Revelación de identidades.

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—No puedo seguir mintiéndole a Marinette, Plagg. Si seguimos juntos, tiene que saber que soy Chat Noir, me siento mal ocultándole información.

—Niño, sabes bien que sus identidades deben seguir siendo secretas —le respondió Plagg —. Cuando todo esto acabe de una vez, podrán estar juntos.

—Pero Monarca desapareció... —Adrien suspiró.

—Y el Miraculous también —le recordó Plagg —. Aún me tienes que soportar y yo a ti, así que déjate de cursilerías —le reclamó el Kwami.

Adrien rodó los ojos. Plagg en ocasiones actuaba como un amargado, pero en el fondo ambos se querían mucho.

—Tikki no tiene que soportar estas cursilerías... —susurró Plagg antes de devorar su queso Camembert.

Plagg tenía razón, seguramente Ladybug no tenía problemas por ocultarle su identidad a nadie, ella siempre sabía qué hacer.

*

—¡No sé qué hacer! —exclamó Marinette dejándose caer en su cama —, ¡Quiero contarle la verdad a Adrien! Pero sé que no puedo. ¿Te imaginas se entera de que soy Ladybug? Me duele esconder el secreto, pero sigo siendo Guardiana y... ¡Ay, son tantos secretos! —la azabache negaba con la cabeza —, me siento como cuando Chat Noir quería que reveláramos nuestras identidades porque estaba enamorado de Ladybug, ahora entiendo eso de no querer mentir.

—Sabes que Adrien no puede saber, Marinette.

—Lo sé, Tikki, es solo que no me gusta mentirle a mi novio —admitió la azabache —. Algún día cuando todo esto acabe, le podré decir la verdad, mientras tanto... creo que lo llamaré —justo en ese instante, el celular de Marinette comenzó a sonar, era Adrien —. ¡Qué coincidencia!

Adrien la llamaba para invitarla a ir por helado, en el fondo ambos se sentían culpables y buscaban formas de compensar al otro por el secreto que debían resguardar, ¡todo por culpa de un Miraculous desaparecido!, resultaba increíble pensar que el mal podría volver a atacar en cualquier momento, sino, el momento de la revelación de identidades (y de que los secretos se acabaran) ya habría sucedido. Aún debían ser pacientes.


Abril Adrinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora