que estás viendo esto. (Visto a las 1:15AM)

Venga, contestaaaaaaa. (Visto a las 1: 16AM)

Manbagi dejó caer el teléfono al lado de ella en la cama. Claro que veía los mensajes de Najimi, pero lo que no quería era contestarle. Desde el incidente de la sala de limpieza, no sabía como hablarle. ¿Fue culpa suya por dejarse llevar? ¿De Najimi, por haberlo hecho con ella? ¿O de ambas, por haber caído a sus instintos? Además, ¿Por qué coño Najimi estaba enviándole mensaje tan tarde?

Manbagi gruñó frustrada. Decidió contestarle, para evitarse problemas.

Manbagi POV

                                                                                          ¿Qué quieres? Ya es tarde, vete a dormir.

Solo quiero hablar contigo.

¿Es que ya no me aprecias como tu amiga?

Najimi ❤️ envió un gif de una mona china llorando.

                                                                                               No es eso, tonta... Sólo... Necesito...

¿Estar sola?

                                                                                                Exactamente.

Abre la ventana y mira fuera, por favor.

Manbagi se levantó resignada de la cama. Abrió la ventana de su habitación y sintió el gélido aire nocturno en su piel bronceada. Miró abajo y vio a Najimi, con ropa un poco gruesa y una gorra. 

¡Manbagi! Lo siento por lo del otro día... - Decía la pelo cebolla. - ¿Te sentiste presionada?

Aquella pregunta chocó a Manbagi. ¿Estaba sintiéndose presionada en ese momento o realmente lo estaba gozando?

Yo... No lo sé. - Confesó Manbagi. - Yo realmente no lo sé. 

Por favor, hablemos mañana... — Rogaba Najimi desde abajo. — Hablémoslo, de verdad, por favor...

Manbagi suspiró. Era raro que Najimi, la chica más jodidamente extrovertida que conoce, le estaba rogando...

¿Sabes qué? Sí, hablemos. Mañana a las cuatro de la tarde en el Standbakes de la esquina. Sé puntual. — Dijo Manbagi, a la vez que cerraba la ventana de su habitación. No soportaba más el frío. 

Enseguida, Manbagi se arrepintió. 

Mierda, mierda, mierda, mierda... — Se repetía a sí misma. 

Por su lado, Najimi marchaba feliz a casa (bueno, "marchaba", ya que en el camino se encontró a 7 personas, amigos de la infancia). Ella había estado comiéndose la cabeza con el tema de los 7 minutos en el paraíso. Sentía que había forzado a Manbagi, que había obligado a su amiga a besarse.

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Buenas. Vuelvo después de casi un mes, recuperada y con ganas de escribir. Disfrutadlo.